Las cinco entrevistas más rompedoras del año en ‘Ideas’

En Ideas nos encantan las entrevistas. Tanto, que se pueden contar con los dedos de una mano las semanas que no hemos contado con nuestra conversación de rigor. Gracias a la escucha de los diálogos que mantienen nuestros periodistas con los grandes pensadores de nuestra era, podemos alcanzar algunas conclusiones (o al menos intentarlo).

Hemos seleccionado las entrevistas más leídas de este 2025. Y han tocado algunos de los aspectos que más nos han inquietado a lo largo del año: el imparable avance de la inteligencia artificial, la democracia y sus múltiples males, algunos de los misterios que guarda nuestro cerebro y si existen otras formas de pensar en el Sur global que nos pueden ayudar a entender mejor el mundo.

Una curiosidad: cuatro de los cinco entrevistados tienen más de 70 años. La edad es un grado en el pensamiento, ha quedado claro. Y se ha unido al grupo la joven filósofa Raquel Ferrández, de 36 años.

1. Gilles Lipovetsky: “Si quiere vivir mejor, enamórese, tome Prozac, no busque en la filosofía”

El ensayista francés, nacido en 1944, siempre ha logrado clasificar y elevar fenómenos que los intelectuales despreciaban para convertirlos en termómetros de lo contemporáneo: el consumo de masas, la estética o el ocio. En su último libro, La nueva era del kitsch: Ensayo sobre la civilización del exceso (Anagrama), retrata el viaje de lo vulgar, del mal gusto, lo aparatoso y lo superficial hasta la centralidad del mundo. Durante la conversación que mantuvo desde su ático de Grenoble (Francia) con Daniel Verdú, nuestro corresponsal en París, habló de cómo la filosofía puede desempeñar un papel para comprender lo que nos rodea, pero que esa tarea no es terapéutica: no es mejor leer a Sócrates que tomar antidepresivos. “La filosofía permite comprender el lugar donde vivimos. Pero no comparto esa idea de que es terapéutica. De que es mejor leer a Sócrates que el Prozac. Si quiere vivir mejor, enamórese, tome Prozac o haga lo que quiera, pero no lo busque en la filosofía.“.

2. Manuela Carmena, jurista: “Me llevé una desilusión, creía que los activistas eran los más indicados para la política”

La abogada y jueza emérita, nacida en 1944, representó la esperanza de la nueva política como alcaldesa de Madrid entre 2015 y 2019. En marzo publicó sus memorias, muy francas y sin tapujos, Imaginar la vida. Cuatro décadas transformando lo público (Península), donde recoge su obsesión por ser útil más allá de la burocracia. Y la carrera de obstáculos en que se convirtió el Ayuntamiento de la capital y el propio espacio de la izquierda. En la entrevista que le hizo Berna González Harbour, la expolítica le contó que algunos de quienes fueron sus compañeros de viaje en la llamada nueva política no sabían ceder ni escuchar a otros. “Antes creía que los activistas eran los más indicados para la política, pero me di cuenta de que no. Me llevé una desilusión”.

3. Ignacio Morgado, neurocientífico: “Lo difícil no es morir, es cómo mueres”

El psicobiólogo catalán, que nació en 1951, ha escrito una decena de libros sobre cómo funciona el cerebro. Catedrático emérito, acaba de publicar un ensayo sobre la consciencia —El espejo de la imaginación (Ariel)—, un enigma que, dice, quizás no seamos capaces de resolver. En la conversación que mantuvo con Jaime Rubio Hancock, le comentó que tiene claro que la principal preocupación de la neurociencia han de ser las enfermedades cerebrales como el alzhéimer y el párkinson: “Hace más de un siglo que Ramón y Cajal estableció las bases de cómo funciona el cerebro y todavía no somos capaces de curar ninguna enfermedad neurológica”.

4.Slavoj Žižek, filósofo: “La sabiduría es lo que más odio, es una absoluta estupidez conformista”

El pensador esloveno, nacido en 1949, siempre polémico, considera que los viejos buenos tiempos de la socialdemocracia liberal son historia. Autor de medio centenar de ensayos, este año ha publicado Contra el progreso (Paidós), El cielo en desorden (Anagrama) o Ateísmo cristiano (Akal). Dice que estamos ante una nueva era en que no podemos pensar en un mundo mejor, si no, simplemente, en sobrevivir. En la entrevista que mantuvo con Joseba Elola dijo que era muy pesimista: “Vivimos en una era del desconocimiento. Hablamos de las catástrofes, pero no nos las tomamos en serio. Queremos gastar un poco más en ecología, blablablá, pero queremos seguir con nuestras vidas relativamente confortables. Aún no hemos sufrido una amenaza lo suficientemente fuerte”.

5. Raquel Ferrández (filósofa): “La muerte no es un error de diseño biológico que tengamos que corregir”

La profesora de filosofía, nacida en 1990, se especializó en pensamiento indio, en el que se introdujo a través del sánscrito y el yoga. “Se me habló de diferentes problemas del mundo: el sujeto, la racionalidad, todo en abstracto…, pero era un provincianismo: lo que faltaba era mundo”, le comentó durante la entrevista a nuestro compañero Sergio C. Fanjul. En su último libro, Inmortalidad digital. Colonizar el planeta Muerte (Herder), explora los intentos tecnológicos, desde los chats de inteligencia artificial o los avatares hasta la criogenización o el mind uploading (la descarga de la mente en una computadora), para lograr la hiperlongevidad y abolir la muerte. Y qué dice eso de nuestra forma de entender la existencia. “Hay muchos días de luto y conmemoración, pero la muerte no está en nuestra vida cotidiana… hasta que llega. Y la tecnología refuerza esta negación".