Un oasis hecho de cerámica

Calidez y evocación. Esas dos sensaciones son las que asaltan al visitante justo después de cruzar las puertas de la nueva flagship store de Marazzi en Madrid. The Welcoming Room, una zona creada como una acogedora cocina, nos da la bienvenida a este espacio de 300 metros cuadrados situado en la madrileña calle Serrano y que se abre al público como un oasis de sensaciones, tactos y texturas. La casa italiana, especialista en cerámica y gres desde su fundación, en 1935, ha ideado este lugar como un viaje no solo a su tradición e historia, sino como un recorrido por las distintas posibilidades de los materiales, mezclando lo artesanal con lo vanguardista. Y para ello, la firma ha contado con unos aliados de excepción.

“En este proyecto, el diálogo entre los espacios se refuerza con el uso de materiales y objetos que recuerdan un carácter artesanal y transmiten sensaciones positivas”, explica Patricia Viel, del estudio de arquitectura ACPV ARCHITECTS Antonio Citterio Patricia Viel, encargado de rediseñar este espacio en un entorno privilegiado. Para ello, han explorado las posibilidades de un material que hunde sus raíces en técnicas ancestrales pero que se mantiene tan vigente como el primer día.

“La cerámica tiene el mérito de ser un material versátil, uno de los más antiguos y sin duda uno de los más eclécticos”, afirma Viel. “Es capaz de ser a la vez high-tech en términos de adaptabilidad y posibilidades de investigación y desarrollo futuros, pero también low-tech en la percepción de su auténtica belleza; un material, en definitiva, capaz de adaptarse y responder a las nuevas necesidades”.

De esta forma, la flagship store de Marazzi se plantea como un recorrido por salas temáticas en la que los materiales de la firma se exponen al visitante creando entornos armónicos y cálidos. En la mencionada The Welcoming Room, el concepto de living kitchen, esa cocina pensada como el centro de la vida del hogar, se plasma con grandes placas de gres porcelánico combinadas con el pequeño formato de las colecciones Cogriolo y sus esmaltes vibrantes y seductores. La colaboración con Signature Kitchen Suite, cuyos electrodomésticos de cuidado diseño se integran en el espacio, nos muestra también como una placa de inducción puede integrarse en una encimera de gres Travertino Classico y, de esta forma, liberar más espacio para la convivencia en la cocina.

Tras esa bienvenida, una sucesión de salas temáticas pone de relieve la preciosidad de los materiales: desde las losas de gran formato, colgadas como ricas alfombras persas; hasta las estanterías de museo que presentan, en formatos más pequeños, una interminable colección de acabados, texturas, superficies y colores, cada uno como un objeto de extraordinario valor, único e irrepetible.

“Hay una especie de magia en la investigación de Marazzi”, describe Patricia Viel, “La tecnología y la creatividad transforman una materia prima inerte en superficies capaces de evocar la antigua artesanía, los mármoles preciosos, las incrustaciones, el arte del mosaico y las estructuras tridimensionales. Para evocar esta alquimia, el diseño del showroom se convierte en una biblioteca de coleccionista, una Wunderkammer de colores y materiales, un zoco de alfombras, un laberinto de salas en constante secuencia visual pero diferentes y sorprendentes”.

La firma italiana, presente en España con instalaciones de producción en Castellón desde principios de la década de 1980, estrena así su nueva casa en Madrid. “España es la segunda patria de Marazzi, que está presente aquí con dos fábricas punteras que producen algunas de las líneas de productos más exclusivas”, detalla Mauro Vandini, CEO del Grupo Marazzi. “Nuestro deseo es que, bajo la firma Marazzi en Madrid, los profesionales y los clientes puedan encontrar un espacio acogedor, pero también único y evocador, donde descubrir las más modernas aplicaciones de la investigación estilística y de la tecnología aplicada al producto cerámico”.