Perfumes y talentos que florecen de noche

Para descubrir un nuevo perfume lo más eficaz son las distancias cortas y la ausencia de prisas. De ahí que el pasado 11 de octubre Christian Dior organizara en Madrid una cena con motivo del relanzamiento de tres de las fragancias más icónicas de La Collection Privée Christian Dior, la línea más exclusiva e introspectiva de la casa. La cita fue en la suite de The Madrid Edition, el más contemporáneo de los hoteles de lujo de Madrid.

Allí, en una terraza con vistas al centro de la capital y en sus interiores minimalistas y suntuosos —una paradoja que es la firma de John Pawson, responsable junto a Ian Schrager de la arquitectura y los interiores del proyecto—, se reunió una selección de talentos del cine, el arte, la literatura, la moda y las redes. Profesionales de la interpretación como Sergio Momo, Iván Pellicer, Ana Rujas, Julia de Castro y Hugo Arbués, talentos de la moda y la dirección artística como Jorge Parra, Luca Guarini, Marta Ortiz, Curro Verdugo y Marta Aparicio, la escritora Leti Salas y Álvaro de Juan, director de cultura y entretenimiento de The Madrid Edition, compartieron champán, cena y perfumes bajo la batuta de Daniel Figuero, embajador internacional de las fragancias Christian Dior.

Fue precisamente Figuero quien, a lo largo de la noche, fue desgranando las claves del nuevo lanzamiento de la casa, que vive un momento crucial. En octubre del año pasado Christian Dior anunció el nombramiento de Francis Kurkdjian como Director de Creación de Perfumes de la casa. Sin embargo, no era la primera vez que el perfumista francés cruzaba el umbral de la sede histórica de la firma, en la parisiense Avenue Montaigne. En 2004, cuando ya era uno de los valores más audaces —y seguros— de la industria, creo dos fragancias que sirvieron para inaugurar lo que hoy es La Collection Privée Christian Dior, la línea de perfumes más exclusivos de la casa.

La primera, Eau Noire, se apoyaba en la lavanda, la mirra y el regaliz para crear una fragancia nocturna y dulce, pero nada empalagosa. A su vez, Cologne Blanche reinterpretaba las colonias tradicionales en clave dieciochesca, con azahar, violeta y ámbar. Dieciocho años después de su lanzamiento, son dos clásicos de culto de la marca. Por eso, y mientras perfila sus primeras creaciones propiamente dichas para Dior, Kurkdjian ha querido regresar a estas primeras referencias y recuperarlas para que su magia nunca envejezca. Ha añadido una tercera joya de aquella misma camada, Bois d’Argent, de Annick Ménardo, una de las fragancias más elegantes del mundo.

Las reediciones ya están disponibles desde el pasado septiembre. Y sus fórmulas acapararon conversaciones a medida que Figuero desvelaba sus ingredientes y lo que sus notas y acordes decían de cada portador. Esa es una de sus especialidades: unas sofisticadas sesiones de diagnóstico olfativo destinadas a encontrar el perfume perfecto para cada persona. En La Collection Privée de Christian Dior hay opciones tan diversas como personas. Y más de uno acabó la noche descubriendo que Vanilla Diorama o Tobacolor, otros dos clásicos recientes de la casa, son ya su nueva fragancia favorita. Y ese tipo de relación —el de una persona con su fragancia— es algo que requiere tiempo, confianza y apertura mental: la atmósfera exacta que logró recrear esta cena.

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