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Lisa Marie Presley tuvo el cadáver de su hijo Ben dos meses congelado en su casa, según desvelan sus nuevas memorias

Su autobiografía, basada en las cintas de la única descendiente de Elvis Presley y coescrita por su hija, la actriz Riley Keough, cuenta que tomaba 80 pastillas al día y que cuando se casó con Michael Jackson él le aseguró que era virgen

Riley Keough, Lisa Marie Presely
Riley Keough y Lisa Marie Presley, en un evento en octubre de 2017.WWD (Penske Media via Getty Images)
María Porcel

Este martes 8 de octubre, además de las de Melania Trump, se publican en Estados Unidos las memorias de otra saga singular, realeza del país: las póstumas de Lisa Marie Presley. La única hija de Elvis Presley falleció el 12 de enero de 2023 en Los Ángeles, con solo 54 años, a causa de un bloqueo en el intestino delgado causado por una antigua cirugía bariátrica. Un año después de su muerte, su hija mayor, la actriz Riley Keough, dio a conocer que estaba preparando una biografía acerca de su madre con parte del material que esta había dejado grabado en cintas y también con sus propios recuerdos. El resultado ha venido a llamarse From Here to the Great Unknown: A Memoir (De aquí al gran desconocido, unas memorias), y sus revelaciones —precisamente al contrario que las de la ex primera dama sí que han provocado titulares. Además, en la tarde del martes Keough se sentará en una entrevista exclusiva en televisión con Oprah Winfrey para seguir hablando del volumen.

Lisa Marie Presley tuvo cuatro hijos, siendo Riley Keough, de ahora 35 años, la mayor y más célebre de todos ellos. El libro está coescrito por Keough, y ambas partes se diferencian por el tipo de letra. En el prefacio, Keough explica que Presley empezó a escribir la autobiografía en los años previos a su muerte, pero nunca logró hacerlo sola: “No se encontraba a sí misma interesante, aunque, por supuesto, lo era. No le gustaba hablar de sí misma. Era insegura. No estaba segura de que su valor para el público fuera otro que el de ser la hija de Elvis Presley. Estaba tan atormentada por la autocrítica que trabajar en el libro se le hizo algo dificilísimo”. El primer capítulo, Escaleras a Graceland, habla sobre su infancia y su célebre padre, Elvis Presley. “Creía que mi padre podía cambiar el tiempo”, arranca el libro. “Era un dios para mí. Un ser humano elegido”. Todo el libro está salpicado de fotografías, muchas de ellas inéditas y familiares.

Después las memorias pasan a hablar de su vida, que se entremezcla con la de Keough; la joven explica, por ejemplo, cómo creció en Graceland, al que considera su hogar, junto a su hermano Benjamin, nacido en 1992 del matrimonio de Lisa Marie con Danny Keough, con quien estuvo casada entre 1988 y 1994. Después Lisa Marie tuvo dos hijas más, Finley y Harper, junto a su entonces marido Michael Lockwood, que un día antes de la publicación del libro cumplieron 16 años. En julio de 2020, con 27 años, Benjamin se quitó la vida de un disparo en su casa de Calabasas, al norte de Los Ángeles, algo que devastó a Lisa Marie. Como desvela ahora el libro, no era capaz de despedirse de su hijo, al que llamaba cariñosamente Ben Ben, por lo que decidió conservar su cuerpo durante dos meses en hielo en su propia casa.

“Ninguna ley de California dice que tienes que enterrar a alguien inmediatamente”, escribe en el libro Lisa Marie Presley, que mantuvo el cuerpo de Benjamin en un cuarto refrigerado a menos de 13 grados centígrados. Por su parte, Keough anota que para su madre era “muy importante tener un amplio periodo de tiempo para despedirse de él, igual que hizo con su padre”, Elvis, que murió en agosto de 1977, cuando Lisa Marie tenía apenas nueve años. “Tener a mi padre en casa tras su muerte fue increíblemente útil, porque podía ir a pasar tiempo con él y hablar con él”, relata Lisa Marie. Durante muchas semanas de dudas, se preguntó si enterrarle en Graceland o en Hawái. “Eso fue, en parte, por lo que tardé tanto. Me acostumbré a él, a cuidarlo y a tenerlo allí. Creo que a cualquier otra persona le daría un susto de muerte tener a su hijo allí así. Pero a mí no”, cuenta. “Me sentí muy afortunada de que hubiera una manera en el que todavía podía cuidarle como madre, retrasarlo todo un poco, y estar bien con la idea de enterrarle”.

