Tarta de galletas con chocolate
¿Icono viejuno por excelencia o clásico contemporáneo? La tarta de galletas y chocolate, antaño estrella en las fiestas de cumpleaños infantiles, merece una nueva oportunidad.
Allá cuando los niños querían ser astronautas y no Masterchefs, la tarta de galletas con chocolate partía la pana. El amor materno se medía en su superficie al cuadrado, y se multiplicaba por el número de pisos. Cuantos más tuviera, más te quería tu madre y más trabajo se había pegado la pobre intentando que no se viniera abajo. En estos tiempos de cumpleaños temáticos y tartas de fondant en colores psicotrópicos, un humilde postre hecho a base de galletas untadas puede parecer viejuno y facilón, pero ahí reside su encanto.
El sabor de la tarta de galletas está tatuado en nuestra memoria colectiva, igual que el recuerdo de mojar las galletas hasta el peligroso límite de casi-empapadas-pero-no-rotas. Tamaño patrimonio inmaterial merece ser cuidado y heredado por las generaciones venideras, así que por si acaso, dejemos testimonio de su fórmula más tradicional. Acompañada de sándwiches de paté, ganchitos y Tang o estrella invitada de cualquier menú, la tarta de galletas es un clásico atemporal.
Su ubicuidad en los recetarios familiares se debe a su fácil elaboración, reducido número de ingredientes y, por qué no decirlo, a su fantástica capacidad de adaptación a la creatividad del perpetrador. Admite múltiples combinaciones tanto en el interior -crema pastelera, mermeladas- como en el exterior, ese lienzo perfecto para escribir con Lacasitos y otras locuras decorativas.
La receta que os dejo aquí es la más básica, sacada expresamente de un recetario viejuno de 1978. Las madres de entonces no eran tan tiquismiquis con lo de la seguridad alimentaria y usaban huevos crudos sin ningún pudor. Si a vosotros os azuza el temor a la salmonelosis, podéis usar huevos y claras pasteurizadas o directamente, pasar de ellos y añadir nata montada a la mezcla de mantequilla, azúcar y chocolate. El resultado es muy parecido aunque de todas maneras habrá que guardar la tarta en la nevera y comerla en 48 horas. Si os entra el perrenque creativo podéis customizarla a vuestro gusto y sin rubor, ya sea intercalando capas de mermelada o cambiando las típicas galletas doradas por unas con canela o naranja.
El café sirve para potenciar el sabor del chocolate, igual que la sal, y es perfectamente posible usarlo en versión descafeinada e incluso directamente de polvos instantáneos. Para los que tengan que pensar en paladares infantiles y no se atrevan a embolingarles a la vieja usanza, mejor sustituir el licor en la leche por una pizca de vainilla.
Dificultad: Para preescolares.
Ingredientes
Para 8-10 personas:
- 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 60 g de azúcar
- 2 yemas de huevo
- 2 claras de huevo ó 100 ml nata para montar
- 200 g de chocolate negro 55% cacao
- 4 cucharadas de café
- Una pizca de sal
- 200 g de galletas rectangulares
- 250 ml de leche
- 3 cucharadas de licor (brandy, crema de orujo…)
Instrucciones
¿Has intentado hacer esta receta u otras de El Comidista, y no te han salido bien? Quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com
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