Jeff Bezos, demandado por una empleada del hogar por no dejarla ir al baño y por sus condiciones laborales “inseguras e insalubres”
Una de las mujeres que trabajó durante tres años en la casa del fundador de Amazon le denuncia por sus largas jornadas de trabajo y por racismo. Sus abogados aseguran que “ningún jefe está por encima de la ley”; los del empresario, que esas afirmaciones “carecen de sentido”
Jeff Bezos (Albuquerque, EE UU, 58 años) era hasta hace unos meses el hombre más rico del mundo, con un patrimonio estimado en 120.000 millones de euros. Ahora, vuelve a estar en el centro de la polémica y no por adquirir alguna empresa millonaria y desbancar a Elon Musk del podio que le arrebató en abril. Una de sus antiguas empleadas del hogar le ha demandado por las condiciones laborales en las que trabajaba en una de sus mansiones.
Mercedes Wedaa, a la que contrató para limpiar en su mansión de Seattle, ha denunciado al fundador y presidente ejecutivo de Amazon por las condiciones laborales “inseguras e insalubres” con las que tuvo que lidiar desde 2019. Entre las alegaciones, la demandante destaca que tanto ella como sus compañeras tenían que “saltar por la ventana del cuarto de la lavadora para poder ir al baño”, ya que no les cedieron ningún aseo de fácil acceso y les prohibieron usar uno más cercano a su puesto de trabajo.
Por ello, algunas empleadas del hogar sufrieron frecuentes infecciones urinarias, dado que “tenían que pasar gran parte del día sin poder usar el baño”. Además, al personal se le prohibió acceder a la casa cuando la familia Bezos estuviese allí, a menos que estuvieran limpiando. Wedaa alega en la denuncia que trabajaba entre 10 y 14 horas al día y que no les daban suficiente tiempo de pausa para las comidas o para el descanso. De hecho, asegura, ni siquiera tenían una sala para ello.
Las trabajadoras sufrían diariamente discriminación racial por su origen hispano por parte del administrador de la casa, siempre según la versión de la exempleada y tal y como ha señalado en la demanda impuesta contra el magnate. Asegura, en cambio, que era “respetuoso y educado” con los jardineros y el personal de mantenimiento blanco. Finalmente, Wedaa fue despedida de su cargo después de presentar quejas sobre las condiciones laborales que sufría cada día.
Sin embargo, el abogado de Jeff Bezos, Harry Korrel, tacha de “absurdas” las declaraciones de la exempleada y asegura que la demanda llega después de que se negasen a indemnizarle con más de nueve millones de euros que reclamaba tras su despido. El abogado explica además que la denunciante quería ganar un sueldo que ascendía a las seis cifras anuales y que incluso llegaron a nombrarla jefa del resto de trabajadoras. “Hemos investigado las reclamaciones y carecen de sentido”, explica Korrel en un comunicado en el que también negaba las acusaciones sobre la inexistencia de baños o salas de descanso.
Por otro lado, el abogado de Wedaa, Patrick McGuigan, afirma que su despido fue improcedente: “Ha trabajado duro toda su vida y tiene las pruebas suficientes para sostener sus demandas. Ningún jefe está por encima de la ley, ni siquiera Jeff Bezos y sus organizaciones. Las leyes laborales dictan que a los trabajadores se les debe pagar por el trabajo que realizan y que deben poder realizar su trabajo en un lugar libre de discriminación, seguro, sanitario y saludable”.
No es la primera vez que la empresa de Bezos se ve involucrada en polémicas referidas a las condiciones laborales de sus trabajadores. En abril de 2021 fue Amazon quién reconoció que algunos de sus conductores orinaban en botellas por falta de tiempo o de baños para hacer paradas en sus turnos. “Sabemos que nuestros conductores están teniendo problemas para encontrar aseos debido al tráfico o, a veces, a las rutas rurales”, argumentaron; además, añadieron que era algo que sucedía desde hace tiempo y que era común en toda la industria y “no específico de Amazon”.
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