_
_
_
_
_
JUICIO EN LA HAYA

El primer testigo contra Milosevic se derrumba y abandona el tribunal

El campesino Agim Zegiri no se siente con fuerzas para seguir siendo interrogado por el ex dictador y pide a los jueces que le dejen marchar

La acusación ha sufrido hoy un nuevo revés en La Haya en el proceso contra el ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, ya que la primera de las víctimas del conflicto de Kosovo que había venido a testificar se ha derrumbado y se ha negado a someterse por segundo día consecutivo al contrainterrogatorio del ex dirigente yugoslavo.

Agim Zeqiri, un granjero kosovar de 49 años que ayer habló de sus heridas tras haber sido apaleado por el Ejército serbio en 1999, ha rechazado continuar con su declaración ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPYI) argumentando problemas de salud.

Más información
Milosevic ridiculiza a un testigo e insulta a la fiscal Carla del Ponte
La fiscal de La Haya acusa a Milosevic de "salvajismo medieval"
'Deberían enviarle a Guantánamo'
Milosevic, en el banquillo
Dossier:: Milosevic, en La Haya
Gráfico animado:: El macrojuicio
Perfil:: 'Slobo', en el banquillo

"No estoy del todo bien. No estoy en condiciones de discutir de todo esto", ha indicado Zeqiri en el octavo día del histórico proceso contra el ex presidente yugoslavo por su papel en las guerras de Bosnia, Croacia y Kosovo.

El enfado de Milosevic

Consulado por el presidente del tribunal, el juez británico Richard May, que le ha preguntado si quería que se aplazara la sesión diez minutos, Agim Zeqiri, dando la espalda a Milosevic, se ha limitado a murmurar: "No, le ruego que me excuse, por favor". El juez May ha decidido entonces excusar al testigo, lo que ha provocado la ira de Milosevic, que ha calificado la decisión de "inaceptable".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Zeqiri, un albano-kosovar natural de la localidad de Celina (sur de Kosovo), hizo ayer un relato de la entrada del Ejército y la Policía serbia en su localidad, el día siguiente de los primeros bombardeos de la OTAN en marzo de 1999, en el que describió la destrucción de su localidad por el fuego, el asesinato de todos los miembros de su familia y su expulsión hacia Albania.

La marcha de Zeqiri inflige un segundo revés a la acusación después de que Milosevic, que ejerce como su propio abogado, convenciera a los jueces para que rechazaran el testimonio de Kevin Curtis, un miembro de la oficina del fiscal que dirigió a los investigadores del TPI en Kosovo, afirmando que no haría sino "repetir las acusaciones" de la fiscal general, Carla Del Ponte.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_