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LA LUCHA CONTRA AL QAEDA

Egipto aplica la ley antiterrorista a 80 seguidores de Bin Laden

Mubarak ordena juzgar de urgencia a estos detenidos, en prisión preventiva por su relación con la red del disidente saudí

El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, ha hecho uso de sus poderes como jefe supremo del país para firmar un decreto, contemplado por la Ley de Emergencia, por el que se juzgará de urgencia a 80 detenidos en prisión preventiva por su supuesta pertenencia a la red Al Qaida (La Base) de Osama Bin Laden.

La decisión de Mubarak coincide con el 20 aniversario de su llegada al poder, tras el asesinato de su antecesor, Anwar Al-Sadat, a manos de la organización integrista radical Yihad (Guerra santa), liderada por el segundo de Bin Laden, Ayman Zawahri.

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De acuerdo con la información oficial, el grupo de radicales integristas fue detenido en mayo pasado y planeaba perpetrar atentados contra diferentes "objetivos de peso" en Egipto, que no se especifican. Con su postura, el rais egipcio parece haber querido poner coto a una posible nueva ola de integrismo islámico en su país.

En los últimos días habían llegado a El Cairo inquietantes noticias desde el exterior, includo Estados Unidos, de detenciones de ciudadanos egipcios vinculados a la organización terrorista internacional de Bin Laden.

Esta semana, la Policía de Azerbaiyán entregó a las autoridades egipcias a un residente de esa nacionalidad relacionado, al parecer, con este grupo, y Yemen informó de que, de las 500 personas detenidas en el país en los últimos siete días, varias decenas eran de origen egipcio.

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Un juicio sin apelación

Los 80 detenidos en Egipto serán juzgados de acuerdo con la ley marcial que rige en el país desde que Mubarak accedió al poder en octubre de 1981, y que no permite apelar el veredicto. Esta legislación, impuesta tras el asesinato de Anuar el Sadat, fue durante la década de los 90 el arma fundamental en la lucha del Gobierno egipcio contra el terrorismo integrista islámico.

Gracias a su contundente aplicación y a que autoriza los arrestos arbitrarios y el encarcelamiento preventivo, Egipto logró rendir a los terroristas. El último atentado en el país ejecutado por el radicalismo integral musulmán tuvo lugar en 1997, en la localidad meridional de Lúxor, donde el grupo Al Yama Islamya (Asamblea Islámica) asesinó a 58 turistas, en su mayoría suizos y japoneses.

Dos de los detenidos tomaron lecciones de pilotaje en Estados Unidos con un compatriota identificado por los servicios de información estadounidenses como uno de los piratas aéreos que estrellaron uno de los dos aviones que destruyeron las Torres Gemelas.

Además, se les relaciona con la proscrita organización integrista egipcia Yihad Islámica, de Zawahri, el segundo en la línea de mando de Al Qaeda, detrás de Bin Laden, acusado por EE UU de instigar los atentados del pasado 11 de septiembre en Nueva York y Washington.

Críticas a la impunidad de la ley marcial

Según fuentes diplomáticas árabes en El Cairo, Al Zawahri tiene contacto con los líderes de la Yihad encarcelados en Egipto, donde se supone que hay más de 15.000 integristas detenidos. Sin embargo, el decreto de Mubarak ha despertado voces críticas en el seno de las organizaciones pro derechos humanos y los grupos más liberales del país, que cuestionan la impunidad que permite la ley marcial.

Egipto, que fue el primer país musulmán en condenar los atentados del martes negro, ha puesto a disposición de la comunidad internacional su experiencia en la lucha antiterrorista. Tampoco ha objetado los ataques de EE UU contra Afganistán, donde se supone que se encuentra refugiado Bin Laden, bajo protección del régimen talibán, que gobierna en Kabul desde 1996.

Mubarak propuso la convocatoria de una conferencia mundial de la ONU para que la comunidad internacional acuerde con claridad la definición de "terrorismo" y diseñe una estrategia común en su contra.

Aún así, se ha sumado a los dirigentes árabes y musulmanes, que han advertido de que no aceptarán un ataque contra otro país islámico en nombre de la lucha antiterrorista.

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