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Sexo casual: a quiénes y por qué les resulta más atractivo

Quizás por influencia moral, se ha puesto el foco en las consecuencias negativas de tener una relación sexual sin vínculo emocional, pero muchas personas aseguran que sus reacciones emocionales tras este tipo de encuentros son positivas y satisfactorias

Sexo casual

Salir de fiesta, ligar y acabar en la cama con alguien pasando una noche de placer; ir al supermercado, cruzar la mirada con alguien y acabar liados; o cualquier encuentro que propicie el sexo casual con un desconocido es una fantasía que resulta estimulante para un 30% de mujeres y un 26% de hombres, según el estudio sobre fantasías sexuales del portal de salud Superdrug Online Doctors. Este encuentro anónimo, puramente físico y con cotas de placer elevadas, se ha vendido bien desde la ficción. Además, tiene un punto transgresor que le añade un extra de emoción. Por otro lado, ¿a quién le amarga el dulce de un orgasmo sin más complicaciones? Sobre el papel, todo cuadra.

Quizás por influencia moral, muchas veces se ha puesto el foco en las consecuencias negativas de tener relaciones sin vínculo emocional (asunción de mayores riesgos, arrepentimiento…), pero para las personas que participaron en el estudio The Upside to Hooking Up: College Students’ Positive Hookup Experiences las reacciones emocionales tras un encuentro así fueron más positivas que negativas, destacando que los encuentros casuales con alguien con quien se repetía resultaban más satisfactorios. Esto tiene sentido en tanto que la confianza, la comunicación, la asertividad, el conocimiento mutuo son aspectos necesarios para disfrutar de la intimidad compartida. Prueba de ello es que a las mujeres en rollos de una noche con hombres les cuesta pedir que les hagan un cunnilingus, ya que consideran que no está en el guion sexual que se espera en un encuentro de este tipo.

No salirse de un guion sexual, que habitualmente prioriza el coito y el placer masculino, es un error habitual en muchas relaciones, casuales o no. En las primeras tiene más sentido, en tanto que hay menos conocimiento de los gustos de cada cual y se tira de básicos. Ahí es cuando, en general, las mujeres salen peor paradas en términos de satisfacción y es que, en relaciones heterosexuales, ellos llegan al orgasmo un 52% más de veces que ellas. Esta diferencia, que se conoce como brecha orgásmica, se agranda cuando se trata de sexo casual. Así que la idea romántica de que las mujeres necesitan más afecto en el sexo y, por ello, son más reacias a los encuentros “aquí te pillo, aquí te mato”, puede tener una explicación objetiva: no les renta a nivel de satisfacción. En cambio, si se repite con una misma persona, el disfrute aumenta.

Por otro lado, tampoco se puede obviar el peso de la educación en la percepción de la sexualidad y, en este sentido, las mujeres tras este tipo de prácticas manifiestan tener más sentimientos de arrepentimiento, de culpa y de sentirse utilizadas. ¿Hasta qué punto una cosa influye en la otra? Si no se siente satisfacción, es posible que aumenten estos sentimientos negativos.

Tras este tipo de prácticas, las mujeres manifiestan tener más sentimientos de arrepentimiento, de culpa y de sentirse utilizadas.

A pesar de estos datos, aplicaciones de citas donde uno de los objetivos es la búsqueda de sexo rápido siguen llenas de usuarios y usuarias, lo cual hace pensar que tan mal no irá el asunto. Aunque hay que tener en cuenta que parece que la gente más joven no está demasiado interesada en esta forma de conocer personas. Según un estudio del portal Dating News, un 99% de personas de la generación Z están cansadas de estas aplicaciones, aludiendo entre uno de los motivos la falta de conexiones genuinas. Por otro lado, un estudio de la Universidad de California confirma que las personas nacidas alrededor de los años 2000 afirman estar un poco hartas de tanto sexo por todas partes, incluido el sexo casual.

‘Sociosexualidad’ y ‘demisexualidad’, características de la identidad asociadas con el sexo casual

El género o la edad no es lo único que influye en el interés por el sexo casual, hay factores de personalidad que predisponen a esta práctica. La sociosexualidad es la capacidad de tener relaciones sexuales sin ataduras emocionales y se forma a través de las experiencias pasadas y las motivaciones respecto al sexo. Una persona sociosexual muestra una alta autoestima y una baja tendencia a la depresión. Este rasgo correlaciona con sensaciones de bienestar tras el sexo casual, que resulta mayor que si no se tienen este tipo de encuentros, según las investigaciones recogidas en el artículo Who Benefits From Casual Sex? The Moderating Role of Sociosexuality. Por otro lado, las personas extrovertidas y con apertura a la experiencia son quienes más fácilmente pueden tener este tipo de relaciones, según el estudio Engagement in one-night stands in Germany and Spain: Does personality matter?

 El sexo casual en entornos de fiesta está vinculado con frecuencia al consumo de alcohol (aunque no es recomendable dado los riesgos que se toman bajo sus efectos, como el uso de menos métodos de protección).

Yendo al polo contrario, se encuentra la demisexualidad, una orientación sexual dentro del paraguas de la asexualidad que engloba a aquellas personas que sienten atracción sexual hacia otras si, y solo si, hay un vínculo afectivo previo. Por lo tanto, la atracción física no será, a priori, lo que más les motive para compartir intimidad física y las relaciones con un desconocido no resultan, en consecuencia, demasiado atractivas para estas personas.

Salir de fiesta, ligar y acabar en la cama con alguien puede tener el final de una noche de placer espectacular en función de la persona y las circunstancias. Quitarse prejuicios, conocerse a una misma y rebajar expectativas pueden ser buenos consejos. Y cuidarse, eso siempre. El sexo casual en entornos de fiesta está vinculado con frecuencia al consumo de alcohol (lo que no es recomendable dado los riesgos que se toman bajo sus efectos, como el uso de menos métodos de protección); sustancia que ayuda a la exploración sexual al quitar las inhibiciones, según el estudio The pleasures of drunken one-night stands: Assemblage theory and narrative environments. Aquí también se concluye que las aventuras de una noche están en gran medida asociadas con el placer: el placer inmediato de tener sexo y el placer a largo plazo de contárselo a otros. Cosa, esta última, que para algunos resulta extrañamente importante.

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