EE UU rechaza la última oferta de los talibán sobre Bin Laden
La asamblea de jefes religiosos pide al multimillonario saudí que abandone voluntariamente Afganistán
Estados Unidos ha considerado "insuficiente" la decisión de los jefes religiosos de los talibán, que han pedido a Osama Bin Laden que abandone Afganistán por su propia voluntad. "Esta decisión no satisface las exigencias americanas", ha declarado un portavoz de la Casa Blanca.
La resolución de los clérigos afganos "no cumple con los requisitos de Estados Unidos. Esto va más allá de que a un hombre se le permita que salga (de Afganistán) de forma presuntamente voluntaria desde un refugio a otro", ha afirmado Ari Fleischer, portavoz de la Casa Blanca.
Fleischer ha subrayado que "ahora es momento de actuar y no de palabras". "El presidente George W. Bush ha pedido que las figuras clave de la organización terrorista La Base (Al Qaida), incluyendo a Osama bin Laden, sean entregados a autoridades responsables y que los Talibán cierren los campamentos de entrenamiento de terroristas en Afganistán. Estados Unidos reafirma esas peticiones", ha afirmado el
portavoz.
El Gobierno estadounidense no reconoce al Gobierno dirigido por la milicia integrista islámica Talibán, que controla el 95% de Afganistán.
El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ha informado de que Al Qaida es una red de organizaciones terroristas con presencia en más de cincuenta países de todo el mundo, incluido EE UU.
La decisión de Washington es luchar contra el terrorismo internacional, "extirpándolo desde sus raíces, para después aniquilarlo".
Petición talibán
La cúpula religiosa talibán, compuesta por casi un millar de clérigos del Islam (ulemas) reunidos en Kabul, ha decidido pedir a Osama Bin Laden, que abandone Afganistán por su propia voluntad. La resolución será sometida ahora al líder supremo talibán, el jeque Mohamed Omar, en quien recae la respuesta definitiva.
Al término de dos días de deliberaciones para decidir la suerte de Bin Laden, los ulemas han convocado también a todos los musulmanes a una guerra santa si Estados Unidos, que ya ha hecho todos los preparativos para la guerra, ataca Afganistán.
En torno a un millar de teólogos islámicos llegados de todas partes de Afganistán han participado en el Gran Consejo (shura) convocado por el mulá Mohamed Omar, líder supremo de los talibán, para discutir la entrega de Bin Laden, reclamado por Washington "vivo o muerto".
"Para evitar la confusión actual y también situaciones similares en el futuro, el Gran Consejo de los honorables ulemas recomienda al Emirato Islámico (de Afganistán) persuadir a Osama Bin Laden para que abandone Afganistán cuando sea posible", reza una de las dos resoluciones aprobadas hoy por los teólogos.
Pero el decreto señala que Bin Laden deberá dejar el país "por su propia voluntad", según un despacho de la agencia oficial afgana de noticias Bakhtar, considerada portavoz de los talibán, la milicia integrista islámica en el poder en Afganistán y que controla alrededor del 90% del territorio del país.
Exigencia de pruebas
Los ulemas han adoptado también otra resolución en la que convocan a los musulmanes a la guerra santa si Washington pone en práctica sus planes de ataque de la llamada Operación Justicia Infinita.
La decisión de los ulemas tendrá que ser ratificada ahora por el mulá Omar, quien al comienzo de las deliberaciones advirtió el miércoles a los teólogos de que EEUU utiliza a Bin Laden como una excusa para acabar con Afganistán.
El líder supremo de los talibán reiteró que no entregarán al principal sospecho de los atentados del pasado 11 de septiembre sin tener evidencias de EEUU sobre la implicación de Bin Laden en los actos terroristas, que han causado la muerte o desaparición de unas 6.000 personas.
Sin embargo, el ministro de Educación de Afganistán ha afirmado hoy que la decisión del jeque Omar estará de acuerdo a lo afirmado hoy por los líderes religiosos.
Fuentes de los talibán declararon recientemente que su gobierno respetará la decisión de los ulemas, que ratifica en definitiva la posición de esta milicia respecto al disidente saudí desde hace años.
A las presiones ejercidas por EEUU para que extraditaran a Bin Laden a fin de juzgarle por los ataques de 1998 contra sus embajadas en Kenia y Tanzania, que causaron 224 muertos, los talibán respondieron que éste es un "invitado" del pueblo afgano y que no lo entregarían sin pruebas, aunque era libre para abandonar el país.
Entonces, como ahora, Estados Unidos se ha negado a facilitar esas evidencias.
La maquinaria de guerra, en marcha
La Casa Blanca además ha puesto en marcha su maquinaria de guerra y el miércoles ordenó el despliegue de un centenar de aviones de combate estadounidenses en la zona del Golfo Pérsico, donde tiene ya dos portaaviones y 25.000 soldados y a donde se dirigen otros efectivos.
Los talibán han negado reiteradamente que Bin Laden esté implicado en los atentados contra Nueva York y Washington del pasado día 11, alegando que son operaciones muy sofisticadas y que el saudí no tiene medios para llevarlos a cabo.
Han amenazado también con atacar cualquier país vecino que ayude a EEUU en un eventual ataque contra Afganistán, después de que Pakistán, su país vecino, trasmitiera a Washington que le prestará todo su apoyo en la lucha contra el terrorismo.
En un mensaje a la nación para explicar la posición de Pakistán en la crisis, el presidente Pervez Musharraf reconoció el miércoles que EEUU ha pedido ayuda logística, intercambio de información y el uso de su espacio aéreo.
Los radicales islámicos en Pakistán, donde el 95% de sus 140 millones de habitantes son musulmanes, alertaron a Musharraf contra el apoyo a EEUU si ataca Afganistán y cada día son más numerosas las protestas callejeras de los extremistas, que consideran a Bin Laden un héroe del Islam.
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