‘Grand designs’: la serie sobre arquitectura arriesgada para construir las casas más extravagantes
La serie de Netflix sigue paso a paso los proyectos de algunas de las casas más innovadoras del mundo, donde sus dueños son los propios diseñadores, arquitectos y constructores, embarcados en el proyecto de su vida: construir la casa de sus sueños
El programa británico Grand designs muestra algunos de los hogares más vanguardistas del mundo, pero con una particularidad que supone, quizás, el mayor de los retos realizados en la vida de sus protagonistas. Y es que, los procesos de construcción de estas viviendas, de gran envergadura, son realizados por sus propios dueños, quienes siguen paso a paso sus propias decisiones en cuanto al diseño, y a los materiales de la construcción de sus viviendas a utilizar, con un componente en común en casi todas ellas: están realizadas en base de madera. La serie, de dos temporadas de nueve y ocho capítulos respectivamente, la dirige el también diseñador, escritor y presentador británico Kevin McCloud, y se puede ver en Netflix. Una producción en la que se mezclan las grandes expectativas iniciales de unos ilusionados dueños, con algunas de las drásticas y difíciles decisiones que tienen que tomar durante la construcción, incluso, al arriesgar muchos de ellos, todo su dinero para levantar la vivienda. Una serie británica que embauca a todos los amantes del diseño y la arquitectura, al mostrarlos arriesgados e innovadores proyectos hogareños, que más allá de los componentes emotivos, aporta la posibilidad de conocer de cerca el proceso de construcción de una vivienda, al poner en valor, tanto técnicas de construcción antiguas, como otras más modernas y la incorporación de nuevas tecnologías. Os contamos un poco más acerca de siete de ellas.
‘Herne Hill’: una construcción de encanto vintage
Las construcciones de hierro y acero fueron de las primeras influencias en el nacimiento de la arquitectura victoriana en la Inglaterra del S.XIX. Y de aquella época aún quedan muchos vestigios, como una antigua lechería ubicada en Londres, que una pareja de decoradores británicos llamados Beth y Andrew, decidieron renovar, pero no sin mantener algunas de las características de la antigua construcción de la época.
Entre ellas, la enorme sensación industrial original del edificio, de aires románticos, repleta de pintura descascarillada, metal oxidado, paredes húmedas, y plantas enormes y dejadas que rodean un patio con un techo derrumbado, como pieza central de la vivienda de inspiración parisina. Todo un compendio de condiciones que no hicieron otra cosa que enamorar aún más a la pareja, quienes fueron unos de los que decidieron invertir todos sus ahorros en reformarla y hacerla suya, tras un desembolso de más de dos millones de libras.
Y entre las novedades, realizaron un techo de acero pintado, que la pareja optó por recrear en láminas de metal de estilo corrugado, como en los antiguos edificios industriales.
‘Casa Domo’, en Herefordshire (Inglaterra)
La pareja de británicos formada por Ed y Rowena Waghorn decidieron llevar una vida alejada de la ciudad, y vivir en una casa completamente diferente, en una de las colinas que se levantan en Herefordshire (Inglaterra). Con una estructura de madera, la casa fue construida casi en su totalidad a mano, mediante la artesanía y los materiales de origen local.
Una vivienda extravagante a la vez que original ubicada en una colina empinada, compuesta por pisos de piedra cortada, una celosía de madera tejida, vigas de setos muy cuidados y podados y formas de madera a modo de curvas orgánicas, que recuerdan a las pequeñas casas de los hobbits, como puede verse en la puerta principal y en la ventanas.
La casa se encuentra situada en una parcela de tres hectáreas, donde la pareja cuida a sus cabras, ovejas y gallinas. Una construcción que comenzó en el año 2005, pero que no acabó hasta el 2014. Después de casi diez años de trabajo, esta peculiar casa de madera y barro es uno de los logros más impresionantes de la serie, una verdadera obra de arte.
‘Malvern’: una casa levantada en un acantilado
Jon y Gill Flewers deseaban construir ellos mismos su propia casa, y en 2013, tras comprar un terreno sin haberlo visto siquiera in situ, decidieron construir su vivienda, sin ser del todo conscientes de los desafíos de la construcción, al estar ubicada en un acantilado. La casa revestida de madera parece estar boca abajo, tiene cinco dormitorios en el primer piso y áreas de estar comunes en la primera planta.
