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Dos Estaciones: platazos de mercado en el pequeño restaurante

Dos jóvenes cocineros decidieron unir fuerzas en el centro de Valencia. Hoy, su pequeño y sencillo restaurante saca platos de mascletá.

Hay que ser muy merluzo para que no te pirre.
Hay que ser muy merluzo para que no te pirre.JORDI LUQUE

¿Dos Estaciones? Faltan otras dos, ¿no?

Creo que el nombre hace referencia a los dos cocineros que abrieron el restaurante: Iago Castrillón y Alberto Alonso. Pero como chiste fácil, ha estado bien, oye.

¿Y qué hacen estos dos?

Pues desde que abrieron, el pasado mes de septiembre, hacen una cocina de mercado de altísimo nivel. Se tenía que notar que Iago ganó el premio al restaurante revelación de Madrid Fusión en 2012 con Acio, y que Alberto fue el mano derecha de Ricard Camarena.

Ah, pues seguro que hacen las típicas pijadas modernis.

Para nada. Hacen una cocina muy seria, de sabores muy definidos, con producto fresco y de temporada. Hasta se hacen su propio pan, cuecen dos hogazas rústicas de excelente factura cada día.

Aperitivo completo, aperitivo Comansi
Aperitivo completo, aperitivo ComansiJORDI LUQUE

¿Cocina muy seria?

Sí, con algunos guiños divertidos. El menú degustación incluye dos aperitivos, tres platos y un postre que son de traca.

Empieza con un bocado que pretende reunir todos los elementos del aperitivo: un boquerón, con arena de patata chip y una aceituna rellena de gelatina de vermú. El único defecto es la arenilla de patata frita, si lograran que crujiera sería magnífica. En cualquier caso, fue una muy buena manera de empezar un menú.

¡Qué finolis estás, por favor!

Quizá sí.

La cosa siguió con una coca de lengua de ternera, parecía roast beef, con salsa tártara. Hubo un ligero desequilibrio, la potencia de la buenísima salsa restaba protagonismo a la carne. Pero bien.

La tártara se comió la lengua
La tártara se comió la lenguaJORDI LUQUE

El primer platazo del menú fue la impresionante crema de coliflor con papada y huevas de arenque. Si Dios tomara forma de plato, quizá sería este. Impecable.

La merluza, de una textura insólita y muy meritoria considerando que la cocinan al vapor, estuvo también sublime. La acompañaba un suave puré de patata que prepara el paladar para el tremendo, intenso, jugo de piparra. Madre mía, ¡qué merluza!

La karnaka
La karnakaJORDI LUQUE

Para terminar la parte salada nos arrearon un plato de vaca gallega con patatas y mojo. No fue tan sorprendente como la merluza con piparra, pero la carne es de primera, muy sabrosa.

Crema de coliflor con papada y huevas de arenque: ¡PLAS, PLAS, PLAS!
Crema de coliflor con papada y huevas de arenque: ¡PLAS, PLAS, PLAS!JORDI LUQUE

Eres una foca, ¿lo sabes?

Las focas no comen el milhojas de manzana y crema de vainilla, un postre que me encantó. Con un dulce muy moderado y la originalidad de presentar la manzana en finas láminas crujientes.

Tampoco beben vino, las focas. ¿Bebiste vino?

Pues sí. Tienen una carta con referencias locales, algo que siempre es de agradecer. Recuerdo con especial cariño un blanco suave y afrutado, varietal macabeo, de nombre ‘Beberás de la copa de tu hermana’. Y también una garnacha dulce que bebí con el postre.

Milhojas de manzana, un postr bien pensado
Milhojas de manzana, un postr bien pensadoJORDI LUQUE

Venga, ponle precio…

El menú que comí sale por treinta y cinco lereles. No está mal, ¿no?

Está bien. Por cierto, ¡por fin has salido de Madrid y Barcelona!

Ya me gustaría a mí pasar el día viajando y comiendo. No sé qué idea tenéis de los que escribimos de esto, hombre.

Dos Estaciones. Calle Pintor Salvador Abril, 28. Valencia. Tel. 963 034 670. Mapa.

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