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Alerta ‘nepobaby’: Ever Anderson, hija de Milla Jovovich, es la protagonista de la primera portada de ‘Mini V Magazine’

Con tan solo 15 años, la hija mayor de la actriz y modelo ya ha aparecido en la película de Marvel ‘Viuda negra’ y dará vida a Wendy en la versión del clásico de Disney que se estrena en 2023, sumándose así a la larga lista de ‘hijos de’ que acaparan los focos (y los mejores papeles) de Hollywood

Milla Jovovich y su hija, Ever Anderson, en la gala amfAR de Cannes celebrada en el Hotel du Cap-Eden-Roc, el 26 de mayo de 2022.
Milla Jovovich y su hija, Ever Anderson, en la gala amfAR de Cannes celebrada en el Hotel du Cap-Eden-Roc, el 26 de mayo de 2022.Samir Hussein (Getty)

“Tiene los ojos de su madre. Y su agente” se leía en la portada de la revista New York del pasado diciembre, cuyo contenido ofrecía un análisis pormenorizado de los bautizados como “bebés del nepotismo” (”nepobabies”, en inglés) o hijos de dentro de la industria de Hollywood, uno de los grandes neologismos que nos dejó 2022 tanto en redes sociales como en el imaginario pop. “Con un solo tuit sobre Maude Apatow (actriz, hija del director de cine Judd Apatow y la también actriz Leslie Mann), la palabra ‘nepobaby’ se convirtió en parte de nuestro vocabulario colectivo este año”, dijo la editora de cultura de la revista, Gazelle Emami: “De repente, parecía que dondequiera que mirases, había otro hijo de una persona famosa consiguiendo un papel”.

En la portada aparecían, dentro de una incubadora, los rostros de Maya Hawke (hija de Uma Thurman e Ethan Hawke, protagonista en la exitosa serie Stranger Things), Jack Quaid (hijo de Dennis Quaid y Meg Ryan, protagonista de The Boys), Zoë Kravitz (hija de Lisa Bonet y Lenny Kravitz, actriz en Big Little Lies o The Batman), Lily-Rose Depp (hija del actor Johnny Depp y la modelo Vanessa Paradis) o Dakota Johnson (hija de Don Johnson y Melanie Griffith), entre otros. Y es que la lista, en cuanto rascas en el universo de las celebridades de moda, se vuelve interminable. Lily Collins, Brooklyn Beckham, John David Washington, Margaret Qualley o Emma Roberts son otros ejemplos. Prueba de ello es la joven de 15 años que la revista Mini V Magazine, la nueva edición para adolescentes que ha lanzado la revista de moda estadounidense V Magazine, ha escogido para su primera portada: Ever Anderson. Si el nombre todavía no les resulta familiar es del todo natural, pero si se fijan con atención descubrirán que Anderson tiene los ojos de su madre. Y, también, su agente.

Ever Anderson es hija del guionista y director de cine británico Paul W. S. Anderson y de la modelo y actriz ucrania Milla Jovovich. Anderson y Jovovich se conocieron en el año 2001 durante el rodaje de Resident Evil, la película de terror y acción en la que un virus transforma a la población en zombies, basada en la serie de videojuegos del mismo nombre. En la primera entrega, estrenada en el año 2002, Jovovich interpretaba a Alice, la heroína de la saga, que Anderson guionizó y dirigió. Ever Anderson nació en 2007, sus padres contrajeron matrimonio dos años más tarde, en 2009.

Ever Anderson debutó en el cine en el año 2017, interpretando a la versión niña de Alice en Resident Evil: The Final Chapter (dirigida por su padre). En 2021, interpretó también a la versión niña del personaje de Scarlett Johansson, Viuda Negra, en la película de Marvel del mismo título. “En cuanto me di cuenta de que los juegos que hacía con muñecas podrían ser una especie de profesión, supe que actuar era para mí”, dice Ever Anderson en la entrevista. El año pasado se convirtió en imagen para la marca Miu Miu. Y en 2023, interpretará al personaje de Wendy Darling en la nueva versión de Peter Pan, titulada Peter Pan & Wendy, que estrenará Disney+. David Lowery, director de las cintas Una historia de fantasmas (2017) o El caballero verde (2019), es el encargado de escribir y dirigir esta nueva versión, que cuenta con el actor Jude Law como Capitán Garfio.

Aunque su rostro no sea (al menos todavía) reconocido en la gran pantalla, Ever Anderson tiene una amplia comunidad de seguidores en redes sociales. En su cuenta de Instagram tiene más de medio millón de seguidores y una advertencia en su descripción: “Cuenta monitorizada por mis padres. Nada de mensajes directos. Los comentarios inapropiados serán denunciados”. En TikTok, tiene más de 800.000. Todo apunta a que en 2023 las cifras irán en aumento.

Anderson se suma así a la “cada vez más nutrida y omnipresente tribu de hijos de que se ha apoderado de la farándula estadounidense en los últimos años”, en palabras del ácido columnista Nate Jones, responsable del artículo sobre los nepobabies. En Hollywood, siempre han existido los hijos de (Carrie Fisher, Anjelica Huston, Liza Minelli, Jane Fonda) como prueba irrefutable de que, como en todas partes, la meritocracia muchas veces no es más que un mito. Con algo de suerte, y siempre que el talento acompañase a los datos biográficos, esta relación filial dentro del star system apenas se mencionaba como apunte que diese color en una entrevista o reportaje. Ahora, con el auge de las redes sociales —que fue caldo de cultivo del neologismo— y la amplificación instantánea de cada salida de tono de estos hijos de sus proyectos se miran con lupa y con la ceja arqueada.

Parte de la culpa la tienen los propios nepobabies, que en ocasiones parecen vivir ajenos al privilegio que ostentan, incapaces de reconocer que la vida se lo ha puesto un poquito más fácil que al resto. Estos bebés nepóticos (ahora adultos con sus propios proyectos y ambiciones) suelen mencionar en entrevistas palabras como “esfuerzo”, “talento” o “mérito”. “Es fácil asumir que me llegan los papeles solo por mi nombre, pero esa es idea que siempre he rechazado”, dijo Lily-Rose Depp en una entrevista con Vogue. Y añadió: “Siempre he tenido la impresión de que tengo que trabajar el doble de duro para demostrar que no estoy aquí solo porque es fácil para mí”. A raíz de la publicación de la radiografía de los nepobabies, Lottie Moss (hermana de la supermodelo Kate Moss) escribió que estaba “harta de la gente” que “culpaba al nepotismo” por no ser suficientemente “ricos, famosos o exitosos”. La cantante Lily Allen (hija del actor Keith Allen y la productora de cine Alison Owen) tuiteó que “los hijos del nepotismo verdaderamente problemáticos son los que trabajan para firmas legales, los que trabajan para bancos y los que trabajan en política, si estamos hablando de consecuencias en el mundo real y robando oportunidades a las personas”. Maude Apatow dijo que el término le hacía sentir “triste” y a Zoë Kravitz, “insegura”.

Incluso la actriz Jamie Lee Curtis (hija de Tony Curtis y Janet Leigh) publicó un largo texto en su cuenta de Instagram donde escribía que la etiqueta nepobaby está “diseñada para infravalorar, denigrar y herir”. Curiosamente, en una entrevista del año 2019 en The New Yorker, Curtis admitió la importancia que su linaje había tenido a la hora de conseguirle su primer papel en la película Halloween de 1978, para el que había realizado varias audiciones hasta que la decisión estaba entre ella y otra joven: “Estoy segura de que el hecho de que fuera la hija de Janet Leight y Tony Curtis tuvo algo que ver. Si vas a elegir entre una y otra, elige a hija de la mujer de Psicosis, porque te dará más publicidad. Nunca voy a pretender que he conseguido todo por mi cuenta. Claramente, jugaba con ventaja”.

A los ojos de la madre y el agente, los nepobabies tendrán que empezar a añadir un buen publicista encargado del control de daños para ofrecer respuestas que no les hagan quedar de soberbios ante una audiencia deseosa de tuitear sobre el último patinazo de los ricos y famosos y recordarles que el neologismo no es tanto una crítica a su talento sino al sistema. Ahora, el árbol genealógico de los nuevos rostros de Hollywood está más a la vista que nunca. Como apuntaba un meme que circuló por Twitter cuando se publicó la pieza: “Desconfiad de toda persona cuyos padres aparezcan con el nombre en azul en la Wikipedia”.

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