El coronavirus ataca a la realeza: Carlos Felipe y Sofía de Suecia dan positivo
El primero fue Alberto de Mónaco, el último el rey Felipe. Ahora los príncipes suecos tienen síntomas y el resto de la familia real se someterá pruebas para comprobar si la enfermedad se ha extendido
El príncipe Carlos Felipe de Suecia, hijo de los reyes Silvia y Carlos Gustavo, y su esposa, Sofía, han dado positivo en la prueba de coronavirus. Así lo ha dado a conocer el palacio real sueco en un comunicado. “Los príncipes tienen síntomas leves, pero se encuentran bien de acuerdo a las circunstancias”, aseguran. “Justo después de enfermar se aislaron en su casa junto con sus hijos”, explican, en referencia a los dos niños fruto de su matrimonio. Carlos Felipe, de 41 años, y Sofía, de 35, llevan juntos una década y se casaron en junio de 2015. Tienen dos hijos, Alejandro Erik, nacido en abril de 2016, y Gabriel Carlos, en agosto de 2017.
En el comunicado, la casa real ha explicado que van a someterse a un test de coronavirus los reyes Carlos Gustavo y Silvia, que tienen 74 y 76 años respectivamente, y por tanto son grupo de riesgo. También pasarán por la prueba la princesa heredera, Victoria, y su marido, el príncipe Daniel. Todos coincidieron el pasado viernes 21 en el funeral de un hermano de la reina. Magdalena, la tercera hija de los reyes, vive en EE UU con su esposo y sus tres hijos, y por tanto no se encuentra dentro del círculo familiar más cercano físicamente.
El de la familia real sueca es el último de una serie de casos de coronavirus que afectan a las casas europeas, que tienen o han tenido a varios de sus miembros enfermos. Y no solo: también son muchos quienes han estado en cuarentena por tener contacto con un positivo. Sin ir más lejos, Felipe VI guarda ahora varios días de aislamiento al haber tenido el fin de semana pasado contacto con alguien de su entorno —cuya identidad no se ha revelado— que dio positivo. Algo que no es nuevo en la familia real española: la reina Letizia tuvo que guardar cuarentena a mediados de marzo tras haber acudido a un acto con la ministra de Igualdad, Irene Montero, que poco después dio positivo. En septiembre, la clase de la heredera, la princesa Leonor, también fue confinada por un positivo a los pocos días de empezar el curso. En todos los casos, la familia siempre ha dado negativo en las pruebas.
Permanecen confinados también los reyes de Noruega desde hace una semana. Harald —cuya salud ha estado especialmente resentida en este último año, con una operación de corazón— y Sonia, ambos de 83 años, decidieron aislarse después de un caso positivo en palacio que ha puesto en cuarentena a 14 empleados. La reina en concreto tuvo un contacto más estrecho con esa persona, pero por el momento no tenido síntomas ni ha dado positivo.
Hay otras casas reales que, sin embargo, sí que han dado positivo. Los primeros en conocer que su soberano sufría coronavirus fueron los monegascos. El 19 de marzo, pocos días después de cumplir 62 años, se conocía que Alberto de Mónaco tenía la enfermedad, tanto por un test como por diversos síntomas, aunque fuentes de palacio aseguraron que su estado de salud no generaba “ninguna inquietud”. El propio príncipe quiso transmitir un mensaje de tranquilidad cuando estaba pasando los últimos días de su enfermedad. “Debemos ser lo más transparentes posible por nuestras familias, seres queridos, por las personas que has conocido en días anteriores. Necesitamos recibir tratamiento lo antes posible y tranquilizarnos acerca de los síntomas”, dijo quien fue el primer jefe de Estado del mundo en contraer el virus y contarlo.
Poco después desvelaba que tenía la enfermedad el heredero al trono británico, el príncipe Carlos de Inglaterra. Lo sufrió a finales de marzo, cuando estaba en su residencia de Escocia junto a su esposa, Camila. Ella se confinó y no pasó la enfermedad. A sus 71 años, Carlos formaba parte del grupo de riesgo, pero los síntomas fueron leves.
“Como todos estamos aprendiendo, esta es una experiencia extraña, frustrante y a menudo estresante, en la que no es posible contar con la familia ni los amigos y en la que las estructuras habituales de la vida desaparecen en un instante”, explicó en un vídeo el 1 de abril, cuando reapareció públicamente. “En un momento de nuestras vidas tan inquietante y sin precedentes, mi esposa y yo tenemos nuestro pensamiento especialmente en aquellos que han perdido a sus seres queridos en unas circunstancias tan difíciles y poco normales, y también en aquellos que se enfrentan a la enfermedad, el aislamiento y la soledad”.
Quien también sufrió coronavirus fue su hijo mayor, Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono, aunque lo ocultó durante meses y solo lo ha revelado a principios de noviembre. Durante la primavera, Guillermo se convirtió en el cabeza de familia: su abuela, Isabel II, cumplió 94 años en abril y desde marzo se encerró durante meses en Windsor; su padre, Carlos, se contagió; y su hermano, Enrique, decidió seguir su plan de salida de la familia real británica y se fue a vivir a EE UU.
Cuando contrajo el virus, en primavera, Reino Unido estaba en uno de sus peores momentos, con mil muertos al día. Con Boris Johnson y su padre enfermos, prefirió no hacerlo público para que el país no sufriera más ansiedad. “Había cosas importantes que hacer y yo no quería preocupar a nadie”, relató hace unos días. El duque de Cambridge fue tratado por los médicos de palacio y pasó la cuarentena en la casa familiar de Anmer Hall, en Norfolk, donde vivían también su esposa y sus tres hijos.
“Después de ver a los médicos y dar positivo, lo que obviamente fue un gran impacto dado lo en forma que está y la buena salud que tiene, Guillermo decidió que debía seguir como de costumbre. Estaba decidido a cumplir sus compromisos”, contaron los medios británicos cuando se supo la noticia.
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