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Chloe Cherry, la polifacética actriz que dejó atrás el cine para adultos para triunfar con Zendaya, en el rap y en la moda

Un papel secundario en la serie ‘Euphoria’ ha cambiado en cuestión de meses la vida de la intérprete, que también explora su creatividad en la industria musical y del arte. Ahora prepara su salto al cine

La actriz Chloe Cherry, en la fiesta de los Emmy organizada por 'The Hollywood Reporter' en Los Ángeles, el 10 de septiembre de 2022.
La actriz Chloe Cherry, en la fiesta de los Emmy organizada por 'The Hollywood Reporter' en Los Ángeles, el 10 de septiembre de 2022.Jon Kopaloff (Getty)

“Hola, soy Faye”. Esta escueta y anodina presentación introdujo al personaje interpretado por Chloe Cherry en la segunda temporada de Euphoria. Segundos después de su aparición en la exitosa serie, cualquier espectador que siguiera la ficción creada por Sam Levinson pudo darse cuenta de que Faye lidiaba con las adicciones, igual que Rue, el personaje que consagró a Zendaya como la artista más joven en lograr un premio Emmy. Y en este año desde su debut televisivo en aquel episodio emitido por HBO Max en enero de 2022, la vida de Chloe Cherry (Lancaster, Pensilvania, 25 años) se ha transformado por completo.

Ha pasado de ser una desconocida para casi todos a convertirse en una de las favoritas de la industria de la moda. Pronto dará el salto al cine, mientras Hollywood se afana en sacar lustre a su pasado como exactriz de películas para adultos. Su papel en Euphoria fue pequeño pero poderoso, y no tardó en encandilar al público, que se preguntaba en Twitter quién era aquella chica lánguida de labios voluminosos. “Era una personal normal. De repente, me desperté después de que se emitiera Euphoria. Es como si estuviera en otra dimensión”, dijo el pasado julio en una entrevista a Allure en alusión a su fama repentina.

Todo comenzó en 2015, pocos días después de cumplir los 18 años. Cherry abandonó su Pensilvania natal, donde vivía como una adolescente inquieta y creativa que llegó a formar un grupo de música, y se estableció en Miami para adentrarse en el mundo del cine para adultos. Poco después, firmó con una de las agencias más importantes de la industria pornográfica y se mudó a Los Ángeles, California. En 2019 ya había participado en más de 200 títulos. A comienzos de este mes de enero, habló sobre esta etapa de su vida en High Low, el pódcast de la modelo y activista Emily Ratajkowski. “Para mí fue traumático cuando trabajé como camarera, tenía un jefe siniestro, un depredador sexual, no me encontré con nadie así en la industria del porno”, le contó. “¿Te sentías más segura cuando trabajabas en el porno?”, le pregunta entonces Ratajkowski. “Mucho más segura”, ataja Cherry.

Durante la pandemia del coronavirus la producción se detuvo y empezó a vender su contenido en OnlyFans, donde hizo algún que otro guiño paródico, precisamente a Euphoria. Su carrera en el cine para adultos le hizo enfrentarse a una ristra de prejuicios y etiquetas que llegaron a afectarle de manera personal: “Cuando la gente te trata como si fueras una mala persona, te hacen pensar que lo eres”, confesó en una larga entrevista con la revista Paper publicada en marzo del año pasado. Por otro lado, su trabajo durante aquellos años tuvo consecuencias en su salud. Ese mismo mes, relató en el pódcast Call Her Daddy que tras recibir críticas a su físico por parte de un agente empezó a obsesionarse con su cuerpo. Calculaba las calorías que ingería en cada comida para mantenerse lo más delgada posible y terminó desarrollando un trastorno alimenticio del que asegura haberse recuperado. Después de grabar la serie, abandonó la industria pornográfica.

Participar en una producción popular para una plataforma es el equivalente actual a ser la estrella de un taquillazo cinematográfico de presupuesto multimillonario. En el caso de Euphoria, la segunda temporada dobló en audiencia a la primera con más de 13 millones de espectadores en los primeros capítulos, según Variety. Las redes sociales reflejaron casi a tiempo real esa visibilidad desmesurada. En cuestión de días, Chloe Cherry multiplicó sus seguidores y hoy aglutina 1,3 millones de seguidores en su cuenta de Instagram.

Precisamente esta plataforma le sirvió como trampolín para su nueva vida. Cherry empleaba la red social como herramienta donde expresarse, jugando con un particular sentido del humor no apto para políticamente correctos. El director y creador de la serie, Sam Levinson, era uno de sus seguidores. Cuando comenzó el casting de la segunda temporada no dudó en proponerle una prueba para uno de los papeles secundarios. Cherry reaccionó escéptica al pensar que se trataba de una broma, pero tras varias pruebas por videollamada se reunió con Levinson y logró el papel de Faye, la perspicaz novia drogadicta de un camello.

En estos meses, el séptimo arte también ha llamado a su puerta. Tiene dos proyectos en el horizonte. Por un lado, la película que supondrá su debut en el cine, la obra de ciencia ficción www.RachelOrmont.com, donde compartirá pantalla con Dasha Nekrasova (Succession). Hace unas semanas se anunció, además, su participación en Tuna Melt, una comedia oscura dirigida por el polifacético Eddie Huang (Boogie), cuya sinopsis ha sido descrita como una mezcla actualizada de Pulp Fiction y Alta fidelidad. La inquietud artística que experimentaba de adolescente sigue definiendo el carácter de Cherry más allá de la interpretación. Tan pronto expone sus collages en Los Ángeles como lanza canciones de rap en SoundCloud. Y, por supuesto, no ha pasado desapercibida para la industria de la moda, siempre hambrienta de nuevos rostros.

Un mes después del estreno de Euphoria debutó sobre la pasarela en la semana de la moda de Nueva York con LaQuanSmith, y en Milán lo hizo de la mano de Blumarine y GCDS, dos de las firmas preferidas entre los centennials. La siempre avispada Donatella Versace le procuró un sitio destacado en la primera fila en su último desfile de septiembre, donde compartió front row con la todopoderosa empresaria italiana Chiara Ferragni. Incluso los prominentes labios de Chloe Cherry, un rasgo físico que los haters convirtieron en blanco de sus críticas al tacharlos de “antinaturales”, han proporcionado a la actriz lucrativos contratos con marcas de belleza. “La gente se hace tatuajes todo el tiempo y cosas que son antinaturales. ¿Por qué no puedo yo hacer algo que es antinatural simplemente porque me gusta cómo queda”?, dijo en Paper acerca de sus rellenos en los labios. Desde luego, las marcas de maquillaje están encantadas con su desparpajo y prueba de ello son los contratos con Urban Decay y Mac, que acaba de contar con ella para su campaña de Navidad. Su idilio con la moda no ha hecho más que empezar.

De momento, se desconoce si el personaje de Faye participará en la tercera temporada de Euphoria, pero Chloe Cherry ya ha dejado claro que para ella hay vida más allá de la televisión.

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