Meghan Markle, inversora e ‘influencer’
A la espera de conocer en qué consistirá exactamente American Riviera Orchard, la marca de estilo de vida que anunció en marzo, la duquesa de Sussex ha concedido una entrevista a ‘The New York Times’ donde habla de sus inversiones en firmas lideradas por mujeres, y también sobre cómo descubrió su poder de prescripción
En el año 2017, Enrique de Inglaterra y Meghan Markle hicieron su primera aparición real oficial poco después de anunciar su compromiso. Los ojos del Reino Unido, y casi de medio mundo, estaban puestos en esta joven pareja que, en aquellos momentos, parecía traer cierta frescura a la monarquía británica. Se trataba de un evento caritativo en la ciudad inglesa de Nottingham para el que Markle lució un sobrio abrigo color azul marino, y un bolso de piel de una pequeña marca escocesa llamada Strathberry. “Estaba en una reunión y recibí un mensaje de uno de mis trabajadores”, contó Leeanne Hundleby, cofundadora de la firma junto a su esposo, en una entrevista. “Poco después los teléfonos empezaron a sonar”. Milagro: aquel bolso, cuyo precio era de más de 600 euros, se agotó en apenas 11 minutos en la web de la firma, y el tráfico de su portal se disparó en un 5.000%. Ese día, Meghan Markle descubrió su poder de prescripción: “Lo cambió todo en el sentido de cómo empecé a fijarme en lo que decidía llevar encima”, ha confesado ahora en una entrevista en The New York Times publicada este miércoles 28 de agosto.
Mucho han cambiado las cosas desde 2017 para Meghan Markle. Los duques de Sussex abandonaron sus funciones en la familia real y, más adelante, en 2020, también Inglaterra para mudarse a Montecito, en California (EE UU). Allí viven con sus dos hijos, Archie y Lilibet, y sus tres perros, Pula, Guy y Mamma Mia. Se confesaron, en 2021, con la todopoderosa Oprah Winfrey, donde revelaron que el motivo de su marcha fue el acoso de la prensa y el racismo que sufrió Markle, dentro y fuera de la casa real. Luego, estrenaron su propio documental en Netflix y, más adelante, Enrique de Inglaterra publicó sus memorias, donde contaron más de lo mismo. Cuando la historia no dio más de sí, y tras unos proyectos fallidos con Netflix y Spotify, Markle anunció el pasado marzo el lanzamiento de una marca de estilo de vida, American Riviera Orchard, de la que todavía se sabe poco, pero se asume que será algo similar a Goop, la marca de estilo de vida que Gwyneth Paltrow lidera desde 2008. Un cambio de rumbo, o no tanto, si tenemos en cuenta que las firmas que luce Markle siguen generando interés y conversión a compra.
“Hay momentos en los que sé que existirá atención mundial y se prestará atención a cada detalle de lo que lleve puesto, así que apoyo a los diseñadores con los que tengo grandes amistades y a marcas más pequeñas y prometedoras que, quizás, no han recibido la atención que deberían recibir”, revela la duquesa a The New York Times. “Esa es una de las cosas más poderosas que puedo hacer, y es simplemente... llevar unos pendientes”. Pero no solo luce las marcas, sino que, tal y como cuenta en la entrevista, desde 2020 también comenzó a invertir su dinero en firmas de su interés, y ya cuenta con una pequeña cartera de empresas dirigidas por mujeres. La última de ellas es Cesta Collective, una marca especializada en bolsos tipo cesta tejidos a mano por un colectivo de mujeres en Ruanda y terminados en Italia. La duquesa de Sussex reconoce que encontró la marca de pura casualidad, navegando en internet: “Paso mucho tiempo buscando marcas en Google. Trato de encontrar nuevos diseñadores, especialmente en diferentes territorios”, reconoce.
En mayo de 2023, Enrique y Meghan quedaron a comer con un grupo de amigos en el restaurante Sushi Bar en Santa Bárbara. Los amigos eran Cameron Diaz y su marido, el músico Benji Madden. Según Page Six, a la reunión también acudió Gwyneth Paltrow y su esposo, Brad Fulchuck, así como la consejera delegada de Bumble, Whitney Wolfe Herd, y su marido, el empresario Michael Herd. Fue una de las pocas veces que los paparazis capturaron una imagen de los duques, que no se dejan ver a menudo fuera de Montecito. Markle usó un bolso de Cesta Collective para la ocasión y sus fundadoras, Erin Ryder y Courtney Weinblatt Fasciano, notaron la repercusión de inmediato. “Estábamos de camino a México para hacer unas fotografías”, revela Ryder al medio estadounidense. “Nos bajamos del avión y, de repente, ese bolso se había agotado por completo, y recibimos muchas solicitudes para avisar a los clientes cuando el bolso estuviera nuevamente en stock. Sabíamos que tenía que haber alguna razón por la que se estaban vendiendo tan rápido, por lo que Courtney investigó un poco en internet para averiguarlo. Tuvimos más ventas en un día que nunca”.
Al descubrir que el motivo era una fotografía de Markle durante aquella cena, las dos fundadoras le escribieron una nota de agradecimiento, de la cual surgió una relación profesional. Este verano, según explica ahora la duquesa, se ofreció para ser su primera inversora externa. No ha especificado cuánto dinero ha invertido en la marca, ni qué porcentaje de la empresa posee, pero Ryder y Fasciano han confirmado que se trata de una participación minoritaria. Las fundadoras también reconocen que aunque el apoyo financiero de Markle es bien recibido, su “gesto de fe” en la marca fue todavía más importante para el negocio de estos bolsos que cuestan cientos de euros y se producen en pequeños lotes de entre 25 y 50 unidades.
El interés de la duquesa de Sussex por invertir en marcas surgió durante la pandemia. La primera marca con la que se involucró fue Clevr Blends, fundada por Hannah Mendoza y Roger Coppol, una marca de café y té instantáneo que ya fue incluido por Oprah en su famosa lista de productos favoritos durante dos años consecutivos. Ahora, Markle tiene entre cinco y diez marcas en su cartera, según revela a The New York Times. Y las ve como una especie de complemento a su propia marca de estilo de vida que lanzará en los próximos meses: “Invertir en ellos me ha ayudado a prepararme para este capítulo en el que invierto en mí misma”, ha aclarado. Puede que funcione.
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