Cebiche de bonito con soja
Cuando te invade la vagancia pero debes alimentar a unas cuantas personas a las que no sabés por qué has invitado a casa, el cebiche es una de mis opciones más socorridas. Se prepara en dos patadas, no tiene la más mínima dificultad y casi siempre triunfa. Lo único complicado es encontrar pescado fresco y de buena calidad que puedas pagar sin necesidad de vender tu cuerpo al pescadero o hipotecar todos tus bienes.
Para el cebiche de hoy utilicé un bonito comprado en La Bisbal d'Empordà (Girona) al muy razonable precio de ocho euros el kilo. Sí, tiene más trabajo que el atún porque es más pequeño, pero está igual de bueno y es más sostenible. El plato se puede hacer igual con otros pescados como chicharro o caballa, evitando en lo posible las especies amenazadas por la sobrepesca.
Antes de que los Legionarios del Santo Cebiche se me echen encima, diré que mi receta es una interpretación personal del plato preparada en mi casa, donde básicamente hago lo que me da la gana. Lo llamo cebiche porque es un pescado crudo aliñado con zumo de lima, cebolla y picante, y creo que es la mejor manera de entenderlo a leer el titular. Pero lleva salsa de soja, por lo que no es el cebiche tradicional peruano, ni el ecuatoriano, ni el de la Conchinchina... ni pretende serlo.
Dificultad: No necesitas tener cerebro, sólo un cuchillo bien afilado.
Ingredientes
Para 4 personas
- 800 g de lomos de bonito limpios de piel y espinas
- 150 ml de zumo de lima
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cebolla roja pequeña
- 1 guindilla roja picada (preferiblemente fresca)
- 2 cucharadas de cilantro fresco picado
- Vinagre
Instrucciones
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.