Priscilla Presley
De izquierda a derecha, Riley Keough, Priscilla Presley, Lisa Marie Presley y Benjamin Keough, en una ceremonia en Graceland en enero de 2010 en conmemoración del 75º aniversario de Elvis Presley.Mark Humphrey (ASSOCIATED PRESS)

Después, madre e hija decidieron tatuarse el nombre del joven. Él llevaba los suyos: el de Riley en la clavícula y el de Lisa Marie en la mano, y ellas decidieron hacer lo mismo. Para ello, Lisa Marie mandó llamar a un tatuador a su casa para que viera el cadáver de Benjamin y apreciara los tatuajes de cerca. “He tenido una vida extremadamente absurda, pero ese momento está en el top cinco″, afirma hoy, cuatro años después, Keough. Poco después todos empezaron a darse cuenta de que la presencia del cuerpo en la casa no era correcto: “Hasta mi madre empezó a notar que podía sentirle diciéndole: ‘Es de locos, mamá, ¿qué mierda estás haciendo?”. Finalmente, oficiaron un funeral en Malibú, al sur de Los Ángeles, y le enterraron en Graceland, en Memphis, Tennessee.

Otro de los episodios que toca el libro es el del mediático romance entre la hija de Elvis Presley y la mayor estrella mundial de la música en los noventa, Michael Jackson. Se conocieron de jóvenes pero Lisa Marie todavía estaba casada con Danny Keough cuando tuvieron una revelación. “Michael me dijo: ‘No sé si te has dado cuenta, pero estoy completamente enamorado de ti. Quiero que nos casemos y que tú tengas a mis hijos”, narra Presley. “Yo no dije nada inmediatamente, pero luego dije: ‘Me siento tan halagada que no puedo ni hablar’. Para entonces, sentía que también estaba enamorada de él”. Ahí, decidió divorciarse de Keough y empezar a salir con Jackson.

La hija del rey del rock tenía 25 años. El rey del pop, 35. “Me dijo que era virgen”, explica. “Creo que había besado a [la actriz] Tatum O’Neal y que había tenido algo con [la modelo] Brooke Shields, nada físico más allá de un beso. Me contó que Madonna había intentado enrollarse con él una vez, pero que no pasó nada. Yo estaba aterrorizada porque no quería dar un paso en falso”, relata. Se casaron en mayo de 1994. Su matrimonio duró apenas dos años, pero pasó a los anales de la cultura pop global.

Michael Jackson, Lisa Marie Presley
Michael Jackson y Lisa Marie Presley, en el Radio City Music Hall de Nueva York durante los premios MTV Video Music Awards celebrados el 8 de septiembre de 1994.KMazur (WireImage)

El libro también desvela que Lisa Marie Presley sufría una adicción a los opioides cuando murió. Su autopsia ya mostró que se encontraron tanto oxicodina como otros medicamentos en su sangre al morir, pero que no fueron claves en su fallecimiento. Ahora se ha sabido que tomaba 80 pastillas al día. “Me costaba más y más colocarme, y honestamente no sabía en qué momento mi cuerpo no iba a poder lidiar más con ello. Pero en algún punto, lo decide”, cuenta, explicando que durante un par de años usó drogas “recreacionales” pero que luego fue a más: “Era una absoluta cuestión de adicción, el síndrome de abstinencia en las grandes ligas. Sólo quería dejarlo. Estar sobria era demasiado doloroso”.

Según Keough, esa adicción empezó después de pasar por una cesárea cuando nacieron las dos hijas pequeñas de Lisa Marie, en 2008. Las tomaba a causa del dolor, pero fue “avanzando hasta necesitarlas para dormir”, lo que le hacía sentir vergüenza, ya que desde su adolescencia jamás tomaba sustancias, ni siquiera alguna medicina para un dolor leve cuando era adulta. Por ello, la adicción fue “una sorpresa”, cuenta su hija, para toda la familia. Aquello la hizo pasar por rehabilitación y Keough explica que ya no tomaba narcóticos pero que se drogaba “con el cóctel post-rehabilitación”. Según contó la actriz en una entrevista con People poco antes de publicarse el libro, ese capítulo ha sido “increíblemente difícil de escribir”, al igual que el de su muerte y el del suicidio de su hermano.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.
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