Por qué el desayuno español es un desastre (y cómo cambiarlo)
El habitual desayuno de zumo de naranja, cereales, bollería o tostada con mermelada es una pequeña catástrofe nutricional. La dietista Raquel Bernácer, autora del libro 'Aprende a desayunar', explica cómo cambiarlo.
Digámoslo alto y claro: el desayuno típico español, con su bollería, galletas, zumo de naranja, leche con Colacao o Nesquik o tostadas con mermelada, es un desastre desde un punto de vista nutricional. El cuñado que hay dentro de ti estará diciendo en estos momentos: "¡Pero si es lo que hemos desayunado toda la vida y estamos sanísimos!". Reprímelo con un poco de información: primero, es falso que hayamos desayunado así toda la vida, porque ese modelo se implantó en el siglo XX y ha sido el marketing de la industria que elabora esos productos el que lo ha apuntalado como único en nuestros cerebros. Segundo: no estamos sanísimos, como demuestra el ascenso de la obesidad y enfermedades relacionadas con la mala alimentación en nuestro país.
¿Qué hacer? Antes que nada, entender cuáles son los fallos de nuestra primera comida. Y acto seguido, pensar en alternativas apetecibles y saludables. Por eso convocamos a la dietista-nutricionista Raquel Bernácer, colaboradora habitual de El Comidista que acaba de publicar el fantástico libro Aprende a desayunar. Sin pelos en la lengua, Bernácer desmonta en el vídeo que tienes arriba unos cuantos mitos sobre los alimentos comunes a primera hora, y da ideas prácticas y sencillas para mejorarlo. Porque el desayuno no es la comida más importante del día, como dice el topicazo, pero nunca está de más hacerlo bien.