Otra sangría es posible
Relegada a bebercio para guiris, la sangría no tiene la mejor reputación. El coctelero Marc Álvarez nos enseña a convertirla en un líquido fresco y delicioso.
Nadie en España se toma muy en serio la sangría, pero yo le tengo un cariño especial. Será porque Lou Reed la mencionaba en una de mis canciones favoritas, Perfect day. O porque el primer micropedo de mi vida me lo cogí con uno de sus primos hermanos (el zurracapote), en aquellos tiempos en los que los padres dejaban pimplar a sus hijos pequeños en las fiestas de guardar. La sangría, para mí, son los veraneos al viejo estilo en La Rioja, con sus eternas tardes en la piscina, sus patatas con chorizo, sus chuletillas al sarmiento y aquel calor que fundía hasta a las moscas.
Tranquilos que el vídeo de hoy no va de arrebatos nostálgicos de la sobadísima era de la EGB, sino de mirar al futuro para imaginar una sangría digna, que se desmarque de los bebedizos que les suelen servir a las únicas personas que aún la beben en España: los guiris. Para ello contamos con uno de sus más señalados reivindicadores, Marc Álvarez, hombre que rige los destinos de las barras de elBarri Adrià (los restaurantes de Albert y Ferran Adrià en Barcelona). Con su receta, tan simple como renovadora, obtendrás una sangría fresca, frutal y nada cabezona. E igual, quien sabe, un día perfecto como el de Lou.