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Operación sangría: cuatro formas de recuperar una bebida maltratada

Una sangría digna es posible. / EL COMIDISTA
Una sangría digna es posible. / EL COMIDISTA
Mikel López Iturriaga

Como sé de buena tinta que a casi todos los que leéis este blog os gusta el pi-piribí-pi-pí, volvemos a la carga con una nueva entrada dedicada al bebercio. La de hoy va de dignificar la sangría, esa bebida con la que casi todos nos iniciamos en el mundo del alcohol (aunque fuera en dosis mínimas, que algo debía llevar ese trozo de melocotón que te daban para chuperretear después de dar la tabarra durante dos horas) y que se ha convertido en néctar oficial de los guiris, con ingredientes desconocidos, cantidades ingentes de azúcar y precio de uranio empobrecido.

El primer consejo para que la sangría sea una bebida digna es más o menos el de siempre: usa unos ingredientes dignos. ¿Vino de tetrabrick? NO. Tampoco hace falta que le pongas un Pingus, pero es importante que el caldo sea mínimamente decente. ¿Las peras pochas y el melocotón de megaoferta que lleva una semana al sol? TAMPOCO. ¿Meterle todos los culos que quedan en el mueble bar de la casa de la abuela Luisa en la Manga del Mar Menor? TÚ VERÁS. Aunque a mí me da resaca sólo de escribirlo.

Por lo demás, es importante darle su tiempo al vino (o la bebida que sea) para que se empape bien del sabor de la fruta, y al revés. Si no se dispone de una hora y media o dos, se puede usar almíbar en lugar de azúcar y darle unos meneíllos a la mezcla de fruta y vino para acelerar el proceso. Ah, y si usas frutas muy maduras y las pones en trozos muy pequeños al final vas a comer papilla con vino, así que usa el sentido común y respeta las texturas. En cuanto a pelarlas o no, menos el limón y la naranja –cuyas cortezas tienen aceites aromáticos que dan enjundia a la bebida– y la manzana y la nectarina, que le pueden dar un punto crujiente interesante, el resto de los pellejos es mejor desecharlos.

SANGRÍA DE VINO TINTO

Ingredientes

Preparación

1. Pelar la fruta (menos la nectarina) y cortarla en dados grandes. Mezclar en una jarra con el azúcar, el vino y el licor, remover bien y dejar reposar durante un par de horas en un sitio fresco (pero no en la nevera).

2. Añadir la gaseosa fría, el hielo, remover y lista para servir.

CONSEJO: Si se elimina el Triple Sec pero se usa un poco de infusión de cáscara de naranja, se mantiene el sabor del cítrico sin mezclar alcoholazos.

SANGRÍA DE CERVEZA

Ingredientes

Preparación

1. Triturar las moras con 100 mililitros de vodka (si no se quiere añadir otro alcohol, un poco de agua también sirve) y las 3 cucharadas de miel. Pasar por un chino o un colador metálico de malla fina. Macerar en una jarra las cerezas deshuesadas en el zumo resultante durante un par de horas en un lugar fresco.

2. Para servir, poner unos cubitos de hielo sobre la fruta, la cerveza fría y darle unas vueltas (con suavidad, para que no desaparezca la burbuja) antes de servir.

CONSEJO: Si se sustituye la cerveza por un par de botellas de vino blanco espumoso saldrá una sangría de sabor más delicado pero con más poder chuzante.

SANGRÍA SIN ALCOHOL

Ingredientes

Preparación

1. Pelar la naranja a lo vivo. Abrir las uvas por la mitad y sacarles las pepitas (si tienen). Mezclar en una jarra las frutas con el mosto, el zumo de naranja y el de limón y dejar reposar un par de horas en un sitio fresco.

2. Añadir hielo a la bebida y remover con ganas justo antes de servir.

CONSEJO: Si los que van a disfrutar esta sangría son niños (y teniendo en cuenta que no se ha usado azúcar en la preparación, excepto el de la propia fruta), añadir un puñado de ositos de goma o gominolas en el último momento puede proporcionarle un extra de emoción a la bebida.

SANGRÍA DE CANELA, NARANJA Y LIMÓN

Ingredientes

Preparación

1. Poner el vino en una jarra. Hacer zumo con dos naranjas y dos limones, y mezclar el zumo y los limones y las naranjas vacíos (con cuidado de que no caigan ninguna pepita, porque amargan) con el vino, el azúcar y las ramas de canela troceadas. Dejar reposar en un sitio fresco durante 24 horas.

2. Colar con un colador de malla fina el vino aromatizado, y volver a poner en la jarra con el limón y la naranja restantes troceados. Dejar reposar una hora más y servir con un montón de hielo.

CONSEJO: Esta sangría está ligeramente inspirada en el zurracapote, bebida con la que me cogí el primer pedo de mi vida en Logroño (no diré a qué edad porque no vaya a ser que a mis padres les quiten mi custodia con efectos retroactivos). Si se aumenta el tiempo de macerado el sabor será más intenso, aunque cuidado con la temperatura porque el azúcar puede hacer que se estropee.

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Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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