La ONU toma medidas urgentes para afrontar la marea de refugiados que huyen de Afganistán
Mientras miles de afganos abandonan sus ciudades ante un eventual ataque de Estados Unidos, Naciones Unidas empezó ayer a preparar planes urgentes para alimentar y dar cobijo al último flujo de desheredados. 'Hasta el momento estamos en un estado de emergencia, pero preparándonos para una posible avalancha de refugiados', dijo Yusuf Hassan, portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Testigos presenciales afirmaron que decenas de miles de personas abandonaban las ciudades de Kabul, Kandahar y Jalalabad a pie, en burro o amontonados en viejas camionetas en búsqueda de una frontera segura. Pero incluso aquellos que logran salir del paupérrimo Afganistán se encuentran al otro lado de la frontera con escuálidos campos de refugiados atestados de gente sin esperanza. 'Los refugiados afganos carecen en los campos de una red de seguridad. Sienten que han fracasado. A muchos de ellos se les ve mendigando por las calles..., sus hijos escarbando entre la basura de Karachi, Lahore y Peshawar', dijo Hassan. 'Así es que se convierten en una clase marginal que vive en la desesperación. Ésta es la razón por la que últimamente los vemos intentando abandonar los países vecinos en la búsqueda de una vida mejor'. Hassan insistió en que la comunidad internacional tiene que dar un paso hacia adelante y ayudar a los refugiados. ACNUR España ha puesto en marcha una campaña de emergencia y ha abierto la cuenta 700-9 del BSCH, así como facilita el número de teléfono 91 369 06 70 para todos aquellos que deseen más información. Según cifras de ACNUR, existen en el mundo 3,7 millones de refugiados, de los cuales dos millones residen en Pakistán y 1,5 en Irán.
A su vez, el presidente de Médicos Sin Fronteras-España (MSF), Miguel Ángel Pérez, manifestó ayer la preocupación de esta organización internacional de acción humanitaria por la catástrofe que amenaza a los millones de desplazados y refugiados afganos, informa Federico Simón. 'Una solución bélica con miles de muertos y grandes desplazamientos de la población civil no ayudará a paliar la pérdida de las 5.000 víctimas del atentado contra las Torres Gemelas', asegura Pérez. Con el agravante de que la mayoría de las organizaciones de ayuda humanitaria se han visto obligadas a abandonar el país. Lo que más preocupa a la organización es que de momento 'ya se ha reducido la accesibilidad de la población civil a la ayuda humanitaria'.
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