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LA INVESTIGACIÓN

La Casa Blanca no descarta ninguna hipótesis sobre el siniestro

Powell asegura que los primeros datos indican que es un accidente.- El FBI apunta a que se produjo una explosión a bordo del aparato.- Localizada una caja negra entre los restos del avión

La Casa Blanca "no descarta" ninguna hipótesis sobre las causas que han producido el siniestro de un Airbus en Nueva York con 260 personas a bordo. "No ha habido comunicaciones anormales entre el control de tierra y la cabina" de pilotaje, ha señalado el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, quien ha evitado ofrecer conclusiones acerca de si se trata de un accidente o un atentado. Sólo ha añadido que las autoridades estadounidenses no habían recibido ninguna amenaza específica.

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El secretario estadounidense de Estado, Colin Powell, ha coincidido también en la hipótesis del accidente. "Es una enorme tragedia para las familias de las víctimas y las primeras informaciones apuntan a que se trataría de un accidente", ha indicado Powell en una intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU en la reunión abierta sobre terrorismo que mantuvo ayer.

Según avanza la investigación, aparecen nuevos datos que refuerzan esta causa del siniestro. Así, el piloto del avión "tiró queroseno sobre la bahía de Jamaica antes de estrellarse", lo que puede demostrar que el aparato sufría un "importante" problema mecánico, según ha declarado el gobernador del Estado de Nueva York, George Pataki.

Pataki y el alcalde de la ciudad, Rudolph Giuliani, explicaron que parecía que el piloto había adoptado otras medidas para causar el menor número posible de víctimas en tierra.

La tragedia "podría haber sido mucho peor", indicó Giuliani, al señalar que el avión cayó casi como una piedra, sin arrastrarse por la zona residencial y devastar en su camino otras casas.

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Giuliani, que pidió que no se especule sobre las causas, aseguró que "no hay razones para creer" que la caída del apararto sobre el barrio de Queens "no sea un accidente".

Una posible explosión

Previamente, fuentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) señalaron que no ven indicios de que se trate de un acto terrorista y apuntaron a que se produjo una explosión a bordo, por lo que está investigando para determinar si se debió a un fallo mecánico o a un sabotaje.

"En este momento no creemos que se trate de un acto terrorista porque no tenemos ninguna información que así lo indique", señaló un portavoz del FBI en Washington. Un portavoz del Pentágono añadió que no se percibió ningún problema dentro del avión antes del despegue.

También un portavoz de la FAA, Bill Schumann, informó que, en principio, no parece un acto terrorista, pero que todavía no hay información precisa sobre la causa del siniestro. "No se descarta ninguna opción", insistió.

Por su parte, la compañía American Airlines, que ha perdido otro avión en Nueva York tras el que chocó contra las Torres Gemelas, mantiene prudencia y ha señalado en un comunicado que "no va a especular sobre las causas" del siniestro.

Hallada una caja negra

Una de las dos cajas negras del avión de American Airlines que se estrelló ayer en Nueva York ha sido encontrada, según ha anunciado Marion Blakey, directora del organismo que investiga la catástrofe. "Toda información que tenemos ahora es de un accidente", ha señalado Blakey, en unas breves declaraciones.

Blakey, directora del Consejo Nacional para la Seguridad en el Transporte (NTSB), ha indicado que los restos del Airbus A300 quedaron esparcidos en una extensa área, y que se han recuperado fragmentos incluso en el mar, en la zona de Jamaica Bay.

Ninguna llamada de socorro

Los cazas militares, que patrullan sobre Nueva York desde los atentados del 11 de septiembre, no recibieron ninguna llamada de socorro desde el Airbus A300. Fuentes del Pentágono explicaron que los cazas escucharon la noticia del accidente "cuando ya era demasiado tarde para hacer nada" y que, cuando llegaron a Queens, "el avión ya estaba en el suelo".

Los vuelos de reconocimiento que se realizaron a posteriori no informaron de ninguna "actividad inusual", según el Pentágono. La FAA informó en este sentido de que el contacto por radio entre los controladores y el avión se había perdido cuatro minutos antes del siniestro.

El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, durante la rueda de prensa.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, durante la rueda de prensa.AP

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