Está construida con encofrado de hormigón aislante (ICF), un material rentable y energéticamente eficiente, un requisito que para esta pareja era primordial, pero que les supuso dificultades para encontrar ingenieros y constructores familiarizados con esta técnica, lo que retrasó el progreso de la construcción. “Los obreros no estaban dispuestos a trabajar en el sitio de la pendiente en Malvern, ya que implicaría excavaciones importantes”, comenta Jon en el capítulo de la serie. Pero, finalmente, lo hicieron.
‘West Sussex’: Una casa en el bosque hecha con troncos de madera
La auto- construcción ecológica de Ben Law fue una de las construcciones más memorables de la primera temporada de ‘Grand Designs’. Este proyecto tocó la fibra sensible de millones de espectadores, quienes siguieron la construcción de su casa desde que comenzara en el 2003. El constructor y leñador, Ben Law, quería construir una vivienda solo con los recursos del bosque, a la vez de que se integrara en el propio paisaje. Y así, en 1992, adquirió Prickly Nut Wood, una porción de terreno ubicada en Sussex (Reino Unido), que ganó a través de su trabajo como leñador mediante un trueque.
Para la construcción de la vivienda, utilizó técnicas de construcción tradicionales, y llenó la casa con paneles solares y turbinas eólicas con la ayuda de algunos amigos. El coste final de la vivienda apenas le costó 28 mil libras, eso sí, solo el proyecto de la casa le llevó ocho meses, y la construcción de la vivienda diez años, tiempo en el que vivió con su familia en una caravana.
‘Cornwall’: la casa de madera doblada al vapor
El ambicioso proyecto de la pareja de diseñadores de interiores, Tom y Danie Raffield, consistió en transformar una pequeña cabaña de un guardabosques clasificado como Grado II en Cornualles, del siglo XIX, que por entonces tan solo contaba con cuatro estancias, en una espectacular vivienda de dos pisos, creada a partir de la técnica tradicional denominada “doblado al vapor” de la madera.
El diseño y la fabricación de muebles de madera creados mediante el proceso tradicional de doblado al vapor, consiste en la aplicación de calor y humedad durante un tiempo determinado para dar forma a la madera, y cuyos resultados suelen ser formas ondulantes, circulares, y, en definitiva, muy hermosos, que estos diseñadores utilizaron como método de construcción y diseño de casi toda la vivienda, incluidos los revestimientos de las paredes, que fueron creados con la madera de los mismos árboles, que se habían caído en el bosque en ese mismo lugar.
‘Haringey’: la mezcla perfecta entre el pasado y el presente
El segundo episodio de la temporada 17 de ‘Grand Designs’ lo dedican a un proyecto ubicado en Haringey, en el Norte de Londres. Una casa con una entrada de construcción original victoriana, la cual cautivó por completo a la pareja formada por Penny Talelli y Mark Edwards, quienes se decidieron a apostar por la renovación de la casa mediante el amor por el diseño de la época y el contemporáneo. La entrada de la casa, que data de 1854 se levanta en una colina empinada que restauraron a base de revestimientos modernos a partir de zinc.
Ya en el interior, apuestan por un diseño industrial, pero de corte contemporáneo como la instalación de una escalera de acero en color amarillo, que deja entrever el equilibrio entre los detalles victorianos y la arquitectura de vanguardia.
‘Devon’: la casa con el techo en forma de arado
Esta casa de campo de estructura de madera ubicada en Honiton (Inglaterra), fue el resultado de un proyecto llevado a cabo por Mark y Candida Diacono, un matrimonio quien junto a un equipo de arquitectos de Orme Architecture, construyeron una casa con un enorme techo inspirado en la forma de un arado. En el interior, construyeron también una escuela de cocina, y otro de trabajo. “El espíritu detrás de nuestra casa es la de querer conectar los alimentos que comemos con la manera y forma en la que se producen; queríamos poder dar la bienvenida a la gente a nuestra tierra con cursos de cocina para vivir en el campo a la vez que nosotros mismos lo hacemos allí”, comenta Mark en la serie.
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