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El retorno triunfal de Los Ganglios: “Se nos fue la castaña, nos peleamos y luego nos dio vergüenza recoger cable”

La banda extremeña, disuelta en 2019 y reformada por sorpresa el pasado año con una gira que agotó entradas en pocas horas, tiene previsto actuar en Primavera Sound y prepara nuevas canciones con inteligencia artificial

Xoxé Tetano (izquierda) y Rafael Filete (derecha), el dúo de hermanos que forma Los Ganglios, pasados por el filtro de la inteligencia artificial.Foto: AMIRG REI VAJ (@WARPLUPIS) | Vídeo: LOS GANGLIOS

Una tarde de agosto de 2019, Los Ganglios se disolvieron sin dar explicaciones y de manera inesperada. Acababan de publicar el disco Leyenda negra, tenían por delante presentarlo en salas y eran más famosos que nunca: todo un nuevo público les estaba descubriendo a través de Rosalía, para quien acababan de hacer la dirección creativa del vídeo Fucking Money Man, lanzado aquel verano. “Por asuntos personales hemos decidido acabar con Los Ganglios. Quedan cancelados todos los conciertos. Perdón por las molestias y gracias por todo”, decía, escueto, el comunicado. Cuatro años después, sus componentes aclaran a ICON cuáles fueron esos asuntos personales. “Se nos fue la castaña mientras estábamos organizando los ensayos y la gira. Nos peleamos”, cuenta el guitarrista Rafael Filete, nombre artístico de Jacinto Melara (Madrid, 44 años). No esperaron a consultar con la almohada la tajante decisión y se arrepintieron: “Esa misma noche ya nos habíamos reconciliado, pero nos dio vergüenza recoger cable después de haber publicado la esquela y devuelto el dinero de las entradas”.

“Yo personalmente me sentía bastante atosigado por el tipo de éxitos que estábamos teniendo a raíz del videoclip de Rosalía”, apunta Xoxé Tétano, pseudónimo de Pablo Melara (Madrid, 47 años), cantante y hermano de Rafael. “Cuando vi nuestra foto en la portada de Los 40 pensé ‘¡ja me maaten..!’. Estaba muy suspicaz y creo que eso propició la bronca”. Filete se consuela: “Unos meses más tarde llegó la pandemia y hubiésemos tenido que parar a la fuerza, así que al final cuadró bien”. En otoño de 2022, Los Ganglios salieron de nuevo a la carretera, agotaron en cuestión de horas el aforo de una minigira de seis conciertos y comprobaron que, durante su ausencia, “no se pinchó el globo del porc [género acuñado por ellos mismos para permanecer indefinidos]”, como bromea Rafael al imaginar los titulares de prensa si el regreso hubiese sido un fracaso. Este 2023, de momento, tienen previsto actuar en el Primavera Sound de Barcelona y Madrid y en el Palencia Sonora. También han publicado dos nuevas canciones: Rafael Nadal Pereira y Rivotril.

Criados en el municipio extremeño de Montijo (Badajoz), Los Ganglios emergieron a finales de los dosmiles como rareza de YouTube. Canciones como LOL, Al final o Color de rosa alcanzaron categoría de himnos en los márgenes de la industria, con propuestas visuales tan chocantes, graciosas y rocambolescas como sus letras. Superada la curiosidad o la risa que pudieran producir los vídeos en un primer momento, su música saltaba rápidamente a las playlists particulares por una razón sencilla: era muy pegadiza. En sus conciertos, las proyecciones de powerpoints e infocreaciones son casi igual de importantes. Más influidos por la Urania Disco que había en su pueblo que por la Ruta del Bakalao (“éramos demasiado jóvenes”, aclara Xoxé), en el cóctel del grupo entran desde Eskorbuto hasta la electrónica dura, pasando por Kiko Veneno, cuyo disco Échate un cantecito (1992) es el que Rafael Filete dice haber escuchado más veces en su vida.

El comentario político también está presente, aunque nunca de manera obvia: “Tenemos la norma de no hablar de políticos en activo”, subraya el guitarrista. “Imagínate que hubiéramos hecho una canción dedicada a Fátima Báñez, Rafael Catalá o Màxim Huerta. Esos muñecos cambian mucho de cara y no hay que dejarse cegar”. “Para mí la mákina y el punk tocan las mismas teclas, son géneros hermanos en términos de hacer hervir la sangre”, explica, por su parte, Tétano. “También hay canciones mákina contestatarias, como Yo solo quiero tener billetes de M.P.M., e infinidad de canciones punk que solo frivolizan. Pero la estética gabber [un tipo de hardcore techno] es cosa mía, Rafael es más de la escuela Lorenzo Lamas”.

