Alubias 'light' con chorizo, morcilla y tocino
El truco está en precocer los sacramentos para liberarlos del exceso de grasa, y en echar directamente las verduras al potaje sin rehogarlas antes para evitar añadir más aceite. Otra recomendación inteligente para que tu cerebro funcione después de la jamada es tomarlo como plato único, a lo sumo con alguna ensalada o un entrante muy ligero. Con las alubias y el cerdo ya estamos ingiriendo proteínas, hidratos y grasas, y nuestro cuerpo no necesita mucho más. Los tragaldabas de mi tierra pensarán que soy una enclenque damisela por decir esto, pero siempre he pensado que meterse un chuletón después de unas alubias es una auténtica salvajada.
Las judías que utilice para el plato son típicas de Carranza (Vizcaya), y provienen del fantástico huerto de mi hermano y mi cuñada. Tienen un característico color pardo, una textura finísima y un sabor delicioso. Pero podéis utilizar cualquier otro tipo de judía seca, siempre que sea de calidad. El mismo criterio se debe seguir con el cerdo: una morcilla cutre, un chorizo cutre o un tocino cutre dan como resultado un cocido cutre.
Dificultad: No hay que ser Einstein.
Ingredientes
- 400 gr. de alubias
- 1 morcilla (unos 200 gr. aprox.)
- 1 chorizo (unos 200 gr. aprox.)
- 1 trozo de tocino (unos 200 gr. aprox.)
- 1 cebolla
- 1 puerro
- 1 pimiento verde
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de tomate frito
- 1 hoja de laurel
- Guindillas verdes en conserva
- Sal
Instrucciones
Actualización: el plan 'entulínea' de Weight Watchers sí permite comer alubias con chorizo y morcilla siempre que se siga un menú equilibrado el resto del día, según aclaran sus responsables en España.
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