Robert De Niro invierte 210 millones de euros en un hotel en la playa caribeña favorita de Lady Di
El actor, ahora también un magnate de la hostelería, abrirá a finales de año un complejo turístico de lujo en la isla de Barbuda con habitaciones desde 2.500 dólares por noche


Robert De Niro, el protagonista de clásicos del cine como El Padrino o Taxi Driver, sigue expandiendo sus negocios y su fortuna, valorada en más de 500 millones de dólares, aunque uno de sus últimos proyectos no tiene nada que ver con el séptimo arte. A sus 82 años, el actor estadounidense ha hecho una inversión de 210 millones de euros para construir un complejo turístico, el Nobu Beach Inn, en la isla caribeña favorita de la princesa Diana de Gales: Barbuda. Es un proyecto de lujo que ofrecerá habitaciones en bungalós desde 2.500 dólares por noche, y cuya apertura está prevista a finales de 2025.
De Niro visitó Barbuda por primera vez hace 30 años, en un paseo de un día. Pero le bastaron solo unas horas para que quedar impresionado con la belleza del arenal más famoso de la isla, la playa Princesa Diana, nombrada en honor a Lady Di, quien fue fotografiada en 1997 sentada en la piscina del entonces hotel K Club.
“Siempre pensé que era algo especial. Y dije: ‘Este es el sitio, si podemos conseguirlo”, dijo De Niro a The New York Times el pasado mes de enero, cuando avanzó la idea de su nuevo proyecto turístico. Paradise Found Barbuda LLC., la entidad que cofundó el actor, adquirió la propiedad de 158 hectáreas —o 222 veces el Santiago Bernabéu— en 2015. Pagaron 5,2 millones de dólares por un contrato de arrendamiento de 99 años.
El hotel se está construyendo en el lugar donde estaba antes el K Club —destruido en 2017 por el huracán Irma—, propiedad de la diseñadora italiana Mariuccia Mandeli. El nuevo Nobu beach Inn constará de 36 habitaciones en 17 bungalós, todas con piscinas privadas. También estarán disponibles a la venta, por un precio que va desde los 12 millones de dólares, 25 villas privadas frente al mar. Así que su objetivo son los huéspedes y compradores de alto nivel.
El restaurante Nobu Barbuda es la primera fase del plan de desarrollo del complejo de lujo. Este abrió sus puertas por primera vez en 2020 y atiende, casi en exclusiva, a personas que visitan la isla, en paseos de helicópteros o en barcos desde las islas vecinas, en un día. El menú incluye platillos locales como la langosta de Barbuda y el bacalao negro con miso, un clásico de la cadena Nobu, con múltiples sedes en América, Asia y Europa (en España, tienen locales en Barcelona, Marbella, Ibiza y San Sebastián).
De Niro, además, tiene una propiedad privada en la isla caribeña, en la que se queda ocasionalmente para revisar de primera mano los planos, las obras y supervisar el diseño y la decoración del futuro hotel. En sus palabras, “es una casa de playa simple, de un solo nivel, con un par de habitaciones de invitados, conectadas”, comentó recientemente a The Telegraph.
Los planes para la construcción del alojamiento se vieron retrasados tras el huracán de 2017. Desde entonces, la estrella de Hollywood ha defendido, ante las Naciones Unidas, la recuperación económica de Barbuda —una isla con menos de 2.000 residentes—. El Gobierno insular ha mostrado interés por el desarrollo de su proyecto, y abrió un nuevo aeropuerto internacional para aviones privados y pequeños. Sin embargo, el intérprete se ha enfrentado a críticas por explotar y violar el espíritu de la normativa sobre el uso del suelo y apropiarse de las tierras tras el huracán.
En la mencionada entrevista con The New York Times, ya explicó cómo hace compatible sus dos profesiones: la de ser actor y dueño de hoteles. “He hecho unas cuantas cosas que van a salir, y tengo otros proyectos en marcha que aún no se han finalizado. Y también tengo esto —señalando a la playa—. Ser magnate de la hostelería no es exactamente más divertido que ser actor, simplemente es diferente. Actuar es solo otra tarea, por así decirlo”, dijo De Niro.
La carrera cinematográfica de seis décadas del ganador de dos Oscar es tan grande como el imperio de hoteles, hostelería y bienes y raíces que posee. Empezó su imperio en 1990, cuando inauguró, junto con un socio, el chef japonés Nobuyuki Nobu Matsuhisa, el primer restaurante Tribeca Grill en Nueva York. Que, tras 35 años, sirvió una última cena el pasado 1 de marzo. En 2013, después de más restaurantes Nobu, abrieron el primer Nobu Hotel en el Ceasars Palace de Las Vegas. Ahora De Niro es uno de los fundadores de la empresa Nobu Hospitality, valorada en 1.000 millones de dólares, que tiene un portafolio global de 42 hoteles —algunos aún en desarrollo—, 12 complejos residenciales y 56 restaurantes.
Cuando se inaugure el hotel de Barbuda, en más de una ocasión los huéspedes podrán encontrarse con De Niro disfrutando del lujoso complejo. Aunque también tendrán la misma suerte los que decidan hospedarse en The Greenwich Hotel, otro de sus resorts de cinco estrellas en el barrio de Tribeca, en Manhattan.
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