Encontrado en el sudoeste de Colombia el avión ecuatoriano que desapareció ayer

Una patrulla militar colombiana de rescate ha llegado al volcán nevado Cumbal (sudoeste de Colombia) y ha localizado hoy, estrellado y sin señales de supervivientes, el avión de la línea ecuatoriana TAME que desapareció el lunes con 92 personas a bordo.

El hallazgo ha sido confirmado por mandos militares de esa zona del departamento andino de Nariño, situado 900 kilómetros al sudoeste de Bogotá y cerca de la frontera con Ecuador, en las laderas del volcán, que tiene una altura de 4.764 metros.

El Boeing 727-100 de Transportes Aéreos Militares Ecuatorianos (TAME) desapareció el lunes por la mañana cuando volaba de Quito a Tulcán, capital de la provincia ecuatoriana de El Carchi (fronteriza con Colombia), y debía viajar después a la ciudad colombiana de Cali.

El aparato transportaba a 92 personas (83 pasajeros, siete

tripulantes, un mecánico y un técnico de operaciones), de las que 43 eran de Colombia, dos de España -María Jesús Ginés y José María Grau- y una de Cuba.

El coronel Henry Salcedo Jaimes, comandante del Grupo Mecanizado "Cabal" del Ejército colombiano, ha dicho a la cadena radial Caracol que las tropas que colaboran en la búsqueda han hallado los restos de la aeronave en un lugar a unos 4.000 metros de altitud.

El oficial ha indicado que otras brigadas de rescate salieron hacia el lugar donde fue localizado el avión en medio de difíciles condiciones meteorológicas, ya que en esa zona de los Andes colombianos hay una densa neblina.

"Por el momento no sabemos que haya supervivientes", ha declarado el coronel Salcedo, y ha explicado que según los conocedores del lugar es un sitio "inhóspito y cenagoso" y las temperaturas muy bajas dada la altitud.

El hallazgo del Boeing 727-100 ha sido confirmado también por el alcalde de Cumbal, Alvaro Emilio Bucheli.

Las labores de búsqueda, en la que participaban brigadas de

Ecuador y de Colombia, se suspendieron al atardecer del lunes ante la poca visibilidad y se restablecieron hoy por aire y tierra desde las localidades colombianas de Ipiales y Cumbal, fronterizas con Ecuador.

Este suceso ocurrió mientras continuaban los intentos por

rescatar los cuerpos de 26 personas que viajaban en un avión de Petroecuador, que fue encontrado destruido la semana pasada, diez días después de su desaparición.

Esta última aeronave se desvió de su destino de la ciudad

fronteriza de Nueva Loja, en el norte de Ecuador, y se estrelló en el cerro colombiano El Tigre.

El jefe de operaciones de la Fuerza Aérea colombiana, general Jaime Morales, ha dicho que fue enviado un helicóptero y un grupo de veinte expertos al sitio del accidente para coordinar las labores, para las cuales se autorizó el ingreso de aeronaves y efectivos de Ecuador.

Morales ha insistido en que "la información que tenemos es que el avión está estrellado y no hay supervivientes".

Las hipótesis de la investigación abarcan desde un fallo mecánico o humano que provocó un accidente a un secuestro.

Incluso algunos medios informativos apuntan que la utilización incorrecta de un teléfono móvil poco antes de aterrizar pudo haber distorsionado la información técnica de los instrumentos de control y provocar el accidente por un desvío de ruta.

Varios campesinos de Cumbal han asegurado que vieron un avión volando bajo hacia el volcán del mismo nombre, y poco después escucharon una explosión. Este área montañosa es de muy difícil acceso; sólo se puede llegar a pie tras diez horas de camino desde el casco urbano de la localidad.

El avión, un Boeing 727-100, que realizaba la ruta Quito-Tulcán, había despegado a las 10.03 (16.03 en España) de la capital ecuatoriana. Una hora después solicitó usar una pista para aterrizar a la torre de control de Tulcán, pero poco después se perdió el contacto con el aparato.

Volando hacia un volcán

Después de una suspensión derivada de las malas condiciones meteorológicas, las tareas de búsqueda se han reanudado en las útltimas horas.

El accidente ha tenido lugar cuando aún continúan los esfuerzos por rescatar los cuerpos de 26 personas que viajaban en un avión de Petroecuador, la empresa estatal ecuatoriana de petróleo, que se estrelló al sur de Colombia hace más de dos semanas, y que fue hallado 10 días después del accidente.