El ejército filipino busca por tierra, mar y aire a los 20 rehenes secuestrados por Abu Sayyaf
La guerrilla islamista ha reivindicado el ataque al balneario. - El Gobierno ha ofrecido una recompensa de 4 millones de pesetas por los terroristas
A la Armada se han unido hoy las Fuerzas Aéreas y el Ejército de Tierra de Filipinas, que han declarado en estado de alerta tres provincias del sur del país (Basilan, Joló y Tawi-Tawi), a dónde se creé que podrían haberse dirigido los secuestradores con sus rehenes.
La guerrilla islamista Abu Sayyaf ha reclamado hoy la autoría del secuestro por medio de declaraciones de su portavoz, Abu Sabaya, a la emisora Radio Mindanao.
Un grupo de casi 30 hombres armados y encapuchados secuestró en la madrugada del domingo a tres estadounidenses y 17 filipinos en un complejo turístico en Honda Bay, en las cercanías de Puerto Princesa y a unos 600 kilómetros al sur de Manila.
Los trabajos de búsqueda se interrumpieron al caer la noche de ayer, y hoy se han reanudado con la sospecha de que los secuestradores se encuentran aún en Filipinas y no han traspasado las aguas jurisdiccionales malasias.
El Gobierno puntualiza que no pagará un rescate por los rehenes
Lanchas más potentes que las del ejército
"Lo importante es localizar la guarida lo antes posible y neutralizarlos, pero la seguridad de los rehenes es nuestra prioridad", ha declarado a una emisora local el portavoz del Ejército, el general Edilberto Adan, tras anunciar la decisión del Gobierno de ofrecer una recompensa de 3.800.000 millones de pesetas a todo el que ofrezca una pista que lleve hasta los secuestradores.
Sin embargo, el portavoz presidencial, Rigoberto Tiglao, ha admitido la falta de patrullas rápidas de la Marina, y ha explicado que los secuestradores cuentan con ventaja al usar potentes lanchas equipadas con motores Volvo que alcanzan una velocidad de 120 kilómetros por hora.
Este tipo de lanchas fue el utilizado por el grupo armado en el asalto del pasado martes a un hotel de la compañía española Barceló en Mindanao (al sur del país), que acabó con un saldo de dos muertos y tres heridos.
Tanto Tiglao como el consejero de Seguridad, Roilo Golez, han señalado que "el Gobierno mantendrá conversaciones con los secuestradores siempre y cuando liberen a los rehenes sin condiciones". Además, Golez ha puntualizado que no pagarán un rescate.
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