Los príncipes Guillermo y Enrique de Inglaterra mantienen las distancias en el funeral de su tío, Robert Fellowes

El príncipe Guillermo y el príncipe Enrique asistieron el pasado miércoles 28 de agosto al funeral de su tío lord Robert Fellowes en St Mary’s Church, en la localidad de Snettisham, en el condado de Norfolk, según ha apuntado el diario británico The Sun, y han podido confirmar otros medios. Sin embargo, según han apuntado algunos de los asistentes, los dos príncipes se evitaron mientras estuvieron allí.

Lo del príncipe Enrique ha sido una sorpresa. Hace escasos días, el duque de Sussex anunciaba que no iba a viajar al Reino Unido para el funeral de su tío, fallecido a principios del mes de agosto, debido a los “muchos desafíos” que plantean dichos viajes, incluida la falta de seguridad en territorio británico para él y su familia.

Robert Fellowes estaba casado con la hermana de Diana, lady Jane Fellowes, y fue además asesor de la reina Isabel II entre 1990 y 1999, a quien acompañó en numerosos desafíos, como el annus horribilis. Medios británicos afirmaron en su momento que Enrique había hablado con los hermanos de su madre tras la muerte de lord Fellowes. Los tres (Earl Spencer, lady Jane Fellowes y lady Sarah McCorquodale) lo habían apoyado públicamente en los últimos años en medio de tensiones constantes con miembros de la familia real.

Algunos de los asistentes al funeral han afirmado que los hermanos, en conflicto desde que Enrique abandonase sus funciones dentro de la casa real, y más especialmente tras la publicación de su escandaloso libro de memorias, parecían “mantener la distancia” durante la misa, no se dirigieron la palabra y “se sentaron aparte en la parte trasera de la iglesia después de llegar muy discretamente”. A pesar de la tirantez, un amigo cercano a la familia ha revelado a The Sun que estaban “muy felices de confirmar que ambos príncipes estaban allí”.

La última vez que los dos hijos de Carlos III coincidieron, al menos de manera pública, fue en mayo de 2023, en la coronación del monarca. En aquella ocasión, lo del duque de Sussex fue un visto y no visto. Durante la ceremonia de coronación se mantuvo en un discreto segundo plano. Durante la ceremonia se sentó en tercera fila, junto a sus primas Eugenia y Beatriz y los maridos de estas. Tampoco apareció en la fotografía más esperada, la de la familia real al completo saludando desde el balcón del palacio de Buckingham, puesto que el hijo menor de Carlos de Inglaterra apenas estuvo en la ciudad de Londres ni 24 horas. En cuanto terminó el acto, salió de la abadía y, según los medios británicos, se montó en un coche rumbo al aeropuerto.

Más recientemente, después de que la casa real británica anunciase a principios del mes de febrero que el Rey padecía cáncer, Enrique confirmó haber viajado al Reino Unido para tener una reunión con su padre. “Amo a mi familia”, aseguró en una entrevista para el programa Good Morning America de la ABC. “Me subí a un avión y fui a verlo tan pronto como pude”, reveló. Según han informado varios medios, parece que la relación entre el hijo díscolo y el monarca se ha deteriorado desde entonces. Fuentes cercanas al duque de Sussex afirmaron que el rey Carlos ya no atiende a sus llamadas.

En la última visita del príncipe Enrique a Inglaterra, realizada el pasado mes de mayo para celebrar los 10 años de los Juegos Invictus en Londres, el evento deportivo que fundó para militares heridos en combate, acudió sin su esposa e hijos, y no se reunió ni con su padre, ni con su hermano, el príncipe Guillermo. Tampoco con su cuñada, Kate Middleton, que también está recibiendo un tratamiento contra el cáncer que anunció que padecía el pasado 22 de marzo.