Raquel Sánchez Silva: “La autoexigencia me ha castigado en mi vida personal”

Un día Bruno, hijo de la presentadora Raquel Sánchez Silva (Plasencia, 1973), preguntó a su madre una duda que le surgió mientras ella le leía un cuento. El protagonista de la historia se encontraba en un momento de la narración en el que debía tomar una decisión y Bruno preguntó: “¿Dónde está su hermano?”. El niño no concebía unas aventuras en las que no hubiese dos hermanos como a él le sucede con su mellizo Mateo. “Me di cuenta de que ellos cada vez que están ante un momento crítico, toman una decisión o están extremadamente felices o tristes nunca se imaginan solos. En su vida siempre hay otro”, explica Sánchez Silva, que hace año y medio empezó a crear historias adaptadas a las necesidades de sus hijos. De ahí nace DosMunDos. Cuentos de mellizos, gemelos y otros hermanos sin igual, un libro que publica este miércoles la editorial Planeta.

Lo que comenzó siendo unas simples historias para Bruno y Mateo, convertidos en Mabrú y Teono en el libro, es ahora un proyecto dirigido a gemelos y sus progenitores en el que han colaborado la psicóloga Alicia Banderas y el ilustrador Carlos Lluch. “La cantidad de mellizos que hay en España desde que arrancó la reproducción asistida es muchísimo mayor, pero no así los productos o guías. Yo me siento un poco abandonada”, opina la periodista, que en septiembre de 2015 dio a luz a sus hijos tras un tratamiento de fertilidad, otro asunto que abordó en el libro Tengo los óvulos contados.

Admite que tanto ella como su pareja, el productor argentino Matías Dumont, han cometido errores, pues criar mellizos puede llevar a compararlos, obligarlos a estar siempre juntos y pretender que su hermano sea siempre lo más importante en sus vidas. DosMunDos trata precisamente de eso, de ver que son parecidos pero no idénticos, de que se necesitarán en algunos momentos y en otros buscarán su espacio propio y que, independientemente de su similitud física, son dos seres humanos diferentes. Pero no siempre es una tarea sencilla. “Yo soy una loca de mi cumpleaños. Tengo 48 y lo sigo festejando como si tuviera cinco. Y al final me encanta ser el centro de atención en mi cumpleaños, me encanta que sea una fiesta para mí. Y siempre pienso que mis hijos no tienen eso. Mis hijos lo comparten todo, incluso eso”, pone Sánchez Silva como ejemplo, a lo que añade: “Entonces también hay que darles esos espacios donde se sientan únicos”.

Acostumbrada a escribir para un público adulto, esta nueva senda literaria la ha podido testar previamente en sus hijos, un público muy exigente. “Al niño como no le guste un cuento es que no lo vuelve a mirar. Yo tengo cuentos en mi casa que le han regalado a mis hijos que no los han vuelto a coger”, desvela la presentadora que reconoce que este género al final es mucho más agradecido. De los seis cuentos que aparecen en su última publicación el favorito de Mateo y Bruno se titula Mamá es mía, en el que los protagonistas pretenden dividir a su madre porque la quieren para cada uno. “A ellos les encanta porque creo que es su mayor inquietud. No porque el cuento sea mejor ni peor, sino porque es lo que a ellos ahora los tiene un poco revueltos, el ‘mamá es mía, la quiero para mí”.

A raíz de la promoción del libro Sánchez está hablando algo más de sus hijos. Hasta entonces ha sido muy discreta en lo que respecta a su vida personal. Pero todavía mide su discurso para no desvelar más detalles de los necesarios. Y por supuesto no hay fotografías. Esa fue una línea roja que le marcó a Planeta cuando hablaron de la promoción del libro. La editorial propuso publicar imágenes de la presentadora con los pequeños y ella se negó en rotundo: “Una cosa es que mi experiencia como madre de mellizos me lleve a este proyecto literario. Y otra cosa muy diferente es sobrepasar ciertos límites que yo personalmente no voy a sobrepasar”.

A pesar de ello, no duda en hablar de la experiencia que ha supuesto tanto para ella como para sus hijos la creación de este proyecto. Parte del proceso les pilló en el confinamiento: “No podía haber sido el mismo libro si se hubiera escrito en otras circunstancias. Ha sido como un acompañamiento. Nos ha permitido jugar, crear ese universo, tener algo por lo que preguntar cada día…”. Y acerca de sobrevivir 24 horas encerrados en casa con los mellizos expresa entre carcajadas: “Ha sido como una prueba familiar. Me río yo de El Desafío”, dice sobre el programa de Atresmedia donde los concursantes deben superar difíciles retos.

Precisamente hace un par de semanas anunció su participación en la segunda temporada de este concurso, donde coincidirá con otras celebridades como Jesulín de Ubrique, María Pombo y Bárbara Rey. “Está siendo estresante porque estoy con los ensayos y la promoción. Estoy colgada de un arnés y firmando un libro, esta sería un poco la foto de la semana”, bromea. No es la primera vez que Sánchez Silva, acostumbrada a ejercer como presentadora en formatos como Maestros de la costura, cambia de rol. Ya fue concursante en la última edición de MasterChef Celebrity, donde el público pudo comprobar que es una persona muy autoexigente, algo que puede ser positivo y negativo a la vez: “Ser así me ha salvado en lo profesional, pero personalmente me ha castigado mucho”. Sin embargo, no se arrepiente de ello: “Prefiero ser así. Si no, no hubiera podido vivir ni la mitad de las cosas que he vivido”. Pasó de ser una joven que iniciaba su andadura periodística en TelePlasencia y más tarde en Televisión Española cubriendo la información del Atlético de Madrid a ser uno de los rostros más conocidos de la pequeña pantalla.

Ahora con entusiasmo afronta El Desafío. Lo que más le atrae del programa es la idea de enfrentarse a unos miedos que ella define como “innecesarios”. Asegura que tiene más temores que cuando era más joven y que el querer disfrutar con sus hijos es la motivación para atreverse. Pero al final agrega riéndose: “Lo mismo cuando termine me doy cuenta de que sigo siendo una miedosa y eso ya no tiene vuelta atrás”.