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CONFLICTO DIPLOMÁTICO

Moscú responde a la expulsión de 50 de sus diplomáticos de EE UU con la misma medida

La medida tomada por Washington está relacionada con la detención de Robert Hanssen, ex agente del FBI acusado de espiar para Rusia

Los cuatro primeros expulsados han sido acusados de supuestas actividades de espionaje. El resto de expulsiones respondería a la preocupación estadounidense de que Rusia tiene demasiados agentes de inteligencia operando en EE UU.

"La preocupación por la presencia de estos agentes en EE UU ha venido creciendo durante varios años", ha declarado el portavoz de la Casa Blanca Ari Fleischer. "El Departamento de Estado pidió ayer a un cierto número de ciudadanos rusos que abandonen el país, siendo declarados personas non gratas".

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Moscú ha reaccionado al anuncio estadounidense con las mismas armas. De esta manera, el ministro de Exteriores, Igor Ivanov, ha anunciado que 50 diplomáticos estadounidenses serán también expulsados de su territorio.

Horas antes, fuentes gubernamentales rusas habían calificado de "injustificada" la expulsión de los cuatro diplomáticos y la protesta pertinente fue entregada al embajador norteamericano en Moscú, James Collins.

"Este gesto inamistoso, que tiende a agravar las relaciones ruso-norteamericanas, desde luego tendrá consecuencias y recibirá una respuesta adecuada", dice el comunicado de protesta.

Fuentes oficiosas rusas han mencionado sólo la expulsión de EEUU de los cuatro diplomáticos directamente relacionados con el caso de Robert Hanssen y han dicho que desconocían oficialmente la cifra total de afectados por la orden de expulsión.

El ministerio ruso de Exteriores ha divulgado la nota minutos después de que el titular del departamento, Igor Ivanov, lamentara por televisión las expulsiones y acusara a EEUU de recibir a un líder chechén en "otro eslabón en la cadena de gestos inamistosos" de Washington.

"No había ninguna razón para dar semejante paso", ha dicho Ivanov a la cadena pública de televisión ORT al referirse a la expulsión de diplomáticos rusos de EEUU. Ivanov ha declarado que "existen contactos en los servicios secretos, y si alguien tenía alguna duda o problema, podría haberse resuelto fácilmente a través de estos canales". "En Washington han escogido otro camino, y por eso este paso sólo se puede calificar de político", ha añadido.

Esta medida, que supondría la primera expulsión de envergadura de diplomáticos rusos en la era post-soviética -Ronald Reagan ordenó en 1986 la salida de 80 de ellos-, llega un mes después de la detención del agente del FBI, Robert Hanssen, sospechoso de espionaje a favor de Moscú.

Hanssen, de 56 años, fue arrestado el 18 de febrero en un parque, no muy lejos de su domicilio en un suburbio de Washington, instantes después de depositar en una papelera un paquete con documentos del FBI.

Hanssen, agente del FBI desde hace 27 años, trabajaba para la Unión Soviética, y después para Rusia, desde 1985, tiempo en el que proporcionó miles de documentos clasificados como alto secreto a cambio de millones de dólares.

Reunión con un líder checheno

La tensión diplomática creada por el anuncio de las expulsiones se une a la que se ha hecho patente esta semana ante el anuncio estadounidense de que altos cargos piensan reunirse con un líder checheno.

Un comunicado oficial del ministerio de Asuntos Exteriores sobre la reunión, tachada de "inaceptable por Moscú", la calificaba hoy de "acto francamente inamistoso"

Con el comunicado, el Kremlin materializó su amenaza del miércoles de que la eventual reunión de funcionarios norteamericanos con el ministro checheno de Asuntos Exteriores, Iliás Ajmádov, "influirá negativamente" en las relaciones entre Washington y Moscú.

La reunión con Ajmádov, según revelaron en el Congreso fuentes oficiales norteamericanas, tendría lugar "esta semana" a nivel de "subsecretario de Estado adjunto".

Serguéi Yastrzhembski, portavoz del Kremlin, denunció que en caso de celebrarse la reunión, se podría interpretar "en círculos de los separatistas y terroristas chechenos como señal de estímulo a sus acciones".

La nota oficial del ministerio añade textualmente: "Sorprende francamente con qué tenacidad digna de mejor causa establece la parte norteamericana contactos con emisarios de los terroristas chechenos, que vuelan edificios de viviendas, matan a rehenes y secuestran aviones de pasajeros".

En junio del año pasado, el ministro del gobierno checheno que no es reconocido por Moscú intentó inútilmente lograr una entrevistas con la entonces secretaria de Estado, Madeleine Albright.

Pero Ajmádov fue recibido en varias ocasiones por funcionarios de inferior categoría, lo que ya provocó protestas oficiales rusas.

REUTERS

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