Enanos en la cocina: algunas ideas para cocinar con niños
Cocinar con niños es un pasatiempo divertido y muy pedagógico. Ahora, durante las vacaciones, es un buen momento para hacerlo.
"Me gusta cocinar contigo porque así de mayor sabré cocinar como tú". Lo dice Rai (cinco años), mi hijo mayor y uno de los enanos a los que he preguntado para escribir este post.
Las vacaciones de Navidad, y sus consecuentes comilonas, son una gran oportunidad para cocinar con niños. No es raro que disfruten, cocinar tiene algo de experimento loco y, además, puede que les haga sentir útiles/mayores/responsables. Elvis (diez años) y Jarvis (cuatro) lo resumen así: "cocinar es muy divertido. Me hace sentir que yo también sé cocinar".
Sandra Mangas, más conocida como Sandeea de La Receta de la Felicidad y madre de Jorge (5 años) y Pablo (7), lo confirma: “están muy orgullosos porque es algo que han hecho ellos”.
Además de ser un pasatiempo con el que llenar las vacaciones navideñas, cocinar con niños puede ser muy pedagógico.
Ivan Vilageliu, padre de Laia (diez años) y Júlia (trece), lo tiene así de claro: "Nos gusta ir al mercado y elegir productos de temporada. Es una pasada ver a Laia eligiendo pimientos, alcachofas, calabacines, manzanas o peras y aprendiendo a distinguir las variedades de cada producto. Ya saben qué tipo de lechuga les gusta o qué verduras se usan para el caldo". Quizá así fue como a Júlia le picó el bicho de la cocina, bicho que le llevó a abrir un blog de recetas que, aunque un tanto abandonado, le sirvió para practicar la escritura y reflexionar sobre lo que come.
Pero, ¿qué les gusta cocinar? A Jorge y Pablo les gustaría aprender a cocinar espaguetis y pizza. Sandeea, su madre, nos explica que "con ellos cocino sobre todo dulce o masas, como este pan de leche, pero lo que recomendaría hacer en primer lugar son las galletas de lacasitos. No hace falta ningún instrumento de cocina, molde o aparatejo: solo un horno. Y se hacen totalmente con las manos”.
Elvis y Jarvis coinciden con que les pirra hacer pizza. Además, a Jarvis le gusta pringarse con todo y Elvis acepta ensuciarse las manos con galletas y masa de pan, pero con carne picada y cosas así, no.
Rai dice que "lo que más me gusta del mundo es hacer las galletas de chocolate". Se refiere a esta receta de galletas de cacao con escamas de sal, un original de Paul & Pippa versionado por Mónica Escudero. Sobre cocinar pizza se muestra un poco ambivalente: "me gustó porque le echamos muchas cosas, aunque luego no me gustó comerla por el brócoli". El próximo día eliminaremos el brócoli.
Para Júlia y Laia terminar un plato es complicado. Aunque Júlia ha hecho albóndigas, croquetas de tofu o risotto de champiñones, por ejemplo, y desde los doce años se prepara cada día la comida: calentar, freír o hacer algo a la plancha. A Júlia, además, le encanta la repostería.
Recursos para cocinar con niños
Libros: Yo quiero ser chef presenta más de 100 recetas de 28 países, es un libro magnífico para encontrar recetas que cocinar con ellos y viajar sin salir de casa. Pequeños chefs se dirige a niños que ya sepan cocinar, pero lo puedes usar como guía para cocinar con ellos. En El gourmet extraterrestre un alienígena recorre los cinco continentes para conocer las distinas gstronomías del mundo y lo firma Andoni Luis Aduriz.
Talleres: En Madrid, The Good Food Company organiza talleres de cocina para niños cada sábado por la mañana. También los sábados por la mañana, pero en Barcelona, la cocinera Ada Parellada prganiza Patacutxi, un taller de cocina para niños de 4 a 10 años.
Restaurantes y tiendas: llamádnos holgazanes, pero con estas guías de Barcelona y Madrid la gente de Mammaproof ha hecho el trabajo por nosotros.
Hasta aquí, todo maravilloso pero cocinar con críos también tiene su qué. Para que la cosa acabe bien no está de más seguir el consejo de Sandeea: “Para mí cocinar con niños requiere cierta preparación y planificación si no quieres acabar de los nervios. La preparación previa la suelo hacer yo: sacar todo lo necesario, ingredientes, aparatos y demás.”
Dos semanas y dos días. Suena a condena penitenciaria pero es lo que duran las vacaciones navideñas. De nosotros, madres y padres, depende que los enanos las aprovechen para disfrutar y aprender cosas nuevas. Como dice Sandeea: "cocinando con mis hijos creo que construyo recuerdos felices para ellos, que serán momentos que no olvidarán nunca. Igual soy una romántica. Por otra parte creo que forma parte esencial de su educación”.
Pues eso, eduquemos por el buche. Ya tendrán tiempo en el cole para hartarse de conocimiento académico.
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