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Mar Torres, la amiga de Felipe (Froilán) de Marichalar, hace caja con su fama

La reciente ‘influencer’, heredera del imperio del Grupo Fuertes, concede entrevistas a cambio de dinero y promociona productos en sus redes

Mar Torres, en Madrid, el pasado febrero.
Mar Torres, en Madrid, el pasado febrero.Diego Puerta (GTRES)

Influencer, 21 años y heredera del imperio que lidera su abuelo Tomás Fuertes, presidente del Grupo Fuertes que posee marcas como El Pozo Alimentación. Esta es Mar Torres, la joven que se ha convertido en la primera pareja conocida de Felipe Juan Froilán de Marichalar y que el pasado mes de noviembre decidió abrir su perfil de Instagram para darse a conocer, mostrar su pasión por la moda y convertirse en la próxima Dulceida o María Pombo. Sin embargo, en febrero decidió replantearse su futuro profesional y se trasladó a Murcia, tierra de su familia, para iniciar unas prácticas en el Área Científica y Técnica de Investigación del campus de Espinardo de la universidad pública de esta región. “Estoy viendo varios sectores para saber en qué me gustaría enfocar mi futuro laboral aparte de la moda”, contó a sus seguidores de las redes sociales, donde comparte algunos momentos de su nueva vida. La distancia física entre el sobrino de Felipe VI, que reside en Madrid, y Torres ha llevado a algunos medios de comunicación a especular sobre el estado de su relación. Pero ella ni confirma ni desmiente. Explica que no habla de su vida privada.

Esta norma se la saltó en diciembre cuando concedió una entrevista a la revista Vanity Fair en la que dio detalles de un noviazgo lleno de altibajos que no dudó en ocultar. Mar y Felipe se conocieron en el Colegio Episcopal Sagrada Familia de Sigüenza, un internado católico en la provincia de Guadalajara. Torres no sabía entonces quién era el nieto del rey emérito Juan Carlos cuando su madre, María del Mar Fuertes, la matriculó en el centro. El primer día de clase acabaron sentados juntos, pero eso duró poco porque eran tan traviesos que los pusieron en clases separadas: "Somos iguales: buenecillos, pero un poco piezas”. Incluso Torres le dijo a la publicación que rompieron por un “rifirrafe” al año siguiente de que el hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se fuera a estudiar a Estados Unidos, al internado masculino Blue Ridge School, en el estado de Virginia. Pero en 2018 retomaron su relación y ambos han estudiado en el centro americano CIS The College for International Studies, al igual que lo hace Victoria de Marichalar.

EL PAÍS ha intentado entrevistar a Torres, pero su representante, Víctor Ogalla, de la agencia de influencers Rimmeo, indica que solo accedería si se le pagaba por ello. Solo habla con los medios de comunicación por dinero o si tiene que atenderlos en algún evento, como la Semana de la Moda de Madrid o la pasarela 080 de Barcelona, donde es invitada en calidad de influencer, un término para definirla que revela no gustarle demasiado. En este tipo de celebraciones sus comentarios se caracterizan por ser breves, algo tímidos —como ha reconocido en alguna ocasión— y centrados en la moda.

De su pasión por esta industria da fe Ester Cerdán, cofundadora de la firma murciana Laura Bernal, y quien diseñó su vestido para la inauguración del casino Odiseo en Murcia. “Estuvimos dudando entre dos vestidos, pero siendo un evento de noche optamos por el estilo chica Bond”, explica en conversación telefónica la diseñadora. Ambas se debatieron entre los dos modelos, pero la reacción de Torres fue de “amor a primera vista” con Sabina, un vestido largo de lentejuelas plateadas con escote cruzado y una apertura en la parte inferior que deja ver el interior de muselina de seda en malva. “Le quedaba muy bien porque tiene un cuerpazo y puede permitirse llevar una prenda glamurosa”, asegura Bernal, que añade que le maravilló que la joven tuviese las ideas tan claras y supiese tanto de moda: “Hablábamos un mismo idioma”. De Torres destaca su amabilidad, su simpatía, su inteligencia y que “tiene mucha seguridad en sí misma”.

Mar Torres y Ester Cerdán, cofundadora de Laura Bernal, en la inauguración del casino Odiseo, en Murcia, el pasado 27 de febrero.
Mar Torres y Ester Cerdán, cofundadora de Laura Bernal, en la inauguración del casino Odiseo, en Murcia, el pasado 27 de febrero.GTRES

Bernal conoce a la madre de Torres, María del Mar Fuertes, por amigos comunes pero prefiere no dar más detalles de esta relación. Fuertes es actualmente consejera del Grupo Fuertes, dueña de marcas como Agrifusa (agricultura), Cefusa (ganadería), ElPozo (industria cárnica), Fripozo (ultracongelados), Aquadeus (embotelladora de agua), Bodegas Luzón (vinícola) y Palancares Alimentación (quesos y lácteos), entre otras. Pero la compañía también está presente en otros sectores como el inmobiliario (Profusa), el hotelero (Vis Hoteles) y el petroquímico (Aemedsa). Estuvo casada con el promotor inmobiliario Juan Torres-Fontes —que fue imputado en el caso Umbra, una supuesta trama de corrupción urbanística—. Después del divorcio ha vivido con sus hijas, Mar y Marta, en el barrio madrileño de Salamanca hasta que ahora la mayor se ha mudado temporalmente a Murcia. “Echo mucho de menos a mi madre, siempre le digo que a ver si me mima un poco y viene a Murcia a verme”, comentó Mar Torres recientemente.

Desde 2017 cuando Felipe Marichalar y Torres fueron fotografiados juntos por primera vez, tanto la joven como su familia se han mostrado discretos sobre la relación. Sin embargo, Torres decidió romper con la prudencia que tanto la caracterizaba al hacer pública su cuenta de Instagram hace más de tres meses. La mayor sorpresa no fue el hecho de que empezara a compartir momentos de su vida diaria, sino que también se percibió un notable cambio físico en ella: menos peso, un tono más claro de pelo y, sobre todo, unos rasgos faciales diferentes. Ella habla con total normalidad de los retoques estéticos que se ha ido haciendo en los últimos meses.

Torres ya tiene más de 35.000 seguidores en Instagram, donde es evidente el cambio profesional que ha experimentado su cuenta con fotografías y estilismos más cuidados y estudiados. Instantáneas en biquini, de fiesta, de viaje o tomando algo en una terraza suelen ser un habitual en su perfil, el cual tiene enlazado a su cuenta de 21 Buttons, una red social en la que comparte sus looks y añade los enlaces a las páginas web de las tiendas a las que pertenece cada prenda. Con ello sus seguidores pueden adquirir los mismos productos y Torres se lleva una comisión cada vez que se produce una venta. Un rédito más para su bolsillo gracias a su nueva fama.

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