Misterio en el estadio: así es la colaboración entre Palomo Spain y Puma

Desde que presentó sus primeras colecciones de moda, Alejandro Gómez Palomo, fundador de Palomo Spain, ha defendido que su objetivo era diseñar no para una pequeña tribu urbana, sino para todo el mundo. Su nueva colaboración con PUMA, que se ha anunciado el 1 de septiembre y sale a la venta el 3, le acerca un poco más a ese sueño: la colección cápsula creada junto al gigante alemán de la ropa deportiva se venderá en todo el mundo a través de la web de ambas marcas, y también en tiendas seleccionadas. “Que la gente cool de Nueva York o Londres vista esta colección me hará muy feliz, pero también que la lleve mi padre”, explica el cordobés en declaraciones difundidas con motivo del lanzamiento. “Mi objetivo final es que el estilo Palomo Spain llegue a todo tipo de personas, porque eso significará que hemos pulsado la tecla correcta”.

En PUMA x Palomo Spain, el diálogo se plasma en prendas deportivas de género neutro que aúnan la fiabilidad técnica de la primera con el estilo juguetón y surrealista de la segunda. La inspiración, cuenta el diseñador, es el fútbol de los años setenta y, en particular, la figura y la imagen de Johan Cruyff, “que es también la encarnación de la estética de Palomo Spain en el deporte”, explica el diseñador. De ahí procede el aire retro pero actualizado de una colección formal en los patrones y lúdica en los estampados, los colores y los motivos gráficos. Por ejemplo, en los polos con líneas geométricas y curvas sutiles presididos por el logo de la colaboración, que convierte la silueta animal de PUMA en una suerte de escudo heráldico. O en las sudaderas con cremallera y pantalones de chándal cuyas bandas laterales deletrean el nombre de la marca española con exuberancia barroca, un recurso que también emplean una camiseta de entrenamiento con cuello alto cuyo estampado es casi un artilugio pop art.

El calzado, una de las especialidades de PUMA (y uno de los ámbitos menos explorados por Palomo Spain hasta ahora), incluye versiones estampadas de la zapatilla Weekend y varios diseños que combinan formas de zapatería clásica con una suela escultórica inspirada en las líneas de senderismo de la marca alemana. Así sucede con el mocasín Nitefox y en su correspondiente bota alta: pura exuberancia práctica. “Fue maravilloso asociarnos con una empresa que tiene los medios y la ingeniería necesaria para trabajar las cosas de una manera que no puedo en mi estudio y mi atelier, ya que eso nos permitió abordar la colección de una manera mucho más técnica en un primer momento”, ha declarado el cordobés. “Fue un reto técnico porque trabajamos a distancia, pero al mismo tiempo el proceso resultó muy sencillo”.

También hay lugar, como siempre sucede en Palomo, para la coquetería, en forma de un bolso clutch con detalles deportivos y un pañuelo de seda estampado que reivindican los códigos de la firma española. La campaña despliega una escenografía enigmática y digna de un thriller de los años setenta, y está localizada en una suntuosa mansión futurista de los años sesenta y en una gasolinera donde modelos de ambos sexos entrenan con pesas y palos de golf en un ambiente de extrañeza decadente. “Ambas empresas tenemos un sentimiento compartido de comunidad e inclusión, que se plasma en el planteamiento de género neutro de la colección, que es algo natural en mi forma de trabajar”, explica Palomo. “Nunca pienso en mis prendas como destinadas a un hombre o a una mujer, y el equipo de PUMA lo aceptó totalmente. Por eso hemos fotografiado la campaña de este modo”.

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