Melón caramelizado a la menta
Le damos una vuelta de tuerca a una de las frutas más refrescantes del verano. Estas bolitas dulzonas son el bocado perfecto incluso para melonfóbicos.
Ha llegado la hora de reconocerlo: no me gusta el melón. Ni la sandía. Y sufro por ello. Siento una mezquina envidia hacia los cilantrofóbicos, esos quejicas respaldados por la ciencia que pueden presumir de que lo suyo es un asunto de genes. Que yo sepa, aún no ha habido ninguna universidad de esas que no paran de hacer estudios que nos haya dedicado un minuto a los que sufrimos melonfobia. Estamos dejados de la mano de Dios.
Todos los veranos ardo de envidia al ver familias bien avenidas saliendo del hipermercado con una sandía y dos melones asomando en el carro. Me los imagino en camiseta de tirantes dando dentelladas a una raja de melón mientras el jugo les resbala por la barbilla. Frescos e hidratados, disfrutando como locos. Malditos.
Yo no tiro la toalla. Quizá algún día. Puede que este mismo verano. Estoy cansada de mirar a los melones a la cara y decirles entre lagrimas eso de “no eres tú, soy yo.” Estoy en terapia, dando pequeños pasitos. Mi primera tarea hacia una vida melonfriendly ha sido hacer este postre de melón caramelizado a la menta. Y oye, la cosa promete. Me veo en nada dándole de lo lindo a un batido de melón, aguacate y albahaca, o moviendo la cuchara sobre una sopa de melón, almendras y lima. Es posible que con el tiempo termine compartiendo tertulia con el melón con jamón.
Como verás en la elaboración, para que esta receta luzca sugestiva y oronda he utilizado el sacabolas para esferificar a lo bruto, pero si no tienes ese mágico artilugio, puedes cortar el melón en cubos. La condición es que cada porción tenga turgencia y chicha suficiente para asegurar un bocado perfecto. Como en El Comidista no tiramos nada, te recomiendo que guardes los recortes que queden tras sacar las bolas y los congeles para hacerte un granizado de melón.
Dificultad: Para melones a punto de caramelizar
Ingredientes
Para cuatro o cinco personas
- 1 melón mediano
- 1 ramillete de menta fresca
- 3 cucharadas soperas (60 g) de melaza o miel de caña. Puedes sustituirla por azúcar.
- 20 g de mantequilla sin sal
- 125 g de frutos rojos frescos (frambuesas, arándanos, moras o grosellas)
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