Detenido el ex oficial argentino Alfredo Astiz para su extradición a Suecia
El nuevo Ejecutivo derogó a principios de semana el decreto que impedía firmar extradiciones por delitos cometidos durante la dictadura
El juez federal Sergio Torres ha ordenado esta noche la detención del ex oficial de la Marina argentina Alfredo Astiz a raíz de una orden de captura con fines de extradición dictada por la justicia de Suecia, que acusa al militar de la desparición de una joven sueca en 1977. Astiz, símbolo de la represión durante la dictadura, está también reclamado por Francia e Italia, pero el decreto firmado por el Gobierno de De la Rúa impedía las extradiciones por este tipo de delitos.
Astiz, que ha sido detenido esta noche en Mar de Plata, deberá prestar declaración hoy ante el juez, que dispondrá su traslado a una unidad militar, según fuentes del diario argentino La Nación. Aunque en un principio las informaciones hablaban de la extradición del militar a Francia, este periódico asegura que el país galo no ha formalizado su petición. A partir de esta petición, Suecia tiene 40 días para formalizar los trámites.
Al parecer, los tribunales suecos solicitaron en noviembre la detención del ex oficial, a petición de la familia de la desaparecida, ya que la conocida como ley del perdón impedía que el crimen fuese juzgado en Argentina.
La extradición de Astiz es posible después de que el recientemente nombrado responsable de Justicia y Asuntos Legislativos del nuevo Gobierno argentino, Alberto Zuppi, derogara el pasado lunes el decreto sobre Cooperación Internacional en Materia Penal, firmado por el ex presidente De la Rúa, que impedía cursar las peticiones de extradición formuladas por jueces extranjeros por delitos cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983).
Astiz, símbolo de la represión ilegal de la dictadura, ya estuvo detenido durante un mes en este mismo año, pero la juez María Servini de Cubría se vio obligada a ponerle en libertad después de que el Gobierno de Fernando de la Rúa decidiera no extraditarle a Italia y Francia.
La Justicia italiana pretendía someter a Astiz a un proceso por la desaparición de tres personas de nacionalidad italiana acaecida en tiempos de la dictadura, mientras que los tribunales franceses le acusan de la desaparición de las monjas Alice Domon y Leonie Duquet.
Un polémico decreto
Ante las numerosos reclamaciones de jueces extranjeros que pretenden juzgar en sus países a los ex represores argentinos, tanto la administración de Fernando de la Rúa como la de Carlos Menem se basaron en los principios de territorialidad de las leyes y de cosa juzgada para rechazarlas.
Pocos días antes de dimitir, De la Rúa firmó un decreto en el que ordenaba no aceptar ninguna petición de extradición. Sin embargo, después de la toma de posesión de Adolfo Rodríguez Saá como presidente interino, las nuevas autoridades prometieron revisar la medida y analizan su anulación.
Astiz estuvo detenido hasta el pasado 14 de agosto en las dependencias de la Armada en la ciudad bonaerense de Zárate. Los casos por los que está acusado en Italia son los de la desaparecida Susana Pegoraro, su padre, Giovanni Pegoraro, y Angela María Aieta, madre del dirigente peronista Juan Carlos Dante Gullo.
Además, la juez Servini de Cubría le investiga por la sustracción de la menor Evelyn Vázquez, hija de los desaparecidos Pegoraro y Santiago Bauer.
El caso de Vázquez, apropiada por el ex subficial naval Policarpo Vázquez, cobró notoriedad a partir de que la joven se negó sistemáticamente a realizarse un examen de ADN para conocer su verdadera identidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.