Bush restringe la inmigración para prevenir la entrada de terroristas
Estados Unidos crea una "fuerza de seguimiento de terroristas extranjeros" que coordine a todas las instancias de la administración para evitar que la tragedia se repita
El Gobierno de Estados Unidos va a restringir su política de visados de entrada al país para evitar la llegada de terroristas, según ha anunciado hoy el presidente, George W. Bush. "Vamos a restringir la política de visados. Eso no significa que no vayamos a dejar a la gente venir a nuestro país", ha señalado Bush al comienzo de la primera reunión del recién creado Consejo para la Seguridad del Territorio Nacional.
Entre los capítulos que se van a endurecer figura el de los visados para estudiantes, de los que cada año entran a EE UU unos 600.000, y actualmente no se controla si realmente asisten a los centros educativos en los que fueron admitidos.
Previamente, la Casa Blanca había informado de que el Gobierno tomaría hoy nuevas medidas migratorias para restringir la entrada a personas sospechosas de cooperar con el terrorismo internacional.
Una fuerza de seguimiento
El proyecto consiste en crear una "fuerza de seguimiento de terroristas extranjeros" que coordine información de diferentes agencias y organismos del gobierno para impedir la entrada de los sospechosos de "cometer o apoyar actos terroristas", ha señalado el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
Fleischer ha añadido que, en caso de que los sospechosos hubieran entrado ya en territorio de Estados Unidos, su misión consistiría en "localizar, detener, acusar o deportar" a esos individuos.
Bush tiene previsto anunciar las nuevas medidas durante la primera reunión del Consejo de Seguridad del Territorio Nacional, creado tras los atentados terroristas del 11 de septiembre, que causaron más de 5.000 muertos y desaparecidos.
Los atentados fueron cometidos "por un grupo de terroristas extranjeros", ha recordado el portavoz presidencial, quien ha recalcado que "obviamente, es necesario endurecer" los mecanismos de entrada al país.
Estas nuevas medidas para controlar los flujos migratorios se suman a otras tomadas por Washington desde la tragedia de las Torres Gemelas y el Pentágono y que limitan las libertades y los derechos públicos con el fin, según la Casa Blanca, de garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Así, Bush ha ratificado ya la nueva ley antiterrorista, que incluye artículos tan polémicos como la posibilidad de retener durante siete días a cualquier sospechoso de ser un terrorista sin necesidad de presentar cargos contra él y un mayor control y vigilancia de Internet y de los correos electrónicos.
Pero Bush no es el primer dirigente mundial que habla de aplicar mayores controles a la inmigración. El Gobierno laborista británico, con Tony Blair a la cabeza, prepara una nueva ley para endurecer el derecho de asilo.
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