Imagen IA de Rafael Filete (es decir, Jacinto Melara), guitarra, bajo sintetizador y segunda voz en Los Ganglios.
Imagen IA de Rafael Filete (es decir, Jacinto Melara), guitarra, bajo sintetizador y segunda voz en Los Ganglios.Amirg Rei Vaj (@warplupis)

Del mismo modo que en algunos temas el chiste es evidente, parte del encanto de Los Ganglios viene, otras tantas veces, también de su carácter abstracto, extraño, oscuro y surrealista. En Babieca hiede, por ejemplo, se detenían a especular con el olor que emanaría del caballo del Cid. “Más que el humor buscamos la sorpresa”, afirma Rafael, mientras que Xoxé reconoce no tener claro su proceso compositivo. “Escribir los sueños cuando todavía están calientes ha sido fuente de muchas letras”, cuenta. “Yo a veces me pongo a dibujar con una línea errática y peregrina que no sé a dónde me va a llevar, y luego escribo muy descriptivamente basándome en ese dibujo raro”. Actualmente, el grupo está trabajando con inteligencia artificial para crear letras e imágenes; es el caso de las fotos que acompañan esta entrevista, elaboradas por el artista Amirg Rei Vaj. “Hemos empezado a usarla, sobre todo, para generar la paja, la purria articulante del tema. Tenemos facilidad para escribir cosas intensas, raras y oníricas, pero a veces resulta difícil desarrollarlas e hilarlas, porque para eso se requiere algo de mediocridad mecánica, que hace que lo extraño y bello resalte”, razona el cantante.

Badajoz no es Hiroshima

El elemento autobiográfico es otra clave en las narraciones de Los Ganglios. En S.A.N.Z., el vocalista relataba una pudorosa incursión en la tienda de discos Ultra Local de Barcelona para adquirir el álbum Viviendo deprisa (1991), de Alejandro Sanz, asegurando al dependiente que era “para una amiga”. “Es un episodio del pasado, ahora ya no me avergüenzo y me gusta abiertamente Alejandro Sanz”, actualiza Xoxé. “Prefiero sus discos antiguos, eso sí”. Ambos, por otro lado, desmienten haber vivido la anécdota descrita en Amélie Poulain, semilla de Al final, la historia de un encuentro sexual entre dos amantes que se frustra al sufrir uno un gatillazo tras ver un póster de Amélie en la habitación. “Yo sí recuerdo un póster del Circ Du Soleil colgado en una pared que me dio mucho bajón”, precisa, no obstante, Rafael Filete.

“Hay ciertos productos culturales que tenemos atragantados. Cualquier cosa de Christopher Nolan, Aronofsky, la ciencia ficción en tono grave, La hora chanante…”, se justifica Xoxé. Estos últimos días no han dejado pasar la oportunidad de recuperar en sus redes la chanza que hicieron a costa de MasterChef en la canción y el videoclip de La última palabra, tras la noticia de la intoxicación masiva durante el rodaje de una prueba del programa en Valencia, que convertía su estribillo en profético: “Los microbios tendrán la última palabra”. El lugar donde los hermanos crecieron también es paisaje habitual en sus composiciones, territorio de uno de los géneros por excelencia de Los Ganglios, la distopía (Badajoz 2222), o de reivindicaciones como que el imaginario de los buitres negros de Monfragüe no es patrimonio exclusivo de Extremoduro (Vivencias propias). En el éxito apócrifo KITT y los coches del pasado, de Ladilla Rusa, Xoxé ponía voz a un coche fantástico “diseñado y tuneado en Calzadilla de los Barros, provincia de Badajoz”.

Xoxé Tétano es el alias de Pablo Melara, el cantante de Los Ganglios. Al contrario que a su homólogo por IA, no le pasa nada en los dedos.
Xoxé Tétano es el alias de Pablo Melara, el cantante de Los Ganglios. Al contrario que a su homólogo por IA, no le pasa nada en los dedos.Amirg Rei Vaj (@warplupis)

“Tenemos mucho público en Extremadura al que le gusta nuestra música, nos apoya y nos da cariño. Pero creo que promotores e instituciones tienen cierto complejo”, se lamenta Rafael Filete. “En cierta forma, priman lo foráneo sobre lo propio. Es más difícil que nos llamen de un festival en Badajoz que de uno en Madrid o Barcelona. Y en muchas ocasiones nos ha costado encontrar sala en Badajoz para hacer un concierto”. Del ecosistema de megafestivales, la convivencia artística con figuras del star system como Rosalía y la amenaza que ello pudiera suponer para su independencia, Xoxé dice: “El peor problema es que intenten censurarte y tú cedas por no quedarte fuera. Somos cafres y bastante antitodo, especialmente cuando se trata de entrar en el sistema. Nunca hemos cedido a cambiar el discurso ni a ningún tipo de censura. A Rosalía la vimos el día del rodaje [del videoclip Fucking Money Man] y fue todo estupendo. Ella nos contactó por lo que somos y había respeto mutuo. Con el Primavera Sound tampoco hay queja, se han amoldado bien a nuestras necesidades y estamos muy contentos de actuar ante tanta gente”.

“Todo lo que hayamos podido conseguir ha sido sin el apoyo de multinacionales, nunca lo hemos buscado y lo hemos rechazado cuando nos lo han ofrecido. Eso también es nuestro orgullo”, añade el cantante. La banda no da detalles sobre sus planes inminentes. “Últimamente vamos al día. Tener que diseñar la carrera del grupo es un rollazo, trae peleas y es lo que peor se nos da. Nos dejamos llevar”, asegura Filete. Sobre la temática de sus próximas letras, Xoxé sí abre la puerta a que, tras haber dedicado tanto espacio a “las posguerras, las distopías, las bombas atómicas y la alienación”, “tal vez toque cantar a la utopía y al verde esperanza”. A falta de comprobar si la frase es una ironía, resulta menos ambiguo cuando zanja: “Nos encanta tener un grupo de música y crear”.

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