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El padre de Britney Spears rompe su silencio para reivindicar la tutela a la que sometió a la cantante: “Le salvó la vida”

James Spears defiende en una entrevista el control legal que ejerció sobre su hija durante 13 años y lamenta los insultos de la cantante: “Me ha tratado peor que a un maldito perro. Ha sido una época infernal. Pero amo a mi hija con todo mi corazón y mi alma”

Britney Spears, junto a su padre, James Spears, en una foto de 2006.
Britney Spears, junto a su padre, James Spears, en una foto de 2006.Chris Farina (Corbis via Getty)
El País

El 30 de septiembre de 2021, Britney Spears consiguió su libertad tras 13 años sometida a una férrea tutela legal ejercida por su padre, James Jamie Spears. La sentencia judicial venía a refrendar lo que el movimiento #FreeBritney (Liberad a Britney) llevaba años denunciando: que Jamie había aprovechado el ingreso psiquiátrico de su hija, en 2008, para hacerse cargo de su vida y su fortuna —valorada al finalizar la tutela en 60 millones de dólares— y controlar cada aspecto de su existencia. Pero Jamie Spears tiene una visión diferente de los hechos.

En una entrevista al Daily Mail, Jamie ha asegurado que la tutela “le salvó la vida” a su hija, y que sin ella no habría podido volver a ver a sus dos hijos tras su divorcio. “Para protegerla a ella y también a los niños, la tutela fue una gran herramienta. Sin eso, no creo que hubiera recuperado a los niños”, ha declarado. El progenitor de la cantante ha sido el blanco de todas las críticas en los últimos años, no solo por parte de su hija, sino del movimiento social #FreeBritney que empujó el cambio en la percepción pública sobre la polémica tutela de la cantante y que Jamie describe como “una broma liderada por conspiranoicos”.

Britney Spears se embarcó en una crisis ante la vista del público en 2007 cuando se divorció de su entonces marido, el bailarín Kevin Federline, después de tres años de matrimonio y dos hijos en común. Se rapó el pelo, golpeó el coche de un fotógrafo con un paraguas e ingresó en el hospital por abuso de sustancias. Entonces perdió la custodia de sus hijos, aunque se desconocen los detalles. Hubo un momento en el que ella y Federline mantuvieron una custodia compartida, pero a finales de septiembre de 2019, la custodia se vio reducida al 30% para Spears, debido a un problema que los menores tuvieron con Jamie, a quien acusaron de haberlos agredido mientras la cantante debería haber estado cuidándolos.

“Echo mucho, mucho de menos a mis dos chicos”, ha dicho Jamie, que reconoce haber perdido el contacto con sus nietos, Sean Preston, de 16 años, y Jayden James, de 15. “Estábamos muy, muy unidos. Tenían esa edad en la que puedes empezar a pasártelo bien con ellos. Pero estaban desarrollando su propia mente. Dios hace que las cosas sucedan por una razón. No sé cuál es, pero han sido tres años difíciles sin ellos. La familia es un desastre. Lo único que podemos hacer es seguir rezando”.

Spears ha aprovechado esta entrevista para reivindicarse y ha contado cómo estaban las cosas cuando empezó su polémica tutela, justificando también el férreo control de las finanzas de la cantante. Ha asegurado que su hija había despilfarrado todo su dinero en los años anteriores a la tutela: “Estaba arruinada. No tenía dinero. La tutela permitió que las finanzas mejoraran”.

También ha querido pronunciarse sobre los insultos y las acusaciones que ha lanzado su hija durante los últimos meses a través de las redes sociales. “Me ha tratado peor que a un maldito perro. Ha sido una época infernal”, ha explicado. “Pero amo a mi hija con todo mi corazón y mi alma”. Jamie Spears asegura que ha permitido que se hable mal de él durante estos años para proteger a la cantante. “No me importa recibir esa paliza, porque sé que no es verdad y porque no quiero empezar otra pelea”, ha dicho.

Jamie Spears fue alcohólico durante la infancia de su hija y, según ha relatado esta, podía ser “abusivo”. Ha pasado épocas distanciado de sus tres hijos y de su mujer, de quien se divorció en 2002. En la actualidad, según explica el Daily Mail, vive con la hermana pequeña de Britney, Jamie Lynn, en una zona rural de Luisiana. No está lejos de donde nació Britney, donde él creció y donde disfrutó de sus días de gloria como quarterback estrella del equipo de fútbol americano local.

Por su parte, la intérprete de I’m a Slave 4 U ha aprovechado este año y medio de libertad. Ha grabado una canción con Elton John, se ha casado con el entrenador iraní Sam Asghari y lleva los últimos meses viajando por el mundo con una actividad frenética en su perfil de Instagram. Spears está enfrentada con su padre, contra el que está librando una batalla judicial por las consecuencias de su tutela. Pero también con su hermana, su hermano y su madre por el papel de facilitadores que han tenido en este proceso. También está distanciada de sus dos hijos. Fueron los propios menores los que explicaron su distanciamiento en una entrevista televisiva junto a su padre. “Solo quiero que mejore mentalmente. Cuando mejore, realmente quiero volver a verla”, decía Jayden James, el menor, sobre su madre.

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