Bernie Ecclestone, padre a los 89 años y patriarca de una familia singular

Ni los Ecclestone ni su patriarca, Bernie, son una familia ni un hombre al uso. Por eso, cada uno de sus movimientos, en lo personal y lo profesional, generan expectación y sorpresa. Lo último: que el exmagnate de la Fórmula 1 mundial ha sido padre por cuarta vez. Nada sensacional si no fuera por su edad: cumplirá 90 años el próximo octubre.

Ecclestone anunciaba el nacimiento de su hijo, el primer varón, la madrugada del jueves. Se llama Ace, que significa As. “Tenemos un hijo llamado Ace. ¡Estoy tremendamente orgulloso!”, contaba a la agencia de noticias suiza Blick. El pequeño es fruto de su relación con la brasileña Fabiana Flosi, que en abril cumplió 45 años. “Todo ha sido muy fácil. El nacimiento duró apenas 25 minutos. Doy gracias a Dios”, ha comunicado el británico.

Cuando crezca, Ace Ecclestone-Flosi (que ha nacido en Brasil, donde la pareja ha pasado la mayor parte del confinamiento) tendrá que repartirse con sus tres hermanas mayores la fortuna de su padre, valorada en más de 2.448 millones de euros, según la publicación especializada Forbes. A estas alturas y dadas la edad y particularidades de cada uno de los componentes de esta familia, resulta difícil saber cómo será la relación entre ellos.

Porque Ace nace con hermanas, pero también con sobrinos e incluso sobrino-nietos. Bernie Ecclestone tiene tres hijas ya adultas (alguna incluso en la tercera edad) fruto de dos matrimonios distintos. La mayor se llama Deborah, tiene 65 años, y es hija del magnate y de su primera mujer, Ivy Bramford. El matrimonio se casó en 1952 y se separó una década después. Deborah es una extraña excepción en la vida de lujos, millones y excentricidades de los Ecclestone. No se sabe apenas nada de ella: ni a qué se dedica, ni cómo es su familia, ni si mantiene relación con sus hermanas. Los medios británicos apuntan a que tiene dos hijos y un nieto, por lo que Ecclestone además de millonario sería ya bisabuelo.

A mediados de los sesenta, el empresario mantuvo una larga relación con una mujer de Singapur llamada Tuana Tan. Ambos estaban casados pero, al año de empezar a verse, dejaron a sus respectivas parejas y estuvieron juntos durante 17 años.

Luego vendría la más mediática de las relaciones del millonario. Durante una carrera de Fórmula 1, el entonces jefe de los circuitos conoció a la modelo croata Slavica Radic. Se casaron en 1984 y tuvieron dos hijas, Petra y Tamara. La pareja estuvo unida durante 25 años, hasta que se divorciaron en 2009 tras llegar a un acuerdo en el que a ella le correspondieron 670 millones. Ecclestone se casó con Flosi tres años después.

Tamara, de 36 años, y Petra, de 31, no acudieron a la boda de su padre con la brasileña. Era la última de su larga lista de salidas de tono. Con el tiempo, las jóvenes se han convertido en estrellas mediáticas, una suerte de Kardashians británicas que causan más jocosidad que admiración por sus excéntricos caprichos: inmensas mansiones de cientos de habitaciones, caballos pintados como unicornios para cumpleaños infantiles, costosas fiestas y divorcios millonarios.

Tamara Ecclestone se casó en 2013 con Jay Rutland en una fiesta de tres días en la Provenza francesa. Tienen una hija, Sophia, de seis años, y viven en Londres, en una inmensa mansión valorada en más de 50 millones de euros. El pasado diciembre se convirtió en noticia al ser asaltada cuando ellos estaban de vacaciones en Laponia. Los ladrones se llevaron un botín de 70 millones de euros en joyas.

Petra se casó en Roma con una boda que celebró durante dos días y costó 14 millones de euros. Después de tres hijos en común, se divorció de su marido, James Stunt, en 2017. Aunque no trascendieron los términos de la separación se habló de que había 6.200 millones en juego. Stunt ha seguido siendo noticia en el Reino Unido, en especial por un gran robo sufrido en enero de 2018 en el que le sustrajeron objetos valorados en 100 millones de euros. Ha sido considerado el mayor hurto del Reino Unido.

Meses después Petra y sus hijos dejaban Londres y se trasladaban a Los Ángeles por miedo. También había por medio un nuevo novio, un electricista llamado Sam Palmer junto al que tuvo hace apenas dos meses una hija, que por edad podrá compartir juegos y aficiones con su recién nacido tío.