Navidad Viejuna 2016: las mejores fotos

Abrumados. Así es como nos sentimos ante vuestra descomunal respuesta al concurso Navidad Viejuna 2016, que ha batido todos los récords de fotos recibididas en la redacción de El Comidista. Aunque no sé si nos sentimos más abrumados por la cantidad de imágenes que por lo que se ve en ellas, una auténtica orgía de platos retro que nos ha llevado de cabeza a las maravillosas navidades de los ochenta -o antes-, cuando los canapés eran lo más y el cóctel de gambas lo más de lo remás.

Como supongo que los participantes estaréis ansiosos por saber quién ha ganado, vamos directamente con el palmarés. El jurado, presidido por la catedrática de Comida Viejuna por la Universidad de Otxandiano Ana Vega 'Biscayenne' y formado por Marta Miranda, Mònica Escudero, Jordi Luque, Xavi Sorinas y yo mismo, ha concedido el primer premio a las piñas rellenas de ensalada de cangrejo y langostinos de Mónica Jiménez López, "por conservar la ancestral costumbre de rellenar un fruto exótico con una amalgama de mayonesa y adornarlo todo con elementos que no pintan nada y nadie come (véase la cama de lechuga)".

Enhorabuena, Mónica, ¡tus piñas con bracitos y patitas de langostino, que parecen tomar el sol despatarradas, nos han llegado al corazón! Eres la ganadora de una supercazuela de hierro colado de 24 cm de Le Creuset, valorada en 40.000 pesetas, y un ejemplar de La cocina pop de El Comidista firmado por mí mismo, que debe de andar por los 3 leros en los mercadillos más selectos.

El segundo premio es para Carmen Ramírez de Ocariz por su Árbol de navidad de gambas. El tribunal ha definido esta obra maestra como "el viejunismo hecho realidad". "Parece muy meritorio que alguien dedique tanto tiempo y cariño a hacer algo así", asegura Jordi Luque, "y podemos imaginar la sonrisa histérica con la que trató de engañarse a sí mismo diciéndose: está bien, ha quedado bien, ¿no?". Por su parte, la autora de la fotografía explica así lo sucedido: "Es un esperpento con el que un amigo trató de deleitarnos estas Navidades. ¡Aún estamos riéndonos!".

El tercer premio ha ido a parar al erizo de Moisesyapellidos, por Erizo. "Semejante obra de arte sólo la había visto en la revista Hogar y cocina especial navideño de 1972, y debe de haber mucho amor detrás de semejante acto de paciencia", exclamó la presidenta del jurado al ver esta imagen. "Es tan adorable que no dejaría que nadie de la mesa le metiera mano", añadió Xavi Sorinas. "Lo mejor sería disecarlo y dejarlo expuesto en el comedor durante todo el año".

Tanto Carmen como Moises recibirán una mini cocotte de Le Creuset y el consabido libro firmado de El Comidista. Y para que veáis lo difícil que lo ha tenido el jurado para decidir los ganadores, ahí va una selección del mejor material llegado al concurso.

Mr. Ferris presentó este "trufado y presentación transmitido de generación en generación". Huevo hilado + guindas = 10 points viejunos.

Lola Miguel recuperó un clásico políticamente incorrecto de nuestra infancia que creíamos desaparecido: los chinitos, bien "nevados" con yema de huevo rallada.

Carmelo Ros unió el viejunismo con la violencia en su Pineapple massacre, "centro de mesa y nuevo juego de moda consistente en a ver quién ensarta más melocotones".

Elisa Bustos compitió con estas delicadas construcciones de paté elaboradas por su suegro. "Es un artista", asegura. "Todavía no sabemos qué quería decir con estas tostas".

Carmen Pérez Basanta nos envió un plato que me rechifla: la "lengua a la escarlata". "Es una receta de mi familia que lleva entre nosotros desde hace más de un siglo. Se elaboraba en la Goleta, la casa de mi bisabuela, donde, según Álvaro Cunqueiro, se hacía una de las grandes cocinas gallegas. La lengua es una receta viejuna por excelencia, considerada un manjar exquisito que se servía en festividades especiales. Antiguamente se vendía en casi todos los ultramarinos, pero hoy ha desaparecido casi por completo".

Sergi Grimalt destacó a la hora de combinar las clásicas decoraciones de la ensaladilla rusa con el espíritu navideño.

Mónica Díaz-Ponte nos dio un susto de muerte con este Búho de crudités.

Silvia Rodríguez apostó por un plato viejuno a la par que eterno, cuya receta recuperó recientemente Biscayenne para El Comidista: el rape alangostado.

Pili Domínguez puso en riesgo el ajuar de su madre al enviarnos estas imágenes: si algún día entran a robar y se llevan la vajilla, ya sabes quién ha sido, Pili.

Constanza Saavedra nos dio una idea de qué ponernos en la cabeza si algún día viajamos al espacio: un casco de melón con jamón.

Efecsebeek reunió elegancia y distinción con este pastel fractal de salmón.

Helenflowers demostró la existencia de una pieza de vajilla que creíamos desaparecida: el plato para huevos rellenos.

MrDomingo nos enamoró no sólo con su cóctel de gambas, sino con unos caballitos sujetadores de cubiertos que todos deberíamos poner en nuestras vidas.

BelenMRevuelta participó con el cocodrilo de almendras de su tía Reyes. Algún día echaremos en falta a los familiares que se toman el currazo de hacer platos como éste.

LolaMolinso batió todos los récords del viejunismo al recuperar el áspic, y encima usarlo sobre una ensaladilla. Grandioso.

Djimenezi y su infinitum de canapés bien podría haberse llevado algún premio si la competencia no hubiera sido tan dura.

María A. Prohens trajo las esencias más puras de nuestra tradición a este concurso: su surtido de embutidos, gamba y ensaladilla rusa es historia de España.

Mil gracias a todos por participar en este magno homenaje a los platos demodé. ¡Viva la comida viejuna!