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La salud de Mohamed VI, entre el tabú y la información escueta

El Palacio Real comenzó a informar hace seis años de forma sucinta sobre intervenciones quirúrgicas y enfermedades del rey

El rey Mohammed VI de Marruecos, en un encuentro con ministros rusos en el palacio real.
El rey Mohammed VI de Marruecos, en un encuentro con ministros rusos en el palacio real.Alexander Shcherbak (Alexander Shcherbak/TASS)
Francisco Peregil

El rey Mohamed VI, de 56 años, estaba siendo operado del corazón el domingo 14 de junio en la clínica del Palacio Real, en Rabat, sin que la inmensa mayoría de los 35 millones de marroquíes tuviesen el más mínimo indicio de lo que ocurría. La única noticia que trascendió durante la mañana sobre el rey es que había dado sus “muy altas instrucciones” para el envío de ayudas médicas a varios países africanos afectados por la pandemia.

Finalmente, cuando estaba a punto de caer la medianoche, el Palacio Real emitió un escueto comunicado en el que se informaba del “éxito completo” de una intervención médica sobre el “corazón sano” del monarca. Algo similar sucedió el 26 de febrero de 2018, cuando el rey fue tratado de otra arritmia en el centro Ambroise Paré, de París. El comunicado también llegó por la noche, una vez que la operación se saldó con éxito. La información se acompañó entonces con una imagen del convaleciente rodeado por casi toda su familia, la famosa foto donde faltaba su entonces esposa, la princesa Lalla Salma. Esta vez no hubo foto de familia.

El comunicado del domingo no especificaba cuándo comenzó la operación ni durante cuánto tiempo se prolongó. No obstante, varios medios en Marruecos alabaron “la transparencia” con la que el Palacio Real informó sobre la salud del rey. Los médicos, dos franceses de la clínica Ambroise Paré y tres marroquíes, diagnosticaron una “recaída” en el ritmo cardíaco que fue tratada con “éxito total” mediante una ablación de un “flúter por radiofrecuencia” en un “corazón sano”.

El presidente de la Asociación del Ritmo Cardiaco de la Sociedad Española de Cardiología, el doctor Javier Jiménez Candil, explica en conversación telefónica desde Salamanca que la “ablación de un flúter” consiste en la supresión de una arritmia mediante la introducción de un catéter a través de una vena. “Esta operación se hace con mucha frecuencia y el flúter típico es uno de los procedimientos más sencillos. Los síntomas más frecuentes son palpitaciones, sensación de fatiga y a veces dolores en el pecho. Aquí, en Salamanca, los pacientes suelen llegar a las ocho de la mañana y se van a casa a las siete de la tarde por su propio pie. Les aconsejamos que mantengan un reposo relativo durante un par de días”, explica Candil. Quien añade que el hecho de que se haya producido una recaída a los dos años no implica mayores complicaciones: “Si el paciente no presenta ninguna patología estructural en el corazón, es decir, si lo tiene sano, la reaparición de la arritmia no reviste ninguna gravedad. Se suele resolver con éxito”.

La política de información sobre la salud del rey ha evolucionado mucho en los últimos 20 años. El primer comunicado sobre una enfermedad lo emitió el Palacio Real en agosto de 2009, cuando llevaba diez años como rey. Se informó entonces sobre una “infección de rotavirus con síntomas digestivos y deshidratación aguda” que le obligaba a guardar “una convalecencia de cinco días”. El escrito añadía que su estado no justificaba “ninguna inquietud”.

Sin embargo, algunos periodistas se vieron muy inquietados. Varios medios se atrevieron a profundizar en la información, dado que entonces se especulaba sobre la causa del aumento de peso del rey. El diario Al Jarida al Oula, ya desaparecido, publicó un artículo, citando a fuentes médicas, donde indicaba que el origen del rotavirus se debía a la utilización de corticoides contra el asma, “que causan la hinchazón del cuerpo y disminuyen la inmunidad”. Tres directores de diario y siete periodistas fueron interrogados en comisaría. Dos fueron condenados a tres meses de cárcel y uno de ellos a un año de prisión por especular sobre la salud del rey.

Hubo que esperar cinco años para que el Palacio emitiera otro escueto informe sobre una enfermedad. Fue en julio de 2014, cuando Mohamed VI suspendió en el último minuto una visita oficial a China a causa de una “gripe aguda, con fiebre de 39,5 grados complicada por una bronquitis”. Cuatro días después Mohamed VI viajaba ya totalmente restablecido a Abu Dabi. Daba la impresión de que el Palacio dio un giro hacia la transparencia informativa.

Sin embargo, pocos meses después, el 23 de septiembre de 2014, el monarca canceló en el último minuto el vuelo que tenía previsto tomar para pronunciar un discurso en Nueva York ante cientos de jefes de Estado. El discurso lo leyó en su lugar el entonces jefe del Gobierno, Abdelilá Benkirán. La Casa Real nunca publicó ningún comunicado sobre la cancelación del viaje.

El viernes 6 de noviembre de 2015 el rey pronunció un discurso televisado en directo en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, para conmemorar el 40º aniversario de la Marcha Verde. Al monarca se le vio con dificultad para respirar durante el discurso. Los rumores se dispararon de nuevo. Cuatro días después la Casa Real difundió un mensaje donde anunciaba que el monarca padecía una gripe aguda contraída durante un viaje que efectuó a India semanas antes. Se le recomendó un reposo de 15 o 20 días.

En enero de 2018 los Reyes de España tenían previsto realizar una visita de Estado a Marruecos. Sin embargo, a petición de Rabat, el viaje se aplazó solo una semana antes de su inicio. Para entonces, ya se habían comprado los billetes de avión de decenas de presidentes de las principales empresas españolas. El Palacio no emitió ningún comunicado sobre la causa del aplazamiento. Y ningún medio marroquí especuló sobre la posible causa de la cancelación. Finalmente, tras varios intentos fallidos, la visita de Estado se celebró en febrero de 2019. Pero en lugar de los tres días previsto, solo se prolongó 24 horas. Ningún medio marroquí especuló en ningún momento sobre posibles razones de salud.

Más recientemente, en septiembre de 2019, Mohamed VI no pudo asistir al funeral del expresidente francés Jacques Chirac. En esa ocasión el Palacio emitió un breve mensaje donde explicaba que el rey estaba aquejado de una “neumonía bilateral aguda de origen viral”. En su lugar asistió el príncipe heredero Hasán, que tiene 17 años.

Este lunes, tras la operación realizada el domingo, el Palacio volvió a informar de que el rey efectuó “intercambios telefónicos” con varias personalidades que le desearon un pronto restablecimiento. Entre ellos, Mohamed Bin Salmán, príncipe heredero de Arabia Saudí, el rey Abdalá de Jordania, el emir de Catar, Tamin bin Hamad al Thani, y el rey de Bahréin, Hamad Bin Isa al Jalifa. La vida parece recuperar su pulso normal.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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