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Véronique Nichanian, directora creativa de moda de hombre de Hermès: “No trabajo con musos ni con fantasías masculinas”

La moda de Hermès es humana, inteligente y sosegada en un mundo con mucha prisa. Un éxito, y una rareza, que nos explica Véronique Nichanian, responsable del universo masculino de la casa desde hace tres décadas

Carlos Primo
Véronique Nichanian, directora creativa del universo masculino de Hermès.
Véronique Nichanian, directora creativa del universo masculino de Hermès.Hermès

Recuerda Véronique Nichanian (Boulogne-Billancourt, Francia, 1954) que creció sintiendo una mezcla de atracción y respeto por la boutique de Hermès en el Faubourg Saint-Honoré de París. “Era impresionante, tenía algo de institucional, de estatutario”, recuerda. “Mi madre y mi abuela tenían algunos bolsos y pañuelos, y conocía bien la tienda, pero nunca había entrado. Me impresionaba mucho”. Poco imaginaba que, cuando atravesara finalmente esa puerta, sería para trabajar allí como diseñadora. Y que 32 años después su despacho se ubicaría exactamente encima de la tienda insignia de la firma más veterana del lujo francés. Ahora es ella la que a veces baja al espacio comercial para observar a los clientes indecisos, incluidos aquellos que, como ella, no se atreven a entrar, aunque cada vez son menos. “Las redes sociales han aportado una facilidad de acceso que antes no existía”, reconoce. “Muchos hombres pensaban que Hermès no era para ellos, pero ahora las barreras casi han desaparecido”.

Aquí y en las páginas siguientes, los modelos visten prendas pertenecientes a la colección otoño/invierno 2020 de ‘prêt à porter’ para hombre de Hermès. Los materiales nobles son una de las señas de identidad de la casa, igual que las texturas sofisticadas. En primer término, camisa de algodón y cachemir con motivo geométrico y jersey de cachemir camel. Las chaquetas y prendas de abrigo tienen detalles funcionales –cremalleras, bolsillos– y una piel suavísima, todo un emblema de esta firma.
Aquí y en las páginas siguientes, los modelos visten prendas pertenecientes a la colección otoño/invierno 2020 de ‘prêt à porter’ para hombre de Hermès. Los materiales nobles son una de las señas de identidad de la casa, igual que las texturas sofisticadas. En primer término, camisa de algodón y cachemir con motivo geométrico y jersey de cachemir camel. Las chaquetas y prendas de abrigo tienen detalles funcionales –cremalleras, bolsillos– y una piel suavísima, todo un emblema de esta firma.Tom Kleinschmidt

En la industria de la moda no abundan trayectorias tan prolongadas y estables como la de Nichanian, que desde 1988 está al frente del universo masculino de Hermès. Pero tampoco abundan firmas como esta casa que nació asociada a los productos de cuero y los accesorios ecuestres y que hoy es una empresa familiar especializada en artesanía de vanguardia alérgica a las prisas. “Pocas casas ofrecen algo así”, apunta, “30 años de libertad en una empresa donde no hay marketing y la creación manda”.

Su colección de moda para hombre de este invierno es buen ejemplo de ello. “Venía de una colección de verano muy colorida, y para el invierno tenía ganas de algo más sobrio y radical, con líneas puras, siluetas muy sencillas y grandes volúmenes envolventes”, explica. “Hermès es color, estampados y ligereza, pero también rigor, tejidos increíbles, abrigos. Camel, negro, avellana, blanco, gris. Tonos neutros. El yin y el yang”.

En primer plano, traje negro de lana y mohair, camisa amplia de popelín y ‘carré’ 1000 Feuilles de seda y cachemir. A su derecha, de perfil, el modelo lleva un cortavientos reversible de piel y cachemir. Esta temporada, la gama de colores se centra en los grises, beis, blancos y negros, en un regreso a la elegante sobriedad de la casa, y que subraya las posibilidades técnicas de las prendas diseñadas por Véronique Nichanian, directora del universo masculino de Hermès desde 1988.
En primer plano, traje negro de lana y mohair, camisa amplia de popelín y ‘carré’ 1000 Feuilles de seda y cachemir. A su derecha, de perfil, el modelo lleva un cortavientos reversible de piel y cachemir. Esta temporada, la gama de colores se centra en los grises, beis, blancos y negros, en un regreso a la elegante sobriedad de la casa, y que subraya las posibilidades técnicas de las prendas diseñadas por Véronique Nichanian, directora del universo masculino de Hermès desde 1988.Tom Kleinschmidt

Afirma la diseñadora que, de no haberse dedicado a la moda, se habría centrado en la arquitectura y el urbanismo, como sus ídolos Mies van der Rohe, Jean Prouvé, Charlotte Perriand o Frank Gehry, arquitectos “con inteligencia y un vocabulario propio”. En su método de trabajo no hay modelos aspiracionales ni público objetivo. “No trabajo con musos ni con fantasías masculinas. El punto de partida son los materiales. Después vienen los colores, las formas y los volúmenes. Es difícil de explicar, pero hay tejidos que piden un color determinado”. Su nueva colección, explica, se basa en crear prendas con varias vidas, “varios estados de ánimo, varias formas de llevarlas”.

Por ejemplo, un pantalón recto y largo que se puede llevar tal cual, o ceñido con un lazo que le da un volumen distinto. O chaquetas con doble delantero, que permiten jugar con la construcción de la prenda. Hay piezas reversibles, tejidos impermeables y detalles que denotan que la irrupción de lo deportivo en Hermès se ha hecho sin aspavientos, pero con contundencia. “En estos 30 años he acompañado a los hombres en este cambio”, explica. En este periodo, los hombres han pasado de ir al trabajo con traje y corbata a ponerse deportivas y prescindir de la formalidad. “No voy a decir que he influido, pero sí les he acompañado, porque soy alguien que escucha a los otros, y lo que me interesa es estar en mi época. Me interesa la vida real. Los hombres hoy se mueven mucho, viajan con maletas de cabina, necesitan prendas ligeras e impermeables. El hombre es sensible a los materiales. Cuando compra una chaqueta de cachemir o cuero, quiere que el forro sea reversible o impermeable. Aquí aportamos un extra de alma y de emoción a lo que el hombre lleva a diario”.

Dos ejemplos de concordia entre artesanía y tecnología. El modelo sentado en el suelo lleva una de las estrellas de la colección: una sudadera con cremallera y capucha confeccionada con tejido Toilice impermeable, un material cuyo aspecto brillante y nacarado recuerda al hielo. A la derecha de la imagen, el modelo viste una sudadera de piel técnica reversible y pantalón con bolsillos. El calzado de la casa está diseñado (y perfectamente alineado con la moda) por Pierre Hardy. Todo, Hermès.
Dos ejemplos de concordia entre artesanía y tecnología. El modelo sentado en el suelo lleva una de las estrellas de la colección: una sudadera con cremallera y capucha confeccionada con tejido Toilice impermeable, un material cuyo aspecto brillante y nacarado recuerda al hielo. A la derecha de la imagen, el modelo viste una sudadera de piel técnica reversible y pantalón con bolsillos. El calzado de la casa está diseñado (y perfectamente alineado con la moda) por Pierre Hardy. Todo, Hermès.Tom Kleinschmidt

En Hermès, la emoción tiene domicilio fijo: los talleres de la casa, donde las innovaciones técnicas conviven con un respeto a la artesanía que, paradójicamente, no tiene nada de retro. “La mano del hombre sigue siendo esencial”, explica. “En Hermès no hacemos tabula rasa del pasado. Lo que me interesa es crear un diálogo entre esa artesanía y la nueva tecnología. Ahí está la modernidad”. Confiesa Nichanian que esa dualidad es parte de su carácter. “Soy muy curiosa, me encanta la tecnología, pero al mismo tiempo respeto mucho el pasado sin ser nostálgica. No echo de menos nada, pero tampoco me gusta la violencia. Es más interesante convencer al público en lugar de obligarle a aceptar lo nuevo. Me parece terriblemente pretencioso llegar y decir que lo que uno hace es mejor que lo que hicieron los que vinieron antes. Yo no he llegado para empujar a los hombres, sino para proponerles cosas. Defiendo un modo de hacer con suavidad, revisando el armario temporada tras temporada. Es como escribir un libro”.

Hablamos sobre el cambio vital y productivo de los últimos meses. “En cierto modo, esta época se aproxima a los valores de Hermès, que consisten en ralentizar el tiempo”, apunta. “Siempre he pensado que la moda mantiene una relación extraña con el tiempo, vive en un sentido de urgencia, como si hiciera falta crear algo nuevo cada seis meses. Es muy brusco. Siempre he intentado detener el tiempo haciendo ropa que luche contra la aceleración. Me gustan las cosas que duran”.

Realización: Santi Rodríguez. Maquillaje y peluquería: Kerr Shutterland. Asistentes de fotografía: Sophie Klock y Wolfgang Amadeo. Asistente de estilismo: Skylar Kang. Retoque: Fabian Bollig. Modelos: Bong Kim (Nest), Frank (Tomorrow is Another Day),Friedrich (M4 Models) y Qaher Harhash (Iconic).

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Sobre la firma

Carlos Primo
Redactor de ICON y ICON Design, donde coordina la redacción de moda, belleza y diseño. Escribe sobre cultura y estilo en EL PAÍS. Es Licenciado y Doctor en Periodismo por la UCM

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