Bizcocho de limón y aceite de oliva
Lo advertimos: lleva mucho aceite de oliva virgen extra, responsable de la jugosidad de la miga y de parte de su sabor. Y sí, es tan fácil de hacer como cualquier otro bizcocho
Un simple bizcocho para desayunar o merendar es uno de esos placeres de la vida que, aunque pequeños, son enormes. Cuando el bizcocho lleva aceite de oliva, mucho limón, y tiene una de las migas más jugosas que jamás te has llevado a la boca, entonces deja de ser simple, y pasa a ser tremendamente sofisticado.
Este no es un bizcocho de esos que dicen que llevan aceite de oliva virgen extra, y luego llevan tres cucharadas. Este lleva mucho aceite de oliva, responsable directo de la jugosidad de la miga, pero también de parte de su sabor. Por lo tanto, lo mejor es que para esta receta utilices uno con carácter, que se vaya a hacer notar en el sabor final, yo le puse uno de arbequina de Arco de San Andrés, uno de mis aceites favoritos.
El paso más difícil de la receta, cuya preparación es mezclar un ingrediente detrás de otro y después hornearlo, es el último: dejar que se enfríe completamente. Es importante en toda la repostería, pero en este caso más aún, porque al ser un bizcocho tan jugoso, la miga y los sabores tardan más en asentarse. Mi recomendación es que lo dejes toda la noche, pero si no tienes tanto tiempo, por lo menos un par de horas. Ah, y otra de las cosas maravillosas que tiene es que aguanta a temperatura ambiente, jugoso y esponjoso, durante tres o cuatro días sin problema (si no os lo coméis antes, claro).
Tiempo: 90 minutos
Dificultad: Resistir la tentación de morderlo antes de que se enfríe
Ingredientes
- 275 ml de aceite de oliva virgen extra
- 3 huevos
- 250 g de azúcar
- 150 ml de leche entera
- 150 ml de kéfir
- 2 limones grandes
- 250 g de harina
- 2 g de cúrcuma (opcional, es para dar color)
- 5 g de sal
- 3 g de bicarbonato
- 3 g de levadura química
- Azúcar glas para decorar
- Ralladura de 1 limón para decorar
Instrucciones
Forrar un molde redondo desmontable con papel vegetal, tanto en la base como en las paredes, y después engrasarlo con aceite de oliva.
En un bol pequeño, mezclar la harina, la cúrcuma, el bicarbonato, la levadura química y la sal.
En un bol grande, añadir los huevos y el azúcar y batir con unas varillas hasta que doble su volumen y adquiera un color más pálido. Después, añadir poco a poco el aceite de oliva, batiendo a la vez, emulsionándolo.
Añadir la leche, el kéfir, la ralladura de los dos limones y su zumo, e integrar todos los ingredientes.
Añadir la harina en tres tandas, incorporándola con las varillas cada vez antes de añadir la siguiente tanda.
Transferir la mezcla al molde, darle un par de golpes contra la encimera para que se asiente, y meterlo a un horno precalentado a 175 grados centígrados durante 50 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio y la superficie esté profundamente dorada.
Apagar el horno, abrir la puerta un poco y dejarlo enfriar 30 minutos sin sacarlo. Después, sacarlo, quitarle las paredes al molde y dejarlo enfriar completamente, como mínimo dos horas.
Darle la vuelta al bizcocho, quitar el papel vegetal y colocarlo en un plato. Rematar con azúcar glas y la ralladura de un limón.
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