La marcha bereber en Argel se dispersa pacíficamente
La manifestación se convirtió en una sentada pacífica tras el bloqueo establecido por la gendarmería en torno a la capital
Según la coordinación de los comités "esta manifestación ha alcanzado todos sus objetivos, al imponerse en este día tan simbólico de la conmemoración del 39 aniversario de nuestra independencia".
La marcha de protesta se convirtió en una sentada pacífica tras el bloqueo establecido por la gendarmería en torno a la capital, impidiendo los accesos a la misma.
Sin embargo, ante el bloqueo de millares de participantes que no pudieron llegar por carretera, debido a las barreras establecidas por las fuerzas de gendarmería, los organizadores afirmaron que "es de temer ahora que la revuelta se extienda en la Cabilia, contra el régimen opresor".
Bajo un sol abrasador un millar de personas permanecieron en la plaza del Primero de Mayo desde primeras horas de la mañana, frente a un impresionante dispositivo de las fuerzas antidisturbios de la policía.
En un radio de unos 50 kilómetros en torno a Argel, la gendarmería, provista de tanquetas, detuvo a todos los vehículos procedentes de la Cabilia, entre ellos unos 400 autobuses fletados por los comités, según informó uno de sus portavoces.
Los manifestantes gritaron las habituales consignas de "Poder asesino" y "Democracia y libertad para toda la Argelia", enarbolando banderolas negras con la inscripción "Por una Argelia unida e indivisible".
"Con esta consigna queremos mostrar a nuestros compatriotas y a la opinión internacional que no somos separatistas ni buscamos el desmembramiento de nuestra patria", ha dicho uno de los portavoces de los comités bereberes.
Los manifestantes mantuvieron un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas en la Cabilia desde que comenzó la revuelta el pasado 19 de abril, al ser tiroteadas con munición real por los gendarmes.
Reivindicaciones de los bereberes
Los comités elaboraron un pliego de exigencias entre las que figura que la lengua beréber "tamazight" tenga el mismo carácter oficial que el árabe, y que las fuerzas de la gendarmería abandonen la Cabilia.
También piden que se mejore la condición económica de la franja más joven de la población, que se encuentra desempleada y sin el menor horizonte social en razón de lo que se califica de "injusticia del poder político, corrompido y controlado por un grupo de generales".
Desde que diera comienzo la revuelta han muerto más de medio centenar de personas y varios centenares resultaron heridas en los enfrentamientos con las fuerzas del orden, según datos oficiales.
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