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PAKISTÁN

El presunto 'cerebro' del secuestro asegura que Daniel Pearl está muerto

Esta declaración ante los jueces contradice la versión que ofreció a la policía

El militante islamista y principal acusado en el secuestro del periodista Daniel Pearl, el jeque Omar Saeed Sheikh, ha comparecido hoy ante el Tribunal Antiterrorista de Karachi, al sur de Pakistán. El jefe ha asegurado ante los magistrados, que han decretado la prolongación de su detención preventina, que el corresponsal de The Wall Street Journal, desaparecido desde el pasado 23 de enero, está muerto.

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El presunto cerebro del secuestro, nacido en Gran Bretaña hace 29 años y con antecedentes por otros secuestros de ciudadanos occidentales por los que pasó cinco años en la cárcel en India, ha comparecido ante el tribunal de la ciudad portuaria rodeado de fuertes medidas de seguridad.

Saeed Sheikh, dirigente de la organización islamista prohibida por Islamabad Jaish-e-Mohamad, ha llegado al tribunal esposado y encapuchado en un vehículo blindado utilizado para el transporte de tropas, según varios testigos.

"Por lo que sé, Pearl está muerto, de modo que no pienso defenderme de las acusaciones", ha declarado el jeque. Según fuentes judiciales, no ha ofrecido más detalles sobre dónde o cuándo fue asesinado el periodista. Además, según el fiscal general de la provincia de Sindh (al sur), Raja Qureshi, el sospechoso ha reconocido ser el responsable del secuestro.

Sin embargo, la policía había asegurado recientemente que, durante los interrogatorios, Saeed Sheikh confesó su creencia de que el periodista seguía con vida y declaró que sus "amigos" le mantienen retenido en Karachi, a pesar de que su último contacto telefónico con ellos se produjo "hace varios días".

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Mientras tanto, en Estados Unidos, su familia y el diario para el que trabajaba mantienen la esperanza de encontrarlo sano y salvo. Así, The Wall Street Journal ha manifestado en un comunicado su confianza en que el periodista esté vivo.

La colaboración del FBI

El sospechoso fue detenido el pasado martes en Lahore (este) tras un intensa búsqueda por parte de la policía paquistaní y agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI) estadounidense, enviados a Pakistán para ayudar en la investigación del secuestro. En este sentido, el jeque ha asegurado que no fue detenido, sino que se entregó "para evitar el acoso" de su familia.

Tras la breve declaración, el jeque ha sido trasladado de nuevo a la cárcel, ya que los magistrados han prolongado su internamiento preventivo durante 13 días, mientras

que la Policía continúa buscando a sus cómplices.

Su comparecencia ante la Justicia tiene lugar un dia después de unas declaraciones relativamente optimistas del presidente paquistaní, el general Pervez Musharraf, a propósito de la suerte de Pearl.

En una rueda de prensa celebrada en Washington con el presidente estadounidense, George W. Bush, Musharraf dijo estar "razonablemente seguro" de que sigue con vida.

A pesar de estas declaraciones, la policía paquistaní no dispone aún de ninguna prueba formal en este sentido. Además, los investigadores policiales han indicado que el jeque Omar no quiso confesar el paradero de Pearl.

Así, el destino que haya podido tener Pearl sigue siendo una incógnita. Daniel Pearl, de 38 años de edad, desapareció el pasado 23 de enero cerca de Karachi mientras investigaba para escribir un reportaje sobre las organizaciones islámicas extremistas y su relación con los talibanes y Al Qaeda.

Cuatro días después, los secuestradores, que le tendieron una trampa mediante una falsa entrevista, reclamaron vía e-mail mejoras en las condiciones de los presos talibanes y de Al Qaeda en Guantánamo (Cuba) y la repatriación de los reclusos paquistaníes.

El 30 de enero, dieron un ultimátum y aseguraron que Pearl moriría en el plazo de 24 horas si no se atendían sus demandas, en la última noticia que se tuvo de los captores. Un tercer correo electrónico de dudosa procedencia le dio por muerto.

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