Fin de la polémica: el superyate de Jeff Bezos saldrá del puerto de Róterdam sin que haga falta desmontar el puente De Hef
Los mástiles de la nave construida para el dueño de Amazon son demasiado altos para el histórico viaducto, por lo que finalmente serán instalados en una zona del complejo portuario desde donde llegará al Mar del Norte sin provocar conflictos
La altura de los mástiles del superyate cuyo encargo se atribuye al millonario empresario estadounidense Jeff Bezos, fundador de la compañía Amazon, ya no es un problema para el Ayuntamiento de Róterdam. De 127 metros de eslora y construido en los Países Bajos, había que desmantelar un puente de 1927, llamado De Hef (El Elevador), situado en el puerto de la ciudad, para que la enorme nave pudiese cruzarlo y ganar el Mar del Norte con sus palos ya colocados. A la vista de las críticas y amenazas de vandalismo desatadas ante dicha posibilidad, la empresa constructora, Oceanco, ha resuelto trasladar el buque sin los mástiles a un astillero del complejo portuario desde donde navegará hacia aguas abiertas sin problemas. El transporte tuvo lugar este martes y ya no será preciso pedir permiso al Consistorio de Róterdam para desmontar la sección central de De Hef, que sube y baja y es uno de los emblemas de la ciudad.
El código del yate es Proyecto Y721, y Royal van der Wees, la empresa de transportes encargada del viaje, confirma el desplazamiento, pero ha declinado hacer más comentarios al respecto al ser preguntada por este periódico. El barco estaba en un astillero situado a unos 28 kilómetros de su actual destino: Greenport Róterdam. Se trata de una instalación donde se darán los últimos toques, “en una fase de los trabajos llevada a cabo de forma regular en el puerto de Róterdam para todo tipo de embarcaciones traídas de distintos países”, especifica René Quist, director del diario náutico Schuttevaer.
La salida al mar de grandes barcos desde el muelle holandés es un espectáculo que suele atraer a mucho público. En el caso del buque de Jeff Bezos, que será el más grande servido por Oceanco hasta la fecha, el recorrido hubiese sido muy vistoso y beneficioso desde el punto de vista de las relaciones públicas. Sin embargo, Quist cree “que la polémica desatada en la redes sociales [donde se llegó a animar a lanzar huevos al paso del buque] tiene que ver con la pugna entre el peso histórico del puente De Hef, y su valor simbólico para la ciudad, y lo que podríamos llamar nuevos ricos que tiran de chequera sin problemas”. Bezos es el segundo hombre más rico del mundo con una fortuna estimada de 159.000 millones de euros, según la lista de 2022 de la revista Forbes. La agencia Bloomberg cifra en 430 millones el coste del barco. Por su parte, Oceanco es un constructor con astillero en los Países Bajos, cuyo dueño y presidente es Mohamed al Barwani, un empresario de Omán.
De Hef es el apodo coloquial del puente que parecía peligrar, aunque se llama en realidad Koningshavenbrug (algo así como Puente del puerto del rey) y es un monumento nacional. Erigido para permitir el tráfico de trenes, resultó dañado en el bombardeo de Róterdam, en mayo de 1940, durante la II Guerra Mundial. Fue una de las primeras estructuras en ser restauradas después, y, aunque hace décadas que perdió su función al abrirse un túnel ferroviario, hoy es una de las obras de ingeniería que dota a la ciudad neerlandesa de su aspecto y que conecta la isla de Noordereiland con el distrito Feijenoord. Su parte central tiene una altura libre de unos considerables 46 metros, que no son suficientes para que pasara el yate de Bezos con sus mástiles en pie. A pesar de que el Ayuntamiento contempla la posibilidad de extender un permiso para desmontar este puente dos veces año bajo estrictas condiciones y aunque los gastos correrían a cargo de Oceanco, la empresa ha preferido finalmente evitar riesgos. Tampoco hace comentarios al respecto por motivos de confidencialidad. A finales de este junio, el concejal de la ciudad Vincent Karremans informó de que la pieza central de De Hef no sería desmontada a corto plazo, puesto que Oceanco no había solicitado el correspondiente permiso. Ya no hace falta.
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