David Chipperfield y la casa de Achilles Ion Gabriel protagonizan las dos portadas del nuevo número de ICON Design

Una buena casa sabe adaptarse a lo inesperado. Las dos portadas del nuevo número de ICON Design, la revista de arquitectura, diseño, arte e interiorismo que se publica el sábado 29 de mayo, gratis con EL PAÍS, muestran cómo lo provisional puede convertirse en definitivo cuando los planes se trastocan. Y, en el último año, rara es la previsión que no ha acabado patas arriba. El arquitecto inglés David Chipperfield, por ejemplo, no esperaba pasarse tantos meses seguidos en Corrubedo, el pueblo coruñés en el que hace años construyó una casa de veraneo. Sin embargo, la pandemia le sorprendió allí, y no se ha movido desde entonces. En la entrevista que nos ha concedido, explica cómo su visión de la arquitectura ha sido sostenible desde mucho antes de que el término se pusiera de moda. Su participación en el programa de Mentores y Discípulos de Rolex le ha permitido, además, indagar en el devenir de nuestras ciudades, en la especulación urbanística y en la obsesión por el dinero de un sector que debería ocuparse de mejorar la vida de la gente. Para hacer este reportaje, viajamos hasta Corrubedo, visitamos su casa y nos tomamos algo con él en la terraza del bar que él mismo ha reformado en la plaza principal.

Tampoco Achilles Ion Gabriel, el director creativo de Camper, tenía pensado mudarse a Mallorca, cuna de la célebre empresa de calzado, hasta que empezaron los confinamientos y se dio cuenta de que seguir en París tal vez no fuese una idea tan práctica. En su salón, que protagoniza nuestra segunda portada, la mayoría de los objetos proceden de los rastrillos y las almonedas de la isla, que recorre cada semana en busca de una pasión decorativa que entiende los objetos como parte del zeitgeist, y que traslada a sus zapatos a base de humor, guiños a la Mallorca rural y a su propia biografía.

Rodearse de los objetos que a uno le hacen feliz es una de las mejores formas de construir un hábitat propio. Nuestra columnista invitada, Elena Ochoa Foster, entona un canto de amor a los libros y a las librerías que, razona, se encuentran en una encrucijada que decidirá su futuro. A la legendaria galerista alemana –pero afincada en Madrid– Helga de Alvear, la pasión coleccionista la ha llevado durante décadas a reunir uno de los conjuntos de arte contemporáneo más importantes del mundo y a desprenderse ahora poco a poco de sus tesoros, pero no para jugar a las apuestas en las casas de subastas, sino para donarlos a un museo que lleva su nombre y que ha sido una de las mejores noticias culturales del año.

Otra de las noticias que nos han alegrado ha sido el nombramiento de Antwaun Sargent como uno de los directores de las red de galerías Gagosian, porque este joven crítico y comisario tiene un compromiso firme con difundir sin clichés ni tópicos la obra de los nuevos artistas negros. Que el arte es identidad y biografía es algo que queda patente también en dos figuras casi opuestas que han convertido sus casas en pequeños museos. Uno es el mexicano Pedro Friedeberg, el último gran surrealista, cuya casa en Ciudad de México es un laberinto enigmático e irresistible. Otro es el joven galerista Cy Schnabel, que ha convertido la casa de su madre en San Sebastián en una atípica sala de exposiciones.

En este número hay un sinfín de historias y personajes que ilustran esa naturaleza híbrida y limítrofe de los temas que nos interesan. Ha sido fascinante recorrer con Martin Szekely el itinerario intelectual que le ha llevado a diseñar los nuevos asientos del Museo del Louvre a partir de ideas que van de la arqueología –una escultura egipcia– a lo social –elevar simbólicamente la figura del personal de sala. También nos ha encantado imaginar lo que pudo ser Atlantis, aquella ciudad utópica que Leon Krier proyectó en Tenerife y que, aunque nunca llegó a construirse, dejó documentos, maquetas y pintura que son materia prima para los sueños. Invita a soñar, aunque de otro modo, la visión humanista de la comisaria y escritora Mariana Pestana, que ha diseñado la Bienal de Diseño de Estambul en torno a la idea de la empatía.

Hay mucho más en estas páginas. Muebles, objetos, obras de arte, utensilios cotidianos, anécdotas históricas y columnas que abordan todas esas preguntas que dan razón de ser a esta publicación, y que difícilmente podíamos prever solo un par de números atrás. Pero el mundo es así. Y una buena revista es como una buena casa: cambia, se transforma y se adapta a las circunstancias para conformar un hogar, que es lo mismo que un hábitat natural. Feliz lectura.