Menú semanal de El Comidista (1 a 7 de OCTUBRE)

La calabaza y la remolacha son un poco sosainas, pero que especiadas, asadas y aliñadas se transforman en un placer para el paladar

Cuando no tienes el níspero para muchas cocinas, el pesto es la salsa más agradecida del universo. Te damos tres opciones para que acompañes tus espaguetis.

Esta receta de fruta macerada en licor y acompañada de yogur viene con un truco para pelarla sin esfuerzos.

En el momento del año en el que no se sabe si va a hacer temperatura de otoño o de verano, las sopas que pueden tomarse frías o calientes son un salvavidas. Esta es una de ellas, y está buenísima de las dos maneras.

Una vuelta de tuerca al mar y montaña tradicional de la mano de Mateu Casañas, uno de los tres chefs del restaurante Compartir.

La alternativa imberbe al melocotón obra milagros con la vainilla. Esta receta es tan fácil que roza el 'jetapostrismo'.

Una receta cuyos ingredientes completos aparecen en el nombre es siempre una apuesta segura, pero ésta te va a poner a salivar en cuanto huelas el ajo dorándose en la mantequilla.

Una versión rápida y algo más ligera de la famosa cochinita de Yucatán. El picante para alegrarlo es opcional pero recomendable; unas buenas tortillas de maíz no son negociables.

Aprovecha que las uvas ya están de plena temporada y cómelas a todas horas aunque las pepitas te den pereza.

Un aperitivo vegetariano y frito –pero no muy guarrindondo, lo prometemos– gracias a la técnica secreta del colectivo Stomako.

La carne queda melosa, la salsa que producen es pura esencia de ternera y paladearla es volver a sentir los mejores guisotes de madres y abuelas.

Aunque de factura un tanto rústica, la versión casera de la clásica pasta de cacao y avellanas supera en sabor y calidad a las industriales. La excusa para pecar a la hora de la merienda (o del postre) está servida.

La ensalada balear por antonomasia no puede ser más sencilla: tomate, pimiento, cebolla, aceite y sal.

Hay vida más allá del rape, la merluza y el rodaballo, y el estofado es una buena manera de integrar otros especímenes del mar en nuestra dieta.

La sencilla manzana asada se puede convertir en un postre tan completo y elaborado como quieras: solo hay que darle aroma con algunas especias, la textura de los frutos secos y algo de untuosidad gracias al queso fresco.

Una combinación que está buenísima, con un contraste brutal de sabores dulces y salados y un colorido fantástico. También la puedes hacer con patata.

La tarta de galletas lo tiene todo: buena, bonita, barata, se hace en un pispás y encima sin horno. Más allá de la mítica versión con chocolate existe un mundo de posibilidades con queso, nata y fruta de temporada.

Una receta de arroz con carrillera y garbanzos y algunos trucos para conseguir un arroz seco como el que hace tu tía de Vinaroz.

Una versión de las tortitas de toda la vida, ligera y aireada gracias a la magia de la clara de huevo batida a punto de nieve. Puedes cambiar el requesón por mató, el limón por naranja y la vainilla por canela.

El primer consejo para que la sangría sea una bebida digna es más o menos el de siempre: usa unos ingredientes dignos.