Libros de blogueros para cocinar sin complicaciones
Cada vez se publican más libros escritos por blogueros culinarios. Un hecho bastante frecuente en el mundo anglosajón, pero que en España ha sido excepcional hasta hace bien poco. A los recetarios de Webos Fritos, Secocina, El Cocinero Fiel o el mío propio, se suman ahora nuevas propuestas: Cocinar para 2, de Belén Otero; Comer bien a diario, de Alfonso López (Recetas de Rechupete), y Grandes éxitos de la cocina para impostores, de Falsarius Chef (éste último ya había editado otros cuatro antes, pero es su primera obra en una editorial grande).
Llenos de recetas tan competentes como bien explicadas, los tres libros coinciden en apostar por la cocina fácil, casera y arraigada en la tradición. Aunque cada uno cuenta con sus particularidades: Falsarius utiliza latas, botes y congelados como materia prima para disfrazarse de chef; Belén factura platos con cantidades pequeñas para parejas, y Alfonso defiende una comida cotidiana sana, a través de platos típicos españoles e internacionales guisados a su manera. Para conocer mejor su faceta editorial, les hice un microcuestionario exprés al que contestaron con el mismo arte que se gastan en persona.
¿Qué hace a vuestros libros diferentes de los 253.457 recetarios que se publican al año?
Belén: Supongo que en realidad nada. Son recetas sin demasiadas complicaciones, y seguro que en eso coincido con 184.657 recetarios. Pero no sé, ¡es mío! Todas las madres ven a sus hijos guapos, ¿no?
Alfonso: El mío es un libro con la personalidad de Recetas de Rechupete. Si has entrado en el blog y has hecho una receta, seguro que te ha salido bien. Comer bien a diario va por ahí: las recetas elegidas para el libro están más que probadas y reprobadas, van a salir sí o sí, eso a día de hoy es un gran punto a favor. Además el contacto directo con el autor, un servidor para que ante cualquier duda puedas consultarla vía mail, Twitter o Facebook. Sólo faltaría mi móvil que alguno de vosotros ya tenéis.
Falsarius: El hecho de que es de cocina impostora, esto es, cocina de supermercado frente a la más tradicional cocina de mercado, marca un poco la diferencia. Eso sin contar con que en ninguno de esos otros 253.457 libros sale en portada un cocinero tan guapo y con una nariz tan sexy.
El libro de Falsarius. / EL COMIDISTA
¿Cómo, cuándo y por qué puede ser más útil un libro de cocina que un blog de recetas en internet?
F.: En caso de naufragio y en la cocina, siempre que seas uno de esos cocineros maniáticos a los que no les divierte la experiencia de ver cómo se les cae el iPhone en el agua de hervir espaguetis, mientras consultan la receta de salsa boloñesa.
B.: Pues en la casa de la playa si no tienes ADSL por ejemplo, o en la montaña, o si hay un apagón general. Aunque supongo que a la hora de entrar en la cocina, seguimos queriendo tener la receta delante, con esa mancha que demuestra que la hemos puesto en práctica.
A.: Muchos de vosotros aún necesitáis tocar, manosear, anotar detalles en papel y llenarlo de grasaza de la buena, buen aceite de oliva virgen extra... En el libro tienes 107 recetas bien explicadas, llenas de guiños de comentarios de los seguidores del blog y con las ilustraciones de Jimena que son la caña. En cuanto tengáis el libro en vuestras manos os pasará como con el del Comidista, no podréis desengancharos de él, os seguirá a todas partes, a la mesilla de noche de la habitación, al rinconcito del sofá, al wc, a la cocina...
¿Cuál ha sido el momento más divertido y el más peñazo en la elaboración de libro?
A.: El coñazo ha sido para Jimena, pues ha tenido que comer en tres meses casi 40 recetas que he tenido que volver a preparar, pues muchas de las fotos eran de cuando empezó el blog hace 3 años, y en esas el portatil se murió y se perdieron muchas fotos. Una recomendación por si estáis pensando hacer un libro, copias de seguridad a saco, no os arrepentiréis. Momentos divertidos muchísimos, yo dejaría como los mejores la comunicación con las chicas de la editorial, Larousse.
F.: El más divertido cuando la editorial te confirma que acepta tu libro y te manda un cheque al firmar el contrato. El peor, cuando descubres que el libro no se escribe solo y que la mitad de las fotos estaban en un disco que has perdido.
B.: El momento de hacer las fotos y elegir las composiciones era genial. Las hice en diciembre, y en mi terraza la hora perfecta de luz natural era de 15 a 17 horas. Está divertido merendar bacalao. El más peñazo, las correcciones. Cada vez que leía de nuevo todo, encontraba alguna cosa que podría decir de forma distinta. Llegó un momento en que dije: ¡como está y punto!
El libro de Cocinar para 2. / EL COMIDISTA
Aparte de ganar dinero y haceros famosos, ¿qué os gustaría conseguir con este libro?
F.: Que se acaben las guerras y que no haya hambre en el mundo. De no poder ser, igual me conformo con lo del dinero.
B.: Ah, ¿pero se puede ganar dinero con un libro? Ya he conseguido una de las tres cosas que hay que hacer en la vida. Sólo me falta un hijo y plantar un árbol.
A.: Superfamoso, como tú. Y rico como Amancio Ortega. Vamos a ser serios, ricos no nos vamos a hacer. Lo hemos hecho sobre todo la satisfacción que da un libro. El blog creo que ya es conocido, 800.000 personas lo visitan al mes, pero el libro, esa pieza de colección que huele a nuevo, con casi 600 ilustraciones bien curradas hechas poco a poco, y sobre todo con esas recetas inmortalizadas de mi difunta abuela Lucrecia, esa ensaladilla de mi madre María Rosa... Como dicen en el anuncio de las famosas tarjetas de crédito, "no tiene precio". Bueno sí, 15 eurillos de nada.
El libro de Recetas de Rechupete. / EL COMIDISTA
Confesad: ¿qué receta de vuestros blogs no habéis metido en el libro porque al revisarla os habéis dado cuenta de que no era muy buena?
F.: Más de una, al descubrir que la lata en la que se basaba ya no podía encontrarse en el mercado y que la receta, por lo tanto, no valía para nada. Lechugas, pollo y cosas de esas suele haber siempre, pero el proceloso mundo de las latas es así.
B.: Todas las recetas de mi libro son inéditas y no están en el blog, porque yo no pagaría por algo que está gratis en internet. De todas maneras algunas sí se quedaron en el camino, por no estar a la altura.
A.: A mí aquí no me pillas. Son todas buenas, ¡si no no estarían en el blog! Las que acaban en la basura (que son muchas) se quedan en la basura. A los lectores, lo mejor.
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