Chris Hemsworth: “Crecimos arruinados. Siempre pensaba en ganar dinero para solventar las deudas de mis padres”
El actor australiano ha visitado Madrid para promocionar su nueva película, ‘Tyler Rake 2′, donde tiene un papel muy “exigente” por el que todavía tiene “resaca y efectos secundarios”, a pesar de haber estado los últimos meses de retiro familiar
Siete días, cuatro países y tres continentes. Esa es la gira mundial en la que está inmerso el actor australiano Chris Hemsworth (Melbourne, 39 años) para presentar su nueva película junto a Netflix: Tyler Rake 2, que se estrenará en la plataforma el 16 de junio. Sin apenas descansar, el intérprete aterrizó en Madrid esta semana para una intensa, pero emocionante promoción. Es él mismo quien abre la puerta de su habitación de un céntrico hotel de la capital para recibir a EL PAÍS. “Estoy feliz. Madrid es una de mis ciudades favoritas en el mundo”, afirma el actor mientras un cronómetro marca el tiempo límite establecido para la entrevista: 14 minutos. No se esperaba el cariño recibido por parte de sus seguidores españoles, aunque reconoce, entre risas, no tener la respuesta a tanto amor: “No sé si es por mí o por el hecho de haberme casado con una de las españolas más encantadoras [Elsa Pataky], pero ha sido increíble. Este es uno de los mayores recibimientos que he tenido en mi carrera”.
De físico imponente y 1,90 metros de altura, se muestra en todo momento cercano, amable y, sobre todo, muy bromista. Lleva más de dos décadas en el mundo de la interpretación, pero mundialmente se ha ganado el reconocimiento gracias a su papel como Thor, el dios de la guerra y la lucha salvaje en la franquicia de Marvel. Ahora regresa a la pantalla con el papel de Tyler Rake, un mercenario que pelea contra todo y contra todos para completar sus misiones. “Lo que nos une es que tenemos la misma altura, el mismo color de ojos y una complexión similar”, bromea. Pero pronto se pone serio: “Ambos tenemos una brújula moral sobre el bien y el mal, la justicia y la injusticia. Pero lo hacemos de formas diferentes, porque tenemos historias diferentes”.
El vínculo más importante que une a Hemsworth y a su personaje es el de ser padre, algo que le ha ayudado en esta interpretación. Tiene tres hijos junto a la también actriz Elsa Pataky, con la que lleva casado desde 2010: India Rose, de 10 años, y los gemelos Tristan y Sasha, de nueve. Su personaje tiene uno que fallece de cáncer. “Empatizo con el personaje por el daño que eso le ha causado. Toco madera porque nunca me ha pasado y no lo he experimentado. Pero pensar en ello durante ese año me ha abierto una herida emocional. Interpretar al personaje si yo no tuviera hijos no hubiese sido tan fácil”, reconoce.
La primera entrega de Tyler Rake es la novena película más vista de la historia de Netflix. Un éxito que ha ayudado a la producción de su secuela: un guion similar, más acción, más compañerismo, y que también ayuda a conocer más al personaje que interpreta el australiano. “Es importante el viaje emocional, el desarrollo del personaje, las motivaciones que tiene, por qué hace lo que hace… Todo esto complementa a la acción. La integración de ambas es importante porque si solo tienes espectáculo, efectos visuales y acrobacias impresionantes, no generas emoción en el público, es todo ruido”.
El rodaje fue “agotador y muy exigente” para el actor: “Venía de grabar Thor, en la que tenía que estar tan fuerte y tan robusto como pudiera. Un mes después empezamos con esta. No tuve tiempo para perder esa complexión. Alteré mi entrenamiento drásticamente, reduje mi consumo de calorías, empecé a ser más funcional en mis movimientos y más flexible, tuve más entrenamientos de artes marciales… Grabábamos 14 horas al día y ensayábamos las escenas de riesgo por la noche”. Pero, sin duda, lo más complicado para él fue mantener la concentración durante los cuatro meses de grabación: “Es una historia con un gran peso emocional. Pasaba muchas horas al día convenciéndome de que era esa persona, además de intentar mantener la energía suficiente para las partes más físicas. Todavía tengo resaca y efectos secundarios de aquellos días”.
La pasión por las películas de acción le viene desde que era un niño que vivía entre Melbourne y Bulman, ciudad situada al norte de Australia. “Crecí con las grandes películas de Schwarzenegger, Van Damme o Stallone. Veía lo que hacían y me iba al patio trasero con mis hermanos a recrear las escenas. Eran simples experiencias infantiles que me motivaron a querer ser actor. Al principio era un simple juego, estar dentro de una aventura, pero después me di cuenta de que el arte resonaba en mí y que era el modo que tenía de sacar mi lado más creativo”. Una niñez que también estuvo marcada por la profesión de sus padres: “Trabajaron en la protección de la infancia durante muchos años. Mi padre dejó de lado sus sueños para dedicarse a ayudar a los niños, por eso he tenido toda la influencia de mis progenitores, porque crecí en ese ambiente. Esa motivación era una gran inspiración. Hay que saber dejar de lado tu propio bienestar personal para ayudar a los demás”.
Los consejos y la influencia de su familia han estado muy presentes en la carrera cinematográfica de Hemsworth. A pesar de ser un dios en la ficción y de la fama que le rodea, ha aprendido a tener siempre los pies en la tierra y cambiar su mentalidad: “Mi madre me dijo hace años que me divirtiera, pero me quedé atascado en las expectativas y los sueños que quería alcanzar. Yo quería disparar a las estrellas y eso era mucho peso que gestionar. He aprendido a dejar de mirar tan lejos”, añade en una entrevista en la que no suelta ni una palabra en español —las pocas que pronunció en el estreno en Madrid las llevaba escritas en la mano—.
En sus primeros años como actor la motivación era clara: llevar dinero a casa para ayudar económicamente a su familia. “Crecimos sin dinero, arruinados. Pensaba siempre en ganar dinero para solventar las deudas de mis padres, pagar la casa y ayudar a amigos y familiares. Hay que mantenerse fiel a uno mismo y ser consciente de los cambios constantes en tu vida. Es mi única regla y nunca cambiará”.
Otra de las reglas en las que más se está enfocando en estos últimos años de carrera es en la de elegir bien qué papel acepta y el desarrollo que ese personaje puede alcanzar. En todo momento ha dejado la puerta abierta a una tercera entrega de Tyler Rake, pero con matices: “Requiere y merece algo único y fresco”. Algo que ya ha pedido para continuar con su papel como Thor en Marvel: “En la película Thor: Ragnarok lo experimenté. Es importante seguir siendo el mismo personaje pero tener la capacidad de sorprender a la audiencia y no quedarse encerrado en una caja y ser predecible. El público merece y espera que cambies las cosas, que les sorprendas, que haya espontaneidad”. Aunque en ningún momento ha cerrado la puerta a seguir interpretando a Thor, lo hará si no hay una buena historia detrás: “Confío en mi habilidad para recrear el personaje y hacer algo fresco. Pero no quiero seguir interpretándolo cuando la gente se harte de él o me estén llevando al set en una silla de ruedas y todavía este intentando blandir el martillo. Hay un momento en el que decides salir antes de que eso suceda”.
Más de 56 millones de personas siguen a Hemsworth en sus redes sociales. Una cifra que da vértigo. Aun así, él prefiere mantenerse alejado de las opiniones y las críticas que le llegan a través de ellas: “Es natural que te afecten esas opiniones. He mejorado en eso. Me gusta pensar que no es tanto por mí, sino que depende de lo que esa persona esté pasando. Empatizo con ello”.
A pesar de su apretada agenda de los últimos días, se ha estado tomando un descanso desde finales de 2022. El pasado noviembre, Hemsworth descubrió que tenía mayor riesgo de padecer alzhéimer, algo que le ha hecho darse cuenta de la importancia del tiempo: “He tenido siete meses de descanso y ha sido genial. He recargado energía y he pasado tiempo con mi familia. Necesitaba descansar para seguir siendo creativo”. El cronómetro llega a su fin. Se levanta de su asiento y con la gran amabilidad que le caracteriza se despide. Con alguna entrevista pendiente y con un vuelo que coger al día siguiente, poco tiempo le queda para descansar y visitar Madrid.
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