Britney Spears queda liberada de la tutela de su padre después de 13 años

Por fin, libre de su padre y de su tutela. Después de 13 años, Britney Spears podrá tomar decisiones por sí misma y sobre su fortuna de más de 60 millones de dólares (unos 52 millones de euros). La prisión en la que vivía Britney y el silencio que la rodeaba se rompieron en junio, cuando la intérprete de Baby One More Time relató ante un tribunal de Los Ángeles el infierno vivido bajo las órdenes de su progenitor. Oficialmente, Jamie Spears deja de controlar cada minuto y cada dólar de la vida de su hija. Britney Spears tiene 39 años. “¡Free by Forty!”, exclamaban sus fieles seguidores tras conocer la sentencia. Libre antes de cumplir cuarenta años.

Solo en julio logró la cantante contratar al abogado de su elección para que le devolviera su vida. Mathew Rosengart, el letrado escogido, ha declarado este miércoles tras concluir la vista con la juez que “la pesadilla” ha terminado. “Es un buen día para la justicia”, ha dicho Rosengart, haciéndose oír entre las expresiones de júbilo de sus seguidores. “Hay quien tendrá que enfrentar serias acusaciones”, ha dicho en referencia a la familia y el entorno de la cantante, aislada por ellos durante más de una década.

En junio, Britney Spears condensó en 20 minutos de exposición a través de Zoom más de 13 años de encierro físico y psicológico. La diva dijo que no se había atrevido a dar el paso antes porque pensaba que nadie creería su historia. Había sido carne de los tabloides. Sigue siéndolo. “Creía que la gente se burlaría de mí”, confesó entonces, “pero ahora quiero recuperar mi vida”. “Basta ya”, dijo quien nunca ha abandonado la cima de la industria musical, desde la cual se exhibía, y en la cual ha sido rehén de su padre.

La jueza Brenda Penny ha nombrado este miércoles a un contable como el tutor legal transitorio de las finanzas de la estrella y ha establecido la fecha del 12 de noviembre para una próxima audiencia. Era el día en la que Britney Spears se encontraba más cerca que nunca de la libertad que llevaba reclamando desde hace 13 años. “Señoría, mi padre debería estar en prisión”, dijo la artista en junio, cuando contó el infierno que había sido su vida. El equipo legal de la cantante amenazó entonces con tomar medidas legales contra la familia Spears por el daño causado. La cantante no estuvo presente este miércoles en la sala del juzgado. Sus padres, Jamie y Lynne Spears, comparecieron a través de Zoom, junto al abogado de su hija. Quienes sí estuvieron desde primera hora de la mañana fueron sus seguidores, esos que han creado un movimiento bajo el lema Free Britney (Liberad a Britney).

Movimientos para su liberación, documentales. Una ola de protesta se inició en 2019 cuando saltaron todas las alarmas. Spears no estaba bien, por mucho que ella asegurara que sí en su cuenta de Instagram. Los dos últimos documentales lo prueban. Muestran el manejo por parte de uno de los padres más famosos el planeta de una mujer que fue privada de poder tomar la más mínima decisión sobre su vida. Para el abogado de la artista, ella debía de acabar “con la pesadilla kafkiana impuesta por su padre, para que tanto su dignidad como sus libertades más básicas” fueran restablecidas.

Según las últimas informaciones escandalosas -reveladas en el documental del diario The New York Times-, la intérprete ha estado sometida a vigilancia de forma constante, incluso en los momentos más privados, al igual que lo ha estado su gente más cercana. Según el periódico neoyorquino, el padre de la estrella puso en nómina a una empresa de seguridad para controlar a la cantante y enterarse de todo lo que hablaba, no solo en público sino también en privado, por ejemplo en su dormitorio o en charlas con su novio y sus hijos.

La audiencia de este miércoles para exponer ante el juez los argumentos sobre finalizar la tutela estaba fijada para el pasado 28 de enero, pero finalmente ha llegado en otoño. El padre de Spears se convirtió en tutor legal de su hija en 2008, durante un periodo marcado por un comportamiento errático de la cantante en el que llegó a perder la custodia de sus niños. Junto a un fideicomiso, Jamie Spears ha supervisado por decisión judicial desde las finanzas hasta los detalles más minúsculos de la vida de la cantante desde que esta sufrió un colapso nervioso ante los ojos del mundo